Antes que nada, algo es algo… Una amiga dice que durmiendo tuvo un orgasmo pero que el orgasmo fue real, tan vívido, que despertó en plena noche perturbada, y confundida, pues a su lado no había otra cosa que el caniche flatulento que le regalaron sus primas en la última navidad. Le pregunto si bebió, y sugiero que probablemente estando beoda fue que volvió a colarse en su inconsciente el fulano ése con el que andaba meses atrás, y que tanto daño le causó. Pero Martita asegura que en la niebla del sueño vio al chico del puesto de flores que está en la esquina del Mac Donals, a la vuelta de casa.
Aunque parece, el episodio no es disparado. Según un estudio de la Universidad de Montreal (Canadá) el 70% de las mujeres y casi el 100% de los varones han tenido sueños eróticos más de una vez, y con resultados satisfactorios: el 83% de los hombres tuvo eyaculaciones nocturnas, y el 37% de las mujeres confesó haber alcanzado el orgasmo durante el descanso. Poquita cifra, pero milagrosa habida cuenta de lo que a una le cuesta conseguirlos estando despierta.
en mis sueños siento tus dedos de violín sneakpeaking
Los expertos coinciden en que es posible, muy posible, y que son tan reales como los que experimentamos en una relación sexual o cuando nos masturbamos. Lo maravilloso es que toda la tarea la hace solita nuestra propia mente, ya que para alcanzar el clímax onírico no hace falta estimulación genital alguna. Es tu cabeza…
Los especialistas creen que si uno se va a la cama y tiene sueños eróticos, como los que suelo tener si de noche ingiero alguna sustancia etílica, especialmente si lleva burbujas, la cosa puede terminar en orgasmos, y tanto en hombres como en mujeres, debido a que el cerebro envía estímulos a las zonas genitales, involuntariamente. Qué maravilla, el cerebro, cuando se aplica a o que debe y no a las estupideces!
En muchos casos, al ser tan reales, el cuerpo evidencia signos propios de la excitación sexual, como por ejemplo, sensibilidad en el pecho y aumento de fluido en la zona del epicentro. Y no has de haber tenido maratón de sexo para que suceda, incluso le pasa a quienes no lo tienen por largos periodos de tiempo. Dicen los expertos que los sueños eróticos son breves películas en las que proyectamos estímulos y experiencias recogidas en el inconsciente a lo largo del día, y que en la almohada se evaporan sin dejar más rastro que esta efímera forma de felicidad.
Yo soy una especie de productora de cine, mejor dicho una función continuada gracias a la intensa lectura que me exige a diario este blog. No me quejo, eh….