Hace unos días volvíamos a preguntarnos con una amiga como serán las relaciones sentimentales en el futuro cercano, ahora que hemos asumido que la exclusividad sexual esta demodé y que lograr convertir una cita en vínculo es una empresa tan difícil como acertarle al PRODE. Tal vez haya que resignificar algunos conceptos, comentaba ella. O quizá solo se trate de aplicar una estrategia matemática para identificar a la persona indicada, leo en una interesante nota publicada en el diario ABC.
Nada menos que de esto último, de una estrategia matemática, se tratan los flamantes seminarios Love Sinapsis que dictarán desde el próximo mes de marzo en la primera Escuela Neurocientífica del Amor, una institución salvadora pues, de cumplir su objetivo, promete rescatar a media humanidad de esas citas desastrosas que terminan liquidando la esperanza de encontrar el amor.
La Escuela Neurocientífica del Amor se presenta como institución líder dedicada al coaching en “sinapsis interpersonal”, y la única que enseña una técnica capaz de ayudarnos a encontrar sin margen de error a la pareja ideal. Para eso abona la teoría de que primero debemos conocernos muy bien para luego poder identificar el perfil de la persona adecuada. “Se trata de un test que ya han realizado 14 millones de personas en el mundo” afirma Lidia Martínez, directora y coach de la Escuela, con sede en Madrid, Barcelona y Valencia. “Los alumnos aprenden a realizar un test que sirve para saber cuál de los 12 perfiles sinápticos corresponde a su persona. Una vez que lo han identificado es más sencillo identificar al complementario, lo que denominamos perfect match, para poder decidir a quién amar y a quién no” apunta la mujer.
el amor, a clases sunshine
Para Martínez gastamos demasiado dinero en banalidades, y nada en el autoconocimiento. Y he ahí el problema. “Cada día vemos en nuestra sociedad parejas que fracasan. El amor, y el desamor, influye inevitablemente en el resto de ámbitos de la vida: social, laboral etc. Por eso es importante aprender cómo amar y a quién amar para ser felices. Las personas, cuando rompen una relación que ha sido tóxica, sea por acoso, violencia, celos, dependencia emocional, tienden a sentirse desconfiadas, distantes o a la defensiva cuando conocen a otra persona, por lo que pueden dejar pasar una oportunidad porque no se muestran tal y como son. Esto se evitaría si tienen confianza en sí mismos y saben identificar a quien tienen delante, para determinar si es compatible o no, y evitar así nuevos desengaños.”
La receta suena simple… pero hay que ver si la inteligencia logra anteponerse a la tiranía de la carne, pues el individuo ha demostrado ser flojo en ese plano. Las clases están en manos de psicólogos y especialistas en biología que parten de estudios científicos recientes donde se demuestro que el amor es una habilidad que se aprende. Algunos ítems del seminario se basan en investigaciones de la brillante Helen Fisher, antropóloga e investigadora del Instituto Kinsey, autora del algoritmo de compatibilidad hoy utilizado en portales y aplicaciones de citas como Tinder. “La diferencia entre la App móvil y lo que enseña la escuela reside en que Tinder utiliza el algoritmo para presentar aquellas personas que poseen algunos rasgos fisiológicos por los que nos sentimos atraídos. Sin embargo, esta información es incompleta y la prueba definitiva es la gran cantidad de citas o sexo casual que no acaban en relaciones románticas”.
Ya con eso alcanza y sobra para sacarse un boleto y anotarse en las clases.