Sexo y arquitectura en 1000 m2 para placer

Los albergues transitorios en la Argentina no son otra cosa que la “evolución” de los viejos prostíbulos urbanos que dejaron de funcionar en 1937, cuando entró en vigencia la ley de profilaxis que prohibía el ejercicio del oficio más viejo del mundo. Entonces los amantes clandestinos se quedaron sin un lugar donde hacerlo y ahí, rápidos de reflejos, los inmigrantes gallegos vieron el filón del alojamiento por horas, un negocio que subsiste hasta hoy. La liberación femenina de los años sesenta alentó el auge de estos templos para el amor furtivo, símbolo de la trampa y el pecado.

Recorrí unos cuantos cuando me tocó escribir sobre la historia de los telos amueblados porteños, que después de facturar millones empezaron a caer en desgracia a mediados de los 80, entre otros factores, a causa del SIDA que replegó a hombres y mujeres a la monogamia (por un tiempo). El Viagra los devolvió al circuito. Hoy son una salida para parejas que huyen de los hijos chicos, y para de los matrimonios que necesitan aventar el fuego, también sirve a quienes todavía viven con sus padres. Telúricos, bizarros, modernos, kitsch y con escenarios cinematográficos desopilantes, listos para cumplir cualquier fantasía erótica (como hacerlo en una isla, sobre un caballo, en un carruaje o un tobogán, en la escuela o en la cama de un hospital) siempre me pregunté cómo esos decorados decadentes podían despertar el deseo sexual de alguien. Al menos a mí si alguien me gusta, me importa la estética que rodea su vida cotidiana, y eso define todo lo demás. Puedo lidiar con plantas falsas, sillones de cuerina y pisos de porcelanato, pero me mata el baño con escobita detrás del inodoro y el florero de plástico en el centro de la mesa.

con bata y en la cama, Hefner reiventó desde Playboy la sexualidad americana

Pienso en todo esto a propósito de la primera exposición que acaba de inaugurarse en Barcelona, “1000 m2 de deseo” Arquitectura y Sexualidad, una muestra íntegramente dedicada a explorar la importancia del espacio en los comportamientos sexuales de la sociedad occidental desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Una propuesta brillante y ambiciosa, pues sin duda el escenario impacta en la intimidad de las personas. De hecho cuando pensamos en sexo, lo primero que pensamos en dónde vamos a hacerlo.

La muestra, que está en el Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) descubre cómo se han construido, proyectado e imaginado esos lugares para el esparcimiento carnal a través de dibujos y maquetas de arquitectura, instalaciones artísticas, audiovisuales y libros, e indaga en el poder de la estética sobre el autoerotismo, al tiempo que sugiere su influencia en la creación de los estereotipos que arrastramos. Desde los refugios pecaminosos que describen los textos de Sade, hasta el ideal de las casas colectivas del hippismo, los baños públicos, el cuarto del matrimonio, el departamento del playboy, sexshops, moteles de ruta, saunas y habitaciones para el BDSM, también los espacios virtuales para el cibersexo, como las redes sociales y las apps de citas, todos lugares que invitan a repensar cuál es el lugar del placer en esta sociedad contemporánea.

el sofá de Sade, ideal para.barjsjakeveci sunshine

La vedette de la exposición es una réplica de la cama giratoria del inoxidable Hugh Hefner, fundador de la revista Playboy que redefinió la vida sexual de varias generaciones. Hefner hizo de su lecho su oficina, su sala de reuniones, su living, su mesa, su confesionario y un ring para revolcarse con sus conejitas. Si están por Barcelona, hasta el 19 de marzo se puede visitar. Traigan fotos!

