La vida sexual de los solteros no es tan loca como los casados imaginan, o como suelen vendernos por ahí. Hay quienes consiguen saltar de cama en cama durante una temporada (no siempre con buenos resultados, pues cantidad no es calidad) otros pueden pasar meses, años, sin tocarse con nadie, pero también existen parejas que pasan por largos periodos de sequía, aunque todo eso es muy distinto de lo que ahora llaman ayuno sexual o sex détox, un acto de castidad absolutamente voluntario. Leyendo los títulos sobre el tema enseguida asocio este nuevo “concepto” a esas dietas que pregonan los sitios de alimentación supuestamente saludable. Tres bíblicos días a lechuga y agua y pum, el cuerpo se limpia. Esto vendría a ser un ayuno de sexo para purificar las relaciones, tomar distancia de la carne y darle espacio a otro tipo de alimentos, como el intelectual y el espiritual. Creo más en la efectividad de esto último que en la abstinencia de los sólidos, pues el ayuno no limpia nada. Lo que limpia el organismo es la buena alimentación sostenida en el tiempo.
Cuestión es que se empezó a hablar del ayuno carnal a raíz de la bellísima modelo Miranda Kerr que hace un tiempo confesó públicamente tener relaciones en forma salteada tras haberse divorciado del padre de su hijo, el actor Orlando Bloom. En mayo de mayo de 2015 la chica encontró el amor en los brazos de Evan Spiegel, el fundador de Snapchat con quien se casará en breve y con quien aún, dice, se están aguantando las ganas para la “noche de bodas”. “Mi pareja es muy tradicional. No podemos… lo que quiero decir es que… simplemente estamos esperando”, intentó explicar en una entrevista publicada en el Times.
A veces esperar no agrega nada, o peor, tanto esperar para descubrir que el la cama éramos incompatibles. En cambio la receta surge como una interesante estrategia si recordamos que vivimos en una sociedad que sobrevalora el sexo, y especialmente si esas exigencias están intoxicando nuestra estima. Hay que hacerlo de tal forma, tantas veces por semana, tener citas seguido, todos los juguetes y darse latigazos de bondage para estar en onda….de eso mismo hay que hacer ayuno, de las poses y las mentiras. Día que pasa escucho a más hombres y mujeres hablar con franqueza sobre la frecuencia con que mantienen intimidad con otros humanos, y la mayoría de los casos es tan o más esporádico que la Navidad.
Harry Fisch, urólogo y autor de The New Naked, una guía definitiva de sexo para adultos, sostiene a partir de un estudio realizado entre parejas de EEUU hace seis años que la frecuencia varia con la edad y también con la antigüedad el vínculo. A cualquier edad, cuando se empieza una relación, podemos tener hasta dos encuentros sexuales diarios, cifra cae un 20% a medida que la relación envejece. Es la cruda realidad. Un sex détox serviría para recuperar el interés y volver a la cama con las fantasías renovadas. “Estos períodos pueden mejorar la comunicación en la pareja, revalorizar la relación, sobre todo para aquellos que se encuentran cansados; redescubrir a la pareja, mejorar la creatividad y el erotismo. Esto porque la sensación de lo ‘prohibido’, hace que se anhele lo que hace falta y se valore, lo que se tiene alrededor”, comentó la kinesióloga chilena especialista en sexualidad, Odette Freundlich.
El su famoso libro sobre el tema, el psicólogo y experto en relaciones Ian Kerner (Sex Detox) propone un parate carnal de 30 días para que el cuerpo y la química se reajusten, ayudando al rejuvenecimiento del erotismo. Kerner está convencido de que hacer una pausa ayuda a revisarse emocionalmente, y en el caso de los solteros, a bajar un cambio con la presión social. Sin dudas!