No sé a cuento de qué venía la charla, pero mientras esperaba mi turno en la despensa, escucho que mi amigo el fiambrero le contesta a un señor de traje que estaba adelante, en la fila: “un camión de Viagra y el traste de Jeniffer López, eso quiero yo, eso”…
…eso queremos todos, pibe – retrucó el caballero acomodando el queso fresco en la bolsa de las compras. Yo me tenté con la metáfora del camión. Y sí, nena, ¿quién no la toma “hoy día”, eh eh? me desafió Hugo, con la torta de brie en la mano. Inmediatamente recordé un artículo que había leído días antes sobre el aniversario de la revolucionaria pastillita azul, el fármaco hoy más vendido (y más falsificado) del mundo. Parece que pese a la crisis económica de 2010, las ventas de Sildenafil subieron un 2% el año pasado, según los datos de la consultora IMS Health publicados por ‘The New York Times a propósito del cumpleaños.
que ángulo... hippiedreamin via bigfun
Pero la noticia era otra. A la famosa fórmula, le apareció una competencia: el avanafil, una droga nueva de efecto, dicen, mucho más veloz y prolongado. De todos modos, ante la posibilidad de perder mercado, el laboratorio Pfizer – que comercializa el Viagra, cuya patente está a punto de vencer– ya tiene una carta bajo la manga. El chicle Viagra jet, una versión masticable que por ahora solo están probando en México (supe que hubo un alcalde en el DF que propuso repartir la droga gratuitamente entre los vecinos, no recuerdo el nombre ni de qué partido era, ni en qué quedó la iniciativa… ¿alguien lo sabe?)
Cuestión es que los laboratorios que fabrican otras drogas similares también se preparan para competir con sus últimas innovaciones, entre otras, una pastilla con sabor a menta y otra llamada de “fin de semana”, que se toma una sola vez y dura 36 horas. Algunas empresas de la competencia (Bayer) ya sacaron una versión saborizada en pastilleros finitos como una tarjeta de crédito, ideales para el bolsillo del caballero y, según dicen, los científicos todavía buscan la alquimia capaz de dar a luz el “Viagra rosa” para mujeres, de resultados aún inciertos.
Hace una semana el canal Infinito, celebrando el aniversario de la pastillita, pasó un documental muy interesante sobre el impacto social que tuvo el consumo de Sildenafil en el mundo, algo así como una radiografía del hombre contemporáneo y sus ansiedades y angustias. Se cree que son cerca de 250 millones los que padecen disfunciones y, según Pfizer, son apenas 41 millones los que consumen Viagra. Quziá sean más, aunque es cierto que, por prejucios “precámbricos” no todos se atreven a admitirlo. El director de la película es un holandés de 40 años que a la hora de filmar sobre el asunto partió de una pregunta básica, la misma que todos se habrán hecho alguna vez, creo yo: ” ¿por qué necesito una pastilla que pensé que era para mi padre”. Acá les dejo el trailer del documental. Podríamos averiguar cuando vuelven a pasarlo, ¿no?.