“Las chicas buenas van al cielo, las malas van a todos lados” era la frase que hizo célebre a Helen Gurley Brown, editora por más de 30 años de la legendaria revista Cosmopolitan, literatura femenina de cabecera para muchas generaciones de norteamericamas. La revista subió al podio de las ventas cuando esta mujer nacida en Arkansas y que ayer falleció a los 90 años, cambió radicalmente el norte de la publicación que, hasta su llegada, habia sido recatada y conservadora. Gurley no fue un visionaria: era inteligente, lo que a veces basta para poder transformar cualquier realidad. Y eso hizo.
En 1965, cuando todavía las chicas soñaban con casarse y tener la casa, los hijos y el perro, desde las páginas de la revista estimuló a las jóvenes a disfrutar la soltería, a tener sexo sin esperar al matrimonio y a buscar el crecimiento profesional, algo que supongo habrá infartado a más de una madre.
Helen predicaba con el ejemplo… foto Gentileza Gossippbucket
“Helen Gurley Brown era un icono. Su fórmula para dar consejos directos y honestos sobre relaciones, carrera profesional y belleza revolucionaron la industria de las revistas“, escribió con toda justicia Frank Bennack, vocero de Hearst, el grupo propietario de Cosmopolitan.
La señora predicaba con el ejemplo: se casó con un hombre a su medida, el productor de cine David Brown, que la animó a ser ella misma y con quién escribió obras de teatro, series de televisión, guiones, libros y revistas para mujeres solteras, entre ellas Femme, cuyo concepto editorial definió su ingreso a Cosmopolitan. Se retiró en 1997 y en enero de este año, la anciana donó 30 millones de dólares a las universidades de periodismo de Columbia y Stanford para la creación de un instituto de innovación en medios de comunicación.
Yo creo que las chicas malas también van al cielo, sin duda!