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El 85% de los empleados fantasea con un compañero de trabajo

Desde que las cámaras vigilan los espacios públicos es cada vez más difícil para los fans del cancaneo tener sexo en lugares no convencionales, incluso en el ámbito de trabajo. Hay que estar muy urgidos para dejarse llevar sabiendo que el escenario está “monitoreado” no solo por las cámaras de seguridad, sino también por las computadoras. Sin embargo, los más osados buscan refugio en la oscuridad del baño, en las escaleras o en la sala de reuniones, tal el caso del gerente de una cooperativa local y su empleada que semanas atrás fueron sorprendidos agitándose sobre un escritorio lleno de papeles, como en las películas. El video se viralizó y el hombre salió a pedir disculpas, aunque nada lo salvó de verse con los calzones caídos frente a todos sus subordinados. De acuerdo con un informe de The Wall Street Journal, hace poco los directivos de una start up de EEUU enviaron un mail prohibiéndo expresamente el sexo en la oficina luego de haber encontrado condones usados en las escaleras del edificio, y tras comprobar que una cultura laboral demasiado amigable había impactado en la caída de la facturación, lo que demuestra que el sexo en el ámbito de trabajo puede ser de importancia crítica para un negocio.

Claro, no es lo mismo tener sexo en la oficina que tener sexo con un compañero de trabajo. Lo primero es una imprudencia, lo segundo es lo más común del mundo, pese a que en los reglamentos internos muchas empresas siguen condenando los vínculos entre empleados, más entre los de distinto rango. Sin embargo, según un estudio realizado en 2013 por el sitio de negocios Bussines Insider entre 2500 personas, casi el 80% de los profesionales mantuvo relaciones con un compañero, el 50% dijo haberlas evitado por tratarse de un colega y el 85% dijo haber “soñado” alguna vez con llevarse un compañero a la cama.

dos amores en la oficina es mucho Helmut Newton

La atracción es una fuerza extraña e inevitable, y en el ámbito laboral es un arma de doble filo: al cabo de tantas horas bajo el mismo techo, cualquier ser humano acaba viendo belleza donde no la hay, convirtiéndose el trabajo en un terreno fértil para las infidelidades. Según el sondeo el 92% no cree que se deban prohibir las relaciones entre compañeros, y dos de cada tres considera que no son un problema mientras no afecte la carrera profesional de nadie. Entre los que confesaron haber intimado en el trabajo, casi el 60% dijo haberlo hecho con varios compañeros, solo un tercio con subordinados y el 80% coincide en que esos amores furtivos no afectaron su productividad ni la carrera.

Para Liz Ryan, experta en relaciones laborales de Bussines Insider, el sexo entre compañeros es inofensivo siempre y cuando se de entre pares, haya discreción y no se vuelva una conducta reiterada. Léase, hay que llevarlo con elegancia. Yo en cambio aprecio a los que se abstienen, convencidos de que “donde se come …”

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La humillatrix, o el placer de ser insultado

Nunca hasta ahora había entendido el sentido de las prendas de látex y cuero que usan habitualmente en las prácticas de sadomasoquismo y bondage. Me refiero a esas máscaras tipo Hanníbal Lecter (les dicen “hoods”), catsuits, chalecos, pañales y demás modelitos confeccionados con materiales muy sexys pero que al cabo de un rato, en contacto con la piel, inducen la transpiración o sacan sarpullidos, si se es muy delicado.

Sin embargo la ropa fetichista alimenta el morbo de una elite que goza con ciertos juegos cercanos al sufrimiento físico o psicológico (juego consentido, vale aclarar). A los fans del látex, por ejemplo, les llaman rubbers (del inglés rubber, caucho), tienen su propia bandera (de “orgullo rubber”) y básicamente son de excitarse con solo ver alguien engomado. Claro, una cosa es verlo en una mujer (recuerden a Gatúbela), pues no debe existir algo más deserotizante que un hombre en bombachón y con los genitales asfixiados bajo el caucho. Cuestión es que mirando un reciente desfile de pret a porter íntegramente realizado en látex y dedicado a elevar el outfit del BDSM, entro en el laberinto de la disciplina y oh descubro un oficio novedoso: el de la humillatrix. “A los tíos realmente les gusta la idea de que les arruine la vida” dice Ceara Lynch, experta en denigrar y maltratar mediante insultos, palabras despectivas y escupitajos (spitting o “lluvia plateada”, según la jerga).

