En su momento las llamaban muñecas inflables porque venían dobladas en una caja y tomaban forma en un soplo de inflador. Eran bien bizarras, recuerdo haber visto algunos ejemplares en un gran sexshop de la Av. Corrientes. Ahora la tecnología las ha perfeccionado a imagen y semejanza de una it girl (un ideal femenino poco probable, alentado por la industria de la moda) y se llaman “Real Dolls” o muñecas reales, valga el oxímoron. A tal punto avanzó el diseño que en breve estas mujercitas vendrán dotadas de inteligencia artificial, es decir, quizá hasta tengan orgasmos y te digan sos lo más, papi…El sueño del pibe, digamos.
Qué miedo entrar al cuarto de un señor y encontrarte con una escondida en el placar! No quiero parecerme a doña Rosa repitiendo en pleno siglo XXI el fatídico “a lo que hemos llegado”, pero no dejo de sorprenderme y preguntarme qué clase de desdichado podría recurrir a un monstruito semejante, habiendo a la mano tanta oferta de mujeres de carne y hueso, dispuestas, lindas, buenas, geishas…y gratis! Claro, con las reales hay que trabajar, pero convengamos que hay que ponerle mucho entusiasmo a la cosa para gozar con una momia así de sumisa, turgente y flexible que cuesta cerca de 10.000 dólares aprox, inversión que supongo se amortiza rápido.
sos mi Amo….Gza Stacy Leigh
Hasta hace unos años los mayores consumidores de estos juguetes eran los japoneses, hoy con lo hipersexualizada que está la sociedad, la demanda crece y los principales clientes de Reall Dolls están en Alemania y Reino Unido. Para satisfacer las fantasías y gustos de ese ancho mundo masculino la industria está desarrollado criaturas de un hiperrealismo espeluznante, digno de Damien Hirst, con todo lo macabro que trasuntan sus obras. Fabricadas de silicona medicinal y a escala, ahora vienen customizadas, es decir, si te gustan gorditas, caderonas, con panza o chatas, tetas chicas y naríz respingada, con apariencia madura o jovencita, o si soñabas con alguna actriz porno o celebritie de moda, solo hay que pedirla.
La locura por estos juguetes sexuales ha fomentado la existencia de comunidades de iDollators, léase, fans de las RealDolls. También hay muñecos (superdotados) para mujeres. En fin, mundo éste para haber nacido!