Maldito Facebook

 

Yo contenta con mi libro, y mi amiga Tota, mustia de tan triste. Iba a ir a la presentación el martes pasado, pero no apareció. No estaba de ánimo. Se enteró que el señor con el que está viviendo un “amor casual” desde hace medio año tiene, además de ella, otro “amor casual”. En simultánéo, digamos. Ya sabemos que la monogamia es un estado difícil de sostener para algunos, pero la otra punta del triángulo amoroso resultó ser una mujer muy “expansiva” que en Facebook se declara públicamente en “una relación abierta con fulanito”.

Y la Tota no sabía que la cosa era tan open

the Ingoing

¿y ésta? ¿de donde salió? The Ingoing via ponyXpress

Eso te pasa por morbosa, cariño … ¿quién te manda a perder el tiempo navegando en la vida de seres a los que nos conocés, y ni que planeabas conocer?

En fin. Que la red social más grande del mundo es un cojinche que destruye autoestimas y parejas, no es nada nuevo. Pero muy distinto es que pretendan convertirla en una variante de la honestidad: él le dijo que nunca ocultó nada, que por eso su Facebook “no tiene candado”. Que si tuviera algo que esconder, su perfil estaría protegido…

…respuesta sicópata, la del sujeto. Podría haberlo comunicado in person o dejarlo entrever, así el baldazo de agua no te moja del todo…  ¿ o hay que estar en Facebook para enterarse cual es el rótulo de la relación o el estatus afectivo de la persona con la que estás involucrado?

Gregory Crewdson via Kulture Flash

había otra escondida en el placardGregory Crewdson via Kulture Flash

No quiero parecer pesimista pero, si a los fines románticos, Internet 2.o acabará legitimando el desamor y la cobardía de hombres y mujeres que no tienen don de gentes. Convengamos que es duro escuchar que no van a darnos la “exclusiva sexual”, y convengamos que, de tan encandilada, mi amiga no vió lo absurdo de pretender semejante cosa de un hombre que le lleva 20 años pero que a los 56 se viste como uno de 20 y sale de “pesca” por los bares de Las Cañitas con una banda de amigos contemporáneos que, como él, se niegan a crecer. Pero ésa es otra historia. Lo que acá nos importa son las formas básicas de la comunicación.

Días atrás, leyendo los cables de agencia, me entero de que en Jordania las autoridades religiosas están alarmadas por la creciente cantidad de matrimonios que se piden el divorcio via mensajitos de texto, algo devastador si no te habían avisado.

Le digo a la Tota no le queda otra que controlar su adicción al vicio electrónico: Facebook