Si antes la primera impresión era todo, ahora una cita también se define en el primer mensaje que te mandan por WhatsApp, demostrando así que la palabra escrita no ha perdido su valor a la hora de saber algo más acerca de la persona que está invitándote a salir.
La primera frase es clave. A mí por ejemplo me deserotizan los mensajes con los verbos mal conjugados (“si yo sería vos”), y siempre advierto a mis amigas sobre los dates que escriben abreviado (“ola q ase?” “q tul”), los que simplifican frases por emoticones y los de risa fácil )cada dos palabras mandan el “jajajajaaja”). Felizmente la mayoría se toma catorce minutos y medio para redactar un mensaje de texto con fines amorosos, dice una encuesta realizada por Match.com y que publica la versión digital de la revista para hombres Icon.
Quien hubiera dicho que encarar por escrito fuera tan difícil como sentarse frente a una página en blanco y decir algo inteligente, distinto y con gancho. Quizá por eso mismo en pleno siglo XXI las mujeres (las de más de 35, al menos) seguimos esperando que tomen la iniciativa (el 84% de los encuestados cree que es el hombre quien debe escribir antes). Como fuere, pasado el tiempo prudencial (tres días) del primer contacto visual o del otro (haberse o elegido vía Tinder, Happn etc.) cada palabra de la primera frase tendrá infinitas lecturas. Según el sitio Singles in America, el 39% de las conversaciones diarias de los solteros suceden online, por lo que tienen sentido ciertas reglas de etiqueta. Nadie te pide literatura, pero si buena voluntad a la hora de redactar. Según la psicóloga y sexóloga Ana Sierra, abreviar palabras “transmite pereza o desinterés”, el “jajaja” es síntoma de nerviosismo e inseguridad y la catarsis de signos de admiración (!!!!!!!) resultan demasiado pedantes.
ok ok ok ok.. Gza J’ai Perdu Ma Veste
“La regla fundamental del dating establece que tenemos que intentar que nuestra conversación sea como una partida de ping-pong y que el número de mensajes enviados sea igual al de los recibidos” y sobre todo, dice, recordar que los errores de ortografía son como el mal aliento: espantan.
Personalmente ya me aburren los chats, o mejor dicho, la gente inestable que entra en las redes, te contacta y luego no sabe ni lo que quiere. Por otro lado, ya entendí los códigos: si pasaste escribiendo quince minutos y te contestan “ok”, si ya no te contestan o te salen con un “seguimos en un rato, si?” es obvio que ya no hay ni habrá interés. Y viceversa. Entonces solo te queda dejar de molestar….