Onanismo, o Gripe A

 

“Por respeto a la pandemia, ofrezco muchos desnudos pero pocos besos en la inauguración de la muestra fotográfica Desnudos sudamericanos, advertía la gacetilla de prensa que envió una editorial a última hora. Y así estábamos en el vernisagge de ayer, copa en mano esquivando a los resfriados, y a los hipocondríacos, que para evitar el contacto tiraban ridículos besos al aire. Yo fui con mi amiga María Luisa que despúes tenía una cita con un docente universitario, aunque empezó a pensar seriamente lo que hacer. Le costó mucho conseguir que la invite a salir … pero el tipo está en contacto con mucha gente, concluimos.

¿Vamos a tener que untarnos con el Pervicol y besarnos por el barbijo?…no, no da, mejor la suspendo.

Cane Rosso/Flickr

Parece que no es broma: si la pandemia avanza ¿qué pasará con nuestra vida íntima?. Mi amigo Julián decidió no ir por 15 días a la milonga (su bolsa de sexo casual), Merchu suspendió los encuentros por chat y Marilú está pensando en comprarse algún juguete, porque… “¿quién nos va a avisar cuándo podremos volver a tener sexo con tranqulidad?”. Cuando en México se desató la fiebre porcina los sexólogos sugirieron que lo seguro era quedarse en casa y practicar el autoplacer en vez de andar de levante por ahí, ya que un touch and go puede ser fatal en estas circunstancias. Adrián Sapetti, sexólogo argentino a quien consulté por esto mismo, sostiene que conviene evitar los besos, las caricias y todo tipo de contacto carnal. Y que nos quedan el onanismo y la monogamia.

Para los que están en pareja corren las mismas advertencias, aunque en situación gripal estar acompañado tiene otras ventajas. Como dijo mi médico, la abstinencia puede ayudar a resucitar las fantasías y el diálogo de una pareja, porque la conversación sigue siendo el alimento básico del amor, y el afrodisíaco más efectivo.