la dominatriz Kylie Jenner, Gza Steven Klein Interview Magazine 

 Qué maravilla! Sin dudas en este mundo hay que reinventarse para subsistir, o te come el hambre. Yo misma no me siento capaz ni de levantarle la voz al gato, mucho menos me veo látigo en mano y diciéndole frases hirientes a un señor en cuatro patas, pero el trabajito suena tentador para cualquier chica desempleada: no hay que desnudarse, podemos hacerlo desde casa, pues solo requiere abrir una cuenta de Skype y tener una cámara para grabar videos a medida de la fantasías del cliente. Es los países civilizados las humillatrices ganan hasta 200 dólares por el servicio online. Y digo que es terapéutico porque si te plantó la niñera o se rompió el lavararropas, bueno descargás la bronca y encima ganás dinero!

Lo mejor, es que nadie sale lastimado. Al contrario. Si al cliente lo tratás de “idiota” se calentará de placer, porque justamente es parte de un juego de dominación y sumisiónEl sumiso/a se siente bajo el control del amo/a que con la humillación afianza su poder sobre el/ella, explica un psicólogo en una revista especializada en BSDM. “El placer en estas situaciones tiene un claro componente psicológico, unido a la adopción de un determinado rol y está relacionado con el masoquismo. Las personas dominantes también pueden excitarse al despreciar al otro/a. Estos juegos se realizan dentro de un contexto de confianza, consentimiento y respeto donde cada una de las partes sabe lo que quiere. La humillación solo se practica en una determinada situación, para conseguir un ambiente concreto, dentro de un juego. La autoestima propia del sumiso/a, en una relación sana, no se ve afectada por estas situaciones en las que cada uno sabe que adopta un rol determinado” dice el texto.

Vale aclarar que el fetichismo (sentir atracción por algo que subyace al sexo, sean objetos o costumbres) no implica una patología. Existen clubs y comunidades donde se reúnen los rubbers y consiguen sus citas, pues convengamos que si no estás conectado es difícil dar con alguien afin al sexo no convencional. Respecto de la humillatriz, tan bien le va en el negocio que ya está juntando fondos parar filmar su primera película.

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Sugar babies, o como pagarse la universidad

Definitivamente los domingos por la noche, en lo posible, no hay que leer ni mirar programas de noticias, con perdón de los colegas. Los fines de semana deberían ser un verdadero paréntesis: un limbo de 48 horas completas y corridas dedicadas íntegramente al esparcimiento mental (sexo, aire libre, alimentos calóricos, amigos, y nada más).

Después de escuchar por casualidad un informe periodístico sobre cuánto le cuesta exactamente a cada contribuyente argentino la universidad pública, a la que asisten un 60% de egresados de escuelas secundarias privadas y otra franja importante de extranjeros, pero a la que accede apenas un mínimo de ciudadanos locales de bajos recursos, quién podría juzgar a las sugar babies, jóvenes estudiantes que para financiarse la carrera universitaria cambian sexo por dinero.

Pensar que antes para pagar los apuntes de la facultad una peinaba mascotas en concursos para perros y servía café en bares de mala muerte. Hoy, antes de padecer a un jefe frustrado o esclavizarse de 8 a 18 en una oficina, muchas  jóvenes prefieren hacer de “damas de compañía” (que vendría a ser lo mismo, pero distinto), por llamar finamente a ese trueque de servicios que practica la humanidad desde la época de las cavernas. Nade quiere llamarle prostitución, pero al pan pan, como diría la abuela.

revisando los clasificados, por si sale un trabajito de moza ….lovely

Según un informe de un portal de investigación asociado al diario La Vanguardia, el fenómeno de las sugar babies y los sugar daddies se expande sin pudor ni pausa en Estados Unidos y ahora en España, donde a falta de fuentes de ingresos estables hay cada vez más mujeres de entre 21 y 27 años que buscan hombres solventes de más de 40 con el fin único de costearse un titulo profesional. A cambio de “cariño fijo” ellos pagan sus gastos. Al mismo recurso apelan muchos estudiantes varones, heteros y gais también.

