Me falta un cacho de olfato entrepreneur, y la verdad es que mi vida tampoco es un ejemplo de nada, de modo que mal podría ayudar a terceros a ser felices… pero ¡cómo me hubiera gustado abrir mi propio consultorio virtual sexual! Después de todo, hace tres años que leo cuánto se publica en el mundo sobre la sociología contemporánea del sexo. Algo, del tema, sé.
Obvio, la lectura no me habilita a dar consejos, aunque muchos vivillos ya vieron el negocio. Miren sino lo que está ocurriendo en Manhattan, donde se ha puesto de “moda” tener un “sex coach” o entrenador personal para ayudarle a uno a mejorar el rendimiento en la cama. Parece que el negocio funciona, al menos dicen que se han multiplicado las páginas web de gente que ofrece el servicio, que no es ni parecido al trabajo del sexólogo, entre otras cosas, porque algunos consultores hacen el trabajo in situ, léase, en el dormitorio del cliente.
bien, muy bien…ahora corré la pierna y ponésela arriba, eeeso es creamandsugar via lavitaebela
Dos “pioneros” de este nuevo yeite fueron entrevistados por el noticiero de la cadena Fox. Eric Amaranth y Amy Jo Goddard contaron ahí cuál es su método de asistencia, por ejemplo, la tal Amy dijo atender por teléfono o a través de Skype, algo que parece copiado de la serie Web Therapy, que es buenísima, no sé si la vieron ya, con Lisa Kudrow. Pero el entrenador llamado Eric va mucho más allá y presencia el acto y da instrucciones sentado a los pies del lecho del cliente. “Trabajo con ellos mientras lo están haciendo, y les enseño, les guío sobre qué hacer y qué no hacer, sin tocarles o tener ningún contacto sexual con ellos: es como un personal trainer” dijo el hombre sin pestañear. Nadie le preguntó si él mismo muestra al cliente cómo practicar el ejercicio… midió!!