Si revisamos nuestra agenda encontraremos varios amigos/as con los que tranquilamente podríamos estrechar el lazo afectivo, digo, si quisiéramos probar la teoría de la Dra Heidi Reeder, investigadora de la Boise State University, quien sostiene que el 76% de los casos de sexo entre amigos nutre, fortalece y sostiene el vinculo inicial, sin deformarlo.
La amistad con beneficios es algo muy de este siglo en el que todos tenemos miedo de mostrarnos tal cual somos ante un desconocido. El recurso del amigo, alguien de confianza que ya nos ha visto en chancletas, nos ahorra el ritual de la seducción en serio, juego del que también podemos salir malheridos. Pero, creo, para acceder a los “beneficios” debe existir alguito de atracción física, más allá de las coincidencias y los puntos de vista que normalmente comparten dos personas. Es decir, de no haber un mínimo de química, más honesto sería recurrir a un juguete sexual, o practicar el onamismo, me parece…
antes de llamar al amigo, tantear si hay “agua en la pileta” Nick Carraway vialavitaebela
Obviamente, antes de dar semejante salto conviene tantear el escenario, saber si el/la amigo/a piensa lo mismo acerca del “beneficio”. De lo contrario…para qué arruinarlo? Sin embargo, la investigación de Reeder dice que lo mejor llega despùes. Del 20% de los hombres y mujeres que dijeron haber tenido relaciones con un amigo al menos una vez en sus vidas el 76% confesó que la amistad creció, y alrededor del 50% de quienes comenzaron una relación de noviazgo con su amigo, se mantiene todavía.
En fin, todo, absolutamente todo, es posible en la viña del Señor