Parece que el sistema o intercambio de beneficios acabó tomando forma y expandiéndose vertiginosamente en los últimos tiempos, cuando un joven empresario vio el nicho y lanzó un sitio para conectar maduros con universitarios en bancarrota. Al decir de Brandon Wade, el visionario celestino, “hay una correlación directa entre el aumento de las sugar babies y la subida de las tasas estudiantiles” en España, aunque podríamos pensar que el fenómeno se viralizó hace rato, habida cuenta de que, pese al halo de duda que lo rodea, el portal está legalmente activo en muchos países.

Mientras haya consentimiento mutuo, cada quien a lo suyo. Lo condenable sigue siendo que los impuestos terminen siempre en el bolsillo de quien no los necesita.

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El riesgo de tener sexo en los baños públicos

Hubo un tiempo en el que los baños de los subtes de Buenos Aires eran escenario para el sexo casual. Si te gustaba un chico que iba en el vagón y bajaba en la misma estación, disimuladamente podías citarlo en los sanitarios para darle rienda a la urgencia. Finalmente se han puesto en valor las estaciones porteñas con unos divinos murales, pero los baños aún conservan su hedor insoportable, por lo que no entiendo cuan inspirador puede ser hacerlo en un baño público (latinoamericano). Aunque por lo visto el lugar tiene encanto mundial. Hace poco nomás al medio scrum de los All Blacks lo sancionaron por tener sexo con su chica en baño del aeropuerto de Christchurch, Nueva Zelanda.

Algo semejante le sucedió a Jamie Barnes, una  vecina del barrio de South Memphis, Tennessee, Estados Unidos, cuando días atrás llegó a su casa y encontró a dos ladrones teniendo sexo en el sofá del living. Robaron todo y hasta les sobró tiempo para evacuar la urgencia. “Lo único que se me ocurrió hacer fue coger una escoba y golpear a ese hombre desnudo” dijo la damnificada, que corrió al hombre a escobazos mientras la ladrona se vestía a la carrera y lograba escapar con el botín (algunas joyas, zapatos y ropa).

Parece que la población de incontinentes sexuales no deja de crecer, pues a cada rato tenemos noticias de individuos que no resisten la tentación de hacerlo donde caiga. Pero ningún lugar podría resultar peor para los incontinentes hipocondríacos que un baño público. Si bien es cierto que es muy dificil pescarse ahí alguna ETS  (enfermedad de trasmisión sexual), la OMS considera que la falta de higiene es uno de los principales factores de riesgo para contraer enfermedades infecciosas. “La superficie de un baño sucio puede llegar a convertirse en un lugar idóneo donde los microorganismos encuentren las condiciones necesarias de humedad y temperatura para poder crecer y desarrollarse”, refuerza Alejandra Pérez-García, del departamento Microbiología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra.

un “vermú” antes del almuerzo familiar  sunshine

Un estudio publicado en la revista Journal of Hospital Infection  con autoría de investigadores de la Universidad de Leeds, Reino Unido, concluye que todo el ambiente es peligroso, no solo el inodoro. “La dispersión de bacterias en el aire es 27 veces mayor alrededor de un secador de manos que en las toallitas papel y peor aún cerca del secador de manos. La misma explicación al descargar la cisterna sin bajar la tapa: las bacterias (fecales y de todo tipo) salen disparadas a modo de aerosol contaminado que puede respirarse o tragarse.  En estos casos hay que entender que lo más probable es que en su mayoría nos traguemos los mismos microbios que nosotros acabamos de depositar, lo que solo será un peligro si padecemos una infección”, agrega el experto del CSIC consultado en una nota del diario El Pais. “Los aerosoles producidos pueden contener el germen que provoca infecciones respiratorias que en las personas sanas suelen resolverse sin graves consecuencias, pero no así en quienes están debilitados por otras enfermedades, en cuyo caso pueden causar mayores problemas.”

