Uno se debe a sus lectores, así que siempre me será grato volver sobre el tema más demandado por la audiencia masculina de este espacio: el orgasmo femenino y sus laberintos.
Un estimado amigo me ha enviado un curioso recuento de las distintas situaciones en las que una mujer puede alcanzarlo, entre ellas, mediante un beso (una de cada cinco mujeres), durante el parto, haciendo gimnasia (el 10%) y yo agregaría bailando tango. Pero empíricamente hablando sabemos que hay mucho mito distorsionando para mal la realidad de la sexualidad femenina, y no lo digo yo, sino los expertos.
con una ayudita a tiempo….Mario Testino Vogue Francia
Según ellos las únicas verdades, hasta el momento incontrastables, son dos, o tres: la primera, que en una relación heterosexual solo el 25% consigue el orgasmo de motus propio y el resto, es decir la mayoría, necesita estímulos y tiempo extra para llegar a la meta, coinciden los estudios clínicos. Y lo FUNDAMENTAL es que no existen dos tipos de orgasmo sino uso solo: “es muy común escuchar hablar de un orgasmo vaginal y otro clitoridial. Pero en verdad, el único órgano que disipa el orgasmo es el clítoris. Lo que sucede es que el orgasmo no se siente en el clítoris, sino en las contracciones perivaginales. De ahí la confusión “ nos dice en su portal una de mis sexólogas de cabecera, Diana Resnicoff. “Es bueno tener claro que pese a que los orgasmos provocados por la masturbación clitorídea se sienten diferentes a los alcanzados con el coito, no significa que sean dos distintos”.
En fin, a la tarea!