Si pasan unos días por la espléndida Nueva York no dejen de visitar el Museo del Sexo, y especialmente su tienda de regalos, quizá el sex shop más nutrido, desopilante y variado de la ciudad. Las cosas que creías imposibles, existen. Sin dudas el ser humano ha perseguido locamente el placer desde tiempos remotos. Eso pensé delante de la colección de vibradores de Lelo fabricados en oro 24 y valuados en 3500 dólares (eso cuesta la pieza más pequeña, aunque la vendedora aclaró que al ser tan macizo el material no replican bien las ondas, de modo que la joya tiene más de arte que de utilidad). Cuestión que lo que busques, encontrarás. Desde el último grito de la tecnología vibratoria hasta artículos lúdicos como fideos eróticos para cocinar, libros, cosmética, juegos de mesa etc.

En estos meses hay varias muestras temporarias para ver, pero la colección permanente del Museo reúne piezas que son la verdadera arqueologia del sexo. Se ven desde extrañas máquinas para la práctica del sadomasoquismo fabricadas a principios del siglo XIX hasta una colección de condones antiguos, entre otras rarezas que vale la pena curiosear. 

Me tenté e hice algunas compritas en la tienda, moderadas, claro, qué otra cosa se puede hacer con el dólar a 15 pesos!…