Lamento “pincharles” el plan. Pero si van a hacerlo de todos modos, que sea en un baño ajeno conocido. Ejemplo, casas de amigos, familiares, o si es furtivo va el del salón de fiestas o el del teatro. Y no anden con vueltas (nada de previa), no rocen la tapa del inodoro y, claro, eviten el ruido.

 

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Los mayores de 35 tienen sexo en la primera cita

Una encuesta del portal Meetic hecha hace un años atrás entre los usuarios solteros de Europa afirmaba que la gente de menos de 35 años espera una segunda cita para tener sexo, mientras que el 53% de los que pasaron esa edad no espera ni al postre, quizá a sabiendas de que a cierta altura más vale pájaro en mano que cien volando, como dice el refrán. Pese a que la tecnología multiplicó por mil las chances, (solo Tinder genera 1,3 millones de citas a la semana, según datos de la empresa), como destaca el post anterior, tan “volátil” es hoy el mercado sentimental que es alto el número de personas que no logra pasar al segundo encuentro, y a veces tampoco al primero.

Según el filósofo, teólogo y psicoterapeuta alemán Bert Hellinger, conseguir una relación y hacerla durar es muy fácil. Solo hay que incluir en el vocabulario unas cinco palabritas mágicas: sí, gracias, por favor, lo siento y te quiero. A partir de estas fórmulas básicas de cortesía un grupo de investigadores ingleses de The Open University entrevistó a casi 4500 personas y con las conclusiones publicó un libro reciente que explora los secretos del amor duradero The Secrets of Enduring Love: How to Make Relationships Last, y en el que queda demostrado que, efectivamente, en estas épocas, si buscamos permanecer juntos un tiempo, hay que trabajar desde el principio.

mejor una sola copa de vino en la primera cita sunshine

Hace unos días paseando por Tinder para espiar el estado del circuito, volví a comprobar lo delicado del contacto con desconocidos en el mundo virtual. Hay que ir con pie de plomo, hilvanando cada palabra porque nunca sabemos cuáles pueden estallar en un chat. No obstante, como dice Helen Fisher, prestigiosa antropóloga y especialista en conducta humana, hay que lanzarse sin miedo al mundo de las citas. Es un ejercicio de ensayo y error, especialmente útil para los recién divorciados o quienes vuelven al circuito luego de una larga relación.

Tomando algunos consejos de Fisher, va este protocolo unisex básico para salir bien parados de una primera cita. No sé si garantizan la segunda, pero al menos volveremos a casa habiéndolo intentado, lo que ya es bastante!

. No hay que mencionar la palabra matrimonio, o el “me quiero casar” en ningún caso, jamás

.No hablar mal de los ex ni dedicarles espacio en la conversación, menos hablar maravillas de ellos

.Evitar hablar todo el tiempo de uno mismo, por más que el otro quiera centrar la conversación en nosotros

.No conviene preguntar nunca nada relacionado con números: ni la edad, ni el peso ni cuánto gana ni cuánto paga de alquiler, etc. Por más que la persona no se parezca en nada a la foto que mandó por chat (clásico), no preguntar ni sugerir que nos ha mentido

.No mentir datos importantes o bien tomar una sola copa de vino, pues a la segunda la verdad suele empezar a deschavarse (en realidad la idea es no emborracharse en la primera cita)

.No criticar el lugar elegido para la cita, es claramente una señal de que estamos incómodos o decepcionados o, peor, que somos neuróticos

.No mirar al bartender o a la moza con ojos lascivos, por más que tengamos ganas de salir corriendo de la cita, hasta el final

.Si el otro empieza a mirar el reloj a la media hora de haber llegado, señal de que quiere irse. No insistir ni tratar de estirar el encuentro

.Regla de oro: no preguntar si quiere compartir la cuenta. Al menos, no hasta que el otro lo sugiera.

.Poner en vibrar o silenciar el celular, y por supuesto no chuequear mensajes, ni con la excusa de que tu hijo está enfermo

.Si va a haber sexo, en buena hora, hemos amortizado el gasto de energías puesto en la conquista! Eso sí, una vez finalizado el acto, evitar el clásico ¿cuándo nos vemos de nuevo?

