La pasión no necesariamente incluye amor

 

 “Querido (todavía) marido:

Me gustaría hablarte de mi amor por ti, del miedo y la delicia, del puro placer animal que siento por ti (y contigo); de los celos, del orgullo y de la ira que me despiertas a veces”…..

Con esas palabras tan elocuentes resumía Elizabeth Taylor el verdadero lazo que la unía a Richard Burton. Así pues son las relaciones pasionales, amor y odio en idéentics proporciones, pero el ingrediente que amalgama ambos sentimientos es la cama, razón por la muchas parejas sostienen vínculos destructivos. El sexo une y todo lo demás separa, sin embargo algunos creen que eso es amor. Taylor y Burton se conocieron en 1963 mientras filmaban Cleopatra y tal fue el fuego que se desató apenas se vieron (entonces los dos estaban casados) que hasta el Vaticano opinió sobre el tormentoso idilio definiéndolo como “vagabundeo erótico“. Cuando Liz escribió esta misiva, el 15 de marzo de 1974, cumplían diez años de casados y Burton filmaba lejos de la casa que compartían en California. La carta salió a remate en diciembre y me pareció tan ardiente y honesta que no quise dejar de compartirla este sábado gris.

en el sexo, la verdad always arosed via The marveloustalckingmachine

…….” Pero, sobre todo, quiero hablarte de todo el amor que te tengo y del que tú puedas darme -deseo escribir sobre ello, pero no puedo-. Sólo puedo hervir y burbujear y espero que entiendas cómo verdaderamente me siento. De todas formas, te deseo. Tu (todavía) esposa. P.D. Amor, no permitas que nunca más demos por hecha nuestra pareja. Qué te parece esto: ¡10 años!”.

Ese mismo año, 1974, Taylor y Burton se divorciaban, aunque volverían a casarse al año siguiente, para volver a divorciarse en el 76. Qué amor, o mejor dicho, qué calentura!