Valoro la honestidad de algunos hombres cuando sin conocerte confiesan que ven mucha pornografía en sus horas de ocio, y que les gusta. Aunque también me inquieta el sincericidio, finalmente porque, entre otras cuestiones, el triple equis si bien tiene su encanto y está bueno mirarlo en pareja (un rato) es lo menos grato que podía pasarte después, pues algunas personas terminan creyendo que el sexo es eso, y no otra cosa. Y repiten en la cama lo que ven ahí. Y he ahi, el problema mayor de tanto porno…
Hace un tiempo entré un sitio muy interesante de una organización que trabaja con el mismo método que alcohólicos anónimos, entre otras adicciones, y que se llama Sex And Love Addict Anonymus. Ahí uno puede leer la experiencia de muchas personas que entre otras conductas adictivas recurren a las películas y videos caseros que circulan en la Web para satisfacer las demandas de la carne. Algunos especialistas creen que este tipo de imágenes alejadas de cualquier erotismo podría generar dos síntomas bien opuestos: la adicción al sexo, o la abstinencia total. Para detectar de qué lado se está, los terapeutas armaron un cuestionario extenso con preguntas bien básicas y reveladoras.
adicta a vos…via themarvelous
Se las copio abajo así hacen el autodiagnóstico. Está bueno, pues aunque no quepas ni en una ni en otra categoría, sirve para analizar la conducta propia y ver qué clase de vida sexual llevamos. Por lo pronto el adicto al porno tiene recuperación, de hecho, hasta podemos recomendarle desde acá que vea xxx para mujeres, que es bastante más real y posible de practicar en casa que esas erecciones maratonianas a lo Rocco Siffredi.
En fin!
¿Ha tratado alguna vez de poner un límite a sus actividades sexuales o a la frecuencia con la que ve a alguien?
¿Le resulta imposible dejar de ver a una persona concreta aunque sepa que esto sólo le perjudica?
¿Le da miedo que alguien descubra sus actividades sexuales o románticas? ¿Necesita ocultárselas a los demás: amigos, familiares, compañeros de trabajo, psicólogos, etc.?
¿Llega lo sexual y romántico a producir en usted un estado de trance? ¿Llega lo sexual y romántico al extremo de hundirlo?
¿Ha tenido relaciones sexuales en momentos, lugares o con personas poco adecuadas?
¿Hace promesas o se impone normas de conducta que luego ve que no puede cumplir?
¿Ha mantenido o mantiene relaciones sexuales con alguien con quien no le apetece?
¿Cree que el sexo o una relación amorosa puede hacer su vida más placentera?
¿Se ha sentido alguna vez “obligado” a mantener relaciones sexuales?
¿Cree que alguien puede transformar su vida y/o solucionarle sus problemas personales?
¿Tiene una lista, escrita o de cualquier otra forma, con el número de parejas que ha tenido?
¿Cuando está separado de su pareja sexual, le invaden sentimientos de inquietud o desesperación?
¿Ha perdido cuenta del número de personas con el que ha mantenido relaciones sexuales?
¿Siente una necesidad desesperada de amante, “dosis” de sexo o futura pareja?
¿Ha tenido o tiene relaciones sexuales sin pararse a pensar en las consecuencias. (p.ej., el peligro de que le descubran, el riesgo de contraer herpes, gonorrea, SIDA, etc.?
¿Reincide una y otra vez en relaciones sexuales que no le convienen?
¿Cree que su valía dentro de una relación radica en su aportación sexual o en el soporte emocional que usted proporciona?
¿No se siente vivo “de verdad” a menos que se encuentre en compañía de su pareja sexual o amor romántico?
¿Cree que tiene un derecho especial a disfrutar del sexo?
¿Se encuentra en una relacion de la que no puede salir?
¿Ha puesto alguna vez en peligro su estabilidad financiera o su posición social por perseguir a alguien?
¿Cree que los problemas que experimenta en su vida amorosa se deben a que no disfruta del tipo de relación sexual “adecuada”, a que carece de ella o a que continúa estancada con la misma persona?
¿Ha destruído o puesto en peligro por sus aventuras alguna relación seria en alguna ocasión?
¿Cree que su vida carecería de sentido sin enredos amorosos o aventuras sexuales?
¿Se ha sorprendido alguna vez coqueteando o convirtiendo a alguien en un mero objeto sexual, incluso sin que esta fuera su intención?
¿Afecta su conducta sexual o romántica a su reputación?
¿Trata de solucionar o de huir de los problemas de la vida a través del sexo o de las relaciones amorosas?
¿Le preocupa la masturbación por su frecuencia, las fantasías de que la acompaña, los objetos que usa o los lugares en que la practica?
¿Practica el exhibicionismo o el “fisgoneo” (atisbo) en formas que le producen ansiedad o dolor?
Para alcanzar un nivel aceptable de alivio físico y emocional, ¿necesita cada vez más una mayor variación en sus actividades sexuales y románticas e invertir una dosis cada vez mayor de energía y esfuerzo?
¿Necesita “estar enamorado” o el sexo para sentirse un hombre o una mujer de verdad?
¿No considera que su conducta en el terreno sexual y amoroso no es acaso tan absurda como machacarse la cabeza contra un muro? ¿No termina agotado?
¿Le resulta imposible concentrarse en otros aspetos de la vida a causa de los sentimientos o pensamientos que tiene por otra persona o por el sexo?
¿Le obsesiona alguna persona o algún acto sexual concreto aunque estos pensamientos le ocasionesn dolor, ansiedad o malestar?
¿Ha sentido alguna vez deseos de interrumpir o al menos limitar sus actividades sexuales o románticas por un cierto periodo de tiempo? ¿Ha deseado en alguna ocasión ser menos dependiente emocionalmente?
¿Cree que haga lo que haga, su vida es cada vez más insoportable? ¿Cree en lo más profundo de su ser que nadie le va a aceptar tal como es?
¿Cree que no posee dignidad y que está lleno de carencias personales?
¿Cree que su vida sexual y romántica perjudica a su vida espiritual?
¿Cree que su vida es un caos a causa de su conducta sexual y romántico o de sus excesivas dependencias emocionales?
¿Se le ha ocurrido pensar alguna vez en la de cosas positivas que podría hacer en la vida si no se dejara arrastrar por los impulsos sexuales y románticos?