En el cajón de las fantasías todos escondemos un “pecadito” sin confesar: alguna vez posamos los ojos en el novio de una amiga, o en la mujer de un amigo. Y viceversa. la ilustracion mas puntual es lo que hizo hace unso años un jugador de futbol se robo la rubia esposa de su amigo y colega. Eso de quitarle la pareja a una persona de tu circulo de amigos se conoce como mate poaching, o compañero de caza furtiva (ilegal) segun la traducción del inglés.
Algunos juran sestar ciegos ante la pertenencia ajena. Que los novios/as de las amigas/os son piezas fuera del mercado. Pero por lo bajo admiten que a veces es imposible evitar la pulsión del deseo. Si eso es mutuo, aunque no pase nada, y nunca vaya a pasar nada entre ellos, posiblemente eso cambie el vínculo de una pareja.
En adelante habrá una tensión sexual contenida, sea por los escrúpulos, la culpa, el remordimiento, o vaya uno a saber. Vas al cine con tu amiga y tu novio, y ellos están conectados en silencio mientras vos mirás otra película. Es normal que suceda. Y no hay culpables: nadie puede controlarlo todo.
Me quedé pensando en esto al releer el comentario de Caro_NQN acerca de mirar y desear lo prohibido, tema que le toca de cerca a mi amiga Marilú, que además de ratonearse al puro cuete con las celebridades de las revistas, es de tejer bufandas de expectativas con hombres no disponibles. Más de una vez amaneció ovillada en cuerpos ajenos. La mayoría de esos affaires quedaron en lo platónico. Otros señores entraron en su juego, y en muy pocos casos encontró lo que buscaba. Tal vez lo suyo era solo un capricho.
chorra de maridos
Los hombres, en cambio, suelen escudriñar los atributos de la nueva mujer de un amigo a veces para aprobarla o desaprobarla….o porque les gustó. Si es así, enseguida tienden a idealizarla (porque no conviven con ella), a desearla morbosamente porque es la mujer que no pueden tener y aunque pudieran, no lo harían, hay códigos, me explica un compañero que de esto, sabe. Eso no impide que la imaginación se dispare y el fruto prohibido se convierta en musa de las fantasías más pervert, agrega. Más si es una mujer con “una vibra muy sexual”.