Después de haber alcanzado el objetivo del altar, muchas parejas se tiran al abandono. Uno se relaja, de eso se trata el amor, además, la pose es una empresa muy difícil de sostener.

Me reía semanas atrás con estos vídeos que circularon en Face y que ilustran los peligros de “dejarse estar” durante en el esplendor del matrimonio, porque convengamos que una cosa es acostarse con los ruleros después de 30 años de pareja, y otra muy distinta es pasearse por la casa con las medias agujereadas al año de convivencia. Seguro que ya los vieron pero los comparto porque me alegraron el opio de este feriado navideño…