 

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En Japón enseñan a los solteros a ser padres

El sexo está sobrevalorado en todo el mundo, salvo entre los jóvenes japoneses que según parece lo “subvaloran”. Las últimas estadísticas oficiales indican que en el país nipón el 42% de los hombres y el 44,2% de las mujeres jamás intercambiaron cariño carnal con nadie. Son vírgenes, de alguna manera, pues es probable que se den al autoplacer, y eso cuenta como sexo.

Más allá de las cuestiones semánticas los datos resultan una gran contradicción tratándose de uno de los países con hábitos y costumbres eróticas bastante especiales. En las calles de algunas ciudades funcionan las buruseras o tiendas que venden bombachas usadas de adolescentes, y es una de las sociedades que más juguetes sexuales consume y diseña, de hecho, los de Tenga, por lejos, son lo más refinado del mercado. No olvidar tampoco que inventaron el Shibari, un juego de sumisión al estilo del bondage y en el que uno de los amantes queda inmovilizado por un intríngulis de cuerdas y nudos imposibles de desatar. Este especie de “tortura” fingida (pues hay límites establecidos y no causa dolor) ya se practicaba en el siglo XV, y por rara Taschen editó un libro dedicado a explorar el misterio y la estética de esta antigua técnica amatoria (acá en la Casona del Sado ofrecen el servicio de Shibari, por si quieren enterarse in situ de qué va la cosa).

Las artistas plásticos también pintaron bellas y explícitas imágenes; y en el cine no se queda atrás. Lo más liviano que recuerdo haber visto es la escena de Lost In Traslation, cuando Bill Murray entra a casa para hombres y queda hipnotizado por las bailarinas de caño.

ojo con hacer Shibari casero sin saber la técnica de los nudos Taschen

Tanto estímulo hace suponer que ha de ser bien alta la población de onanistas, realidad que les ha jugado en contra, ya vemos, y que ahora el Gobierno LOCAL intenta revertir ante la baja tasa de natalidad. Pero entre las estrategias que han puesto en marcha para encenderle la mecha a la población figura un curso de…. paternidad.

En la Universidad de Ikumen de Tokio implementaron clases especiales sobre el “arte de ser padre” con el fin de infundirle ganas a los hombres jóvenes de acostarse con mujeres. Acunando a unos muñecos hiperrealistas los alumnos aprenden los cuidados básicos que exige una criatura, léase cambiar pañales, vestirlos, darles de comer e incluso bañarlos, algo muy amoroso pero deserotizante a los fines prácticos. Además de ponerles un chaleco de 7kg simulando un embarazo, también les enseñan a comunicarse con su pareja. Es que los japos son de pocas palabras.

Eso me recuerda a uno los últimos libros de Murakami, Hombres sin Mujeres. Todas las historias y fracasos sentimentales coincidían en un solo punto: la silenciosa manera de ser de la cultura japonesa. Aunque la falta de diálogo en la pareja no es patrimonio de ningún hemisferio, sino la epidemia del siglo XXI.

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Jugando a la terapia sexual con realidad virtual

Nuevamente he caído en las redes de Netflix, ahora atrapada en una serie nueva sobre relaciones sentimentales. El primer capítulo de Easy presenta a un matrimonio joven con hijos que tiene sexo cada vez más esporádico, y peor, con algunas disfunciones no resueltas en el medio. Para matizar el aburrimiento él mira porno a escondidas y ella guarda en su mesita de noche un vibrador XL. Cuando deciden ponerse a recuperar la chispa, o no les coinciden las ganas o les suenan los celulares. Deciden probar con las fantasías, entonces aprovechan Halloween para comprar disfraces de mucama y de plomero, porque a ella le gustan los hombres que saben cambiar cueritos. Él está excedido de peso, ella es workaholica. Cuando logran coincidir en la cama, advierten que la magia acaba antes de empezar….

