Quién te ha visto y quién te ve. De pasar una temporadita curando la adicción al sexo (ésa que le vino por creerse el papel en Bajos Instintos), a decir abiertamente en un reportaje que sin la pepa de Viagra, no llega a la meta. Pero al actor Michael Douglas, y a cualquier otro ser masculino, esa confesión lo enaltece.
Además de bajarse del mito del homo erectus, al hacer públicas sus necesidades desacraliza un asunto que hoy abochorna a más de un caballero, cosa que no debería suceder, porque sabido es que hasta los de 30 consumen la pastillita (a veces, peligrosamente combinada con alcohol y drogas) para aumentar el vigor o no fallar al momento de la performance.
Los sexólogos dicen que la ingesta de 25 mg de Sildenafil al día es inofensiva y altamente rendidora, pero en casos de necesidad real y no para desafiar récords. Aunque, por supuesto, la pilule no actúa automáticamente. No es: la tomo y pum, aquí estoy. Sin voluntad la cosa no arranca, y hete aquí el meollo del problema: a muchos hombres , como también a las mujeres, les faltan ganas.