La ciencia no “para” de revelarnos cuestiones íntimas de nuestro pasado lejano, a Dios gracias, pues así vamos aceptando que en materia de sexo no hay nada nuevo, salvo el porno en 3D y algún que otro chiche japonés, y quizás ya ni eso. Está todo descubierto, casi no hay nada por descubrir. Dos trabajadores del Archivo Histórico Nacional de Toledo, en España, mientras revisaban documentos de hace dos siglos encontraron, metidos entre las páginas, a modo de señalador (esto es de mi imaginación) una bolsita rectangular semejante a un papiro, con la punta redondeada y cosida: nada menos que dos profilácticos fabricados con intestino de cerdo. Como lo que envuelve los chorizos, no?.
nunca sin protección..…Olaf Martens
“Fue una sorpresa. Estábamos estudiando la correspondencia del Ducado de Béjar entre 1814 y 1830, cuando encontramos el paquete. No sabemos a quién pertenezcan pero es probable que procedan de Francia. Su uso era algo común entre la gente pudiente”, explica Arantxa Lafuente, directora de la sección Nobleza del archivo.
Una de las colecciones de profilácticos antiguos más completa está en el Museo del Sexo de Nueva York, que visité el año pasado, pero hallazgos como éstos siguen aportando datos sobre la importancia de la prevención, ya que antes no era considerado un método anticonceptivo sino una herramienta para evitar las temidas venéreas. Lo que no sé es cómo harían, pues los “pilotitos” de entonces eran reutilizables, es decir, usted los lavaba y volvía a usar. ..
Los profilácticos datan de las primeras civilizaciones egipcias y parece que los fabricaban con tripa de cerdo o cordero. Como eran medio ásperos primero se los remojaba en leche y luego, una vez usados, se desinfectaban con agua tibia y se llenaban de talco o fécula de papa hasta la próxima cita. En una punta iban cosidos y en el otro extremo tenían un piolín para que el caballero pudiera ajustarlo.
los ejemplares en cuestión…
Hace unos años el Museo Británico expuso una colección de preservativos de 450 años de antigüedad, y en 1992 la casa Christie’s subastó un ejemplar de principios del siglo XIX, de origen francés, que medía veinte centímetros (un anticipio Trojans XL) y que venía con un dibujo de una religiosa desnuda señalando a tres sacerdores en erección, según contó Jean Louis Guereña, catedrático francés que investiga la evolución de la prostitución en España. “En Europa, se conoce al menos desde el siglo XVI, cuando el anatomista italiano Gabriel Fallopio describe el uso de un fino tejido de lino para prevenir las enfermedades venéreas. Los primeros preservativos eran de lino o seda, de uso incómodo y poco seguro” dijo el estudioso.
Los materiales fueron así de precarios hasta que apareció el caucho y a finales del siglo XIX Estados Unidos empezó a producirlos en forma industrial. “La popularización del condón no es obra de los médicos ni mucho menos de los poderes públicos. Antes bien, desaconsejaban, por lo general, su utilización, más por razones morales que estrictamente médicas. A pesar, de todo desde principios del siglo XIX venía confirmándose la función del condón como contraceptivo y profiláctico”, dice la noticia, publicada en la BBC de Londres.
Hay gente que se niega a usarlos, e incluso existe una comunidad en Inglaterra de adeptos a la práctica de sexo a pelo, es decir, sin protección, una medida abarrerante y criminal en una época como ésta.