Espero que en el segundo capítulo la pareja vaya al sexólogo, invente algún otro truco o de última que recurra a este novedoso juego de terapia sexual con realidad virtual inventado por un emprendedor del cine porno, mientras tomaba un curso para perder el miedo a volar. Todd Gilder descubrió que el pánico escénico, las fobias, el miedo a la intimidad y la falta de deseo están asociados a la ansiedad, la misma que provoca subirse a un avión. “Empecé a pensar en aplicaciones que la usasen para hacer frente a otras fobias y a problemas de bloqueo, específicamente sexuales” explicó el hombre en una entrevista reciente. Así nació Virtual Sexology, un programa de 8 videos que trata temas puntuales como la respiración, los ejercicios de Kegel, técnicas para prevenir la eyaculación precoz, avivar el deseo etc etc etc. Todo muy bien intencionado hasta que aparece en pantalla el guía o “coach”, nada menos que una actriz multipremiada que ha filmado más de 150 películas XXX. Pero nada es porque sí. Gilder cree que si podés romper el hielo con una mujer semejante, la real realidad será pan comido.

Halloween erótico poco Easy 

Virtual Sexology una manera lúdica de “hacer frente a innumerables temas, incluyendo el miedo a la intimidad, la eyaculación precoz, la disfunción eréctil y la pérdida del deseo o de la excitación” aclaró el autor del proyecto, que convocó a un sexólogo para darle un sesgo médico al juego. Con los videos viene incluido un artefacto que, una vez colocado, puede sincronizarse con los movimientos y las indicaciones de la conductora vestida de secretaria ejecutiva (lamento que hayan estereotipado así al oficio de las asistentes).

Gilder insiste en que no es porno, o en todo caso es porno terapeútico. “La pornografía no es educación, la pornografía es entretenimiento. Con Virtual Sexology estamos tratando de cerrar esa brecha entre la educación y el entretenimiento. Esta primera versión contiene técnicas útiles para hacernos amantes mejores y más atentos” aclara. Ojalá cumpla esa meta, pues si algo ha estropeado el cine para adultos es la vida sexual de las personas, mal educando y creando insatisfacción a varias generaciones de hombres y mujeres.

 

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Crean un clítoris en 3d para educar a los franceses

El clítoris vive sus quince minutos de fama. En el circuito académico se ha vuelto lo que una “celebridad” de alfombra roja, o al menos nunca antes se le había prestado tanta atención como en los últimos años, cuando dejó de ser palabra tabú para convertirse en objeto de estudio, y en producto de mercado.

En ambos casos, en buena hora. Así como es importante saber lo que es bueno para los riñones o el corazón, es vital para la salud emocional del ser humano conocer de qué va este pequeñísimo órgano diseñado únicamente para el placer femenino. Con fines más altruistas que éstos, meses atrás una científica presentó en sociedad una versión del clítoris en 3d que servirá de apoyo en las clases de educación sexual que se imparte en las escuelas primarias y secundarias de Francia. “El pene y el clítoris son órganos homólogos y funcionan de la misma forma, pero el clítoris está ausente en muchos libros de texto escolares que representan los genitales masculinos y femeninos”, afirmó Odile Fillod, autora del proyecto. 

una versión mini del miembro viril Foto Elmundo.es

“Es importante que las mujeres tengan una imagen mental de lo que realmente pasa en sus cuerpos cuando son estimuladas. Entendiendo el papel del clítoris pueden empezar a dejar de sentirse raras cuando no experimentan placer con la penetración. Las mujeres tienen erecciones cuando están excitadas, solamente que no se pueden ver porque la mayor parte del clítoris es interna. Quiero también mostrar que los dos sexos no son, fundamentalmente, tan diferentes como creemos” agregó la científica.

