…palta, me moría de ganas por comer palta, mejor dicho, guacamole, pero como no me sale bien y no hay cilantro por mi barrio, partí con unos amigos a un restaurante mexicano en Palermo joligud. Bonito lugar… los miércoles, cuando hay mesas libres y no tenés que esperar.
Enseguida la moza me trajo un “balde” de guacamole y un Margarita frozen que parecía un iceberg, y mientras mi paladar entraba en el nirvana, al lado se nos sentaba una pareja en evidente estado de primera cita.
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Cómo se nota cuando dos personas salen con segundas intenciones, amorosas, o eróticas. Ella, producida de moderna, él muy acartonado. Al principio hablaban poco, entre silencios prolongados. Se miraban. Nosotros estábamos de espaldas, pero apenas les sivieron la comida, no sé en qué momento, éstos dos soltaron marras y entraron a besarse con un hambre que nos dió apuro. Los burritos se les enfriaron, el frozen quedó hecho agua, y ellos… seguían como si estuvieran solos.
¡Qué desubicados!, dijimos los cuatro, escuchando el concierto de chupones… morados de envidia.
Es muy rico besarse, siempre que el otro sea un ser limpio y no tenga Mononucleosis (la famosa enfermad del beso). Lo sexólogos dicen que las parejas abandonan el rito cuando les sobreviene la rutina, lo que es un grave error porque, además de ser el principio del fin, es un ejercicio saludable: un beso moviliza 30 músculos faciales, sube la presión arterial (ojito, los hipertensos) el corazón bombea más sangre, el escroto produce hormonas sexuales, la serotonina y la adrenalina se disparan… y agarráte Catalina
Dicen también que el labio superior es uno de los rincones más erógenos de la anatomía, que está lleno de terminaciones nerviosas y que en el caso de las mujeres tiene línea directa, mediante un canal, con el clítoris. No sé si es cierto, pero en el Kamasutra que me regaló Marilú hay un capítulo dedicado al arte de besar y hace mención a las reacciones simultáneas en este punto tan sensible. En la antigua China consideraban que besar era un acto sexual en sí mismo, o parte de él, un gesto de la más estricta intimidad, por eso nadie apretaba en público sino en el dormitorio, cosa que en Occidente no sucede, sobre todo entre los adolescentes, siempre urgidos, y en cualquier parte.
Bueno, no solo los adolescentes. Hace un mes una pareja de adultos paralizó el aeropuerto de Newark, EEUU, cuando luego de haber estado a los besos en el preembarque, ella se despide y ya entrando al avión, y él salta el cordón de seguridad para alcanzarla y darle un último beso. Muy romántico, pero la justicia lo ha multado con una temporada de trabajos comunitarios.
En fin. El guacamole estaba buenísimo y el frozen nos puso tan alegres que ni vimos cuándo fué que los vecinos de mesa partieron sin siquiera haber probado los nachos…
PD: Graciass mis queridos lectores, por las felicitaciones y los buenos deseos, apenas tenga la tapa del libro les cuento de qué se trata!!!