Pensado a escala real (aunque faltan sus más de 8000 terminaciones nerviosas y sus más de 10 mil conexiones) desde mayo está disponible en Internet y en forma gratuita para todos los docentes del mundo que quieran descargar el archivo, e imprimirlo. Fillod considera que el artefacto será clave para la prevención luego de comprobar que entre los jóvenes existe un alto nivel de ignorancia sobre aspectos básicos de la salud sexual. Según un sondeo realizado en Francia, solo tres de cada 10 personas de entre 18 y 25 años desconocen que las enfermedades de transmisión también se contagian a través del sexo anal, por ejemplo. “Se cree que el clítoris es una especie de grano pequeño con uno o dos centímetro de largo, como máximo, y eso es lo que se muestra en los diagramas. Entonces le pedí a una artista, Marie Docher, que hiciera un modelo en cera. Pero ella sugirió utilizar una impresora 3D” contó Fillod, y aclaró que se puede bajar entrando a la web SVT-egalite, un sitio creado en Francia por los profesores de biología para compartir información.

Es un paso adelante si recordamos que décadas atrás en las horas de Ciencias Naturales nos ponían a diseccionar sapos y palomas solo para entender cómo respiran, una práctica tan inútil como cruel. En aquellas aulas nadie se atrevía a mencionar la palabra sexo. Hoy en muchos sistemas educativos (salvo en los países nórdicos, como Noruega, donde están a la vanguardia) se sigue discutiendo si es tarea de la familia o si le cabe a la institución formar seres sexualmente felices y responsables.

En cualquier caso, el tema ya está instalado. 

 

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Prácticar yoga mejorar la calidad del orgasmo

Me han invitado a un Festival de Yoga en los bosques de Palermo, y aunque no soy muy de meditar y relajar, sé que esta disciplina es sumamente poderosa para aquietar la cabeza y calmar los demonios pero, sobre todo, mi gurú en la materia jura y perjura que el yoga no solo abre el apetito sexual sino que la práctica continua ayuda a aumentar el placer. Según mi yogui amiga (y los investigadores de la Escuela Médica de Harvard, en ese orden) la repetición de ciertas posturas o “asanas” durante al menos doce semanas seguidas logra despertar el deseo, la excitación, mejorar la lubricación y obtener más orgasmos en las mujeres de 22 a 55 años. Tomen nota!

Claro que no hace falta la bendición de la ciencia para confirmar las bondades de esta milenaria disciplina oriental que ya en la India, patria del Kamasutra y el Ananga Ranga, es tan cotidiana como el curry. No porque sí allí se han escrito estos best sellers del erotismo. A Occidente le cuesta creer, pero la investigación que da el veredicto se hizo hace unos años entre 40 mujeres casadas o con pareja estable que durante un periodo de tiempo se prestaron a practicar 22 de las posturas del yoga. Al cabo de ese tiempo no solo demostraron estar de mejor ánimo y tener buen tono muscular, sino que aquellas que bordeaban los 50 confesaron además sentirse estimuladas y haber conseguido varios orgasmos en una sola sesión. Otra investigación publicada en The Journal of Sexual Medicine mostró que el yoga también beneficia a los hombres ayudándolos a controlar la eyaculación precoz.

tampoco era para tanto! flexigirls.Pinterest

Lo que ignoro es si las posturas más recomendadas para los fines eróticos abarcan todos los tipos de yoga, me refiero, y con perdón de los expertos, si se encuentran en el repertorio del ashtanga, el  iyengar, hatha y las demás variantes que invitan a practicar este domingo en el festival. Según los yoguisUpavistha Konasana, Setu Bandhasana (o la pose del puente que trabaja los músculos del suelo de la pelvis, permitiendo orgasmos intensos), Padmasana (la figura del loto promueve la flexibilidad de los músculos de la cadera y los muslos, fundamentales para la agilidad), Halasana (el arado, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro mejorando el estado de alerta, además baja el riesgo de lesionarse en el encuentro), Garudasana (mejora la circulación en la zona cervical, lo que puede aumentar la sensibilidad durante el acto) y Utthan Pristhasana (como el loto, el lagarto da flexibilidad en las caderas y pelvis) son las posturas para repetir a diario, en lo posible.

Para los interesados, la cita es este domingo en Av. Libertador y República de la India, desde las 12. Es gratuito y el que quiera puede llevar alimentos no perecederos para donar a los habitantea del Chaco, a través dela fundación Argentina Ayuda a Argentina.

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