En 2012, a través de la lectura del Boletín Oficial, comenzamos a detectar precios elevados en las contrataciones directas para la construcción de stands de una feria organizada por el gobierno nacional que recibe el nombre de “Tecnópolis” y que funciona como una megamuestra de ciencia, arte y tecnología inaugurada en junio de 2011 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Funcionarios que contratan a sus propias empresas para la feria
En marzo de 2013 comenzamos a investigar una pista que alegaba que Ariel Santamaría y Claudia Risolía, dos funcionarios del Ministerio de Planificación Federal, tenían una empresa (Multideas S.A.) que había sido contratada por la Subsecretaría de Vivienda,dependiente de esta unidad, para el montaje del stand del organismo y las actividades que se desarrollaron dentro de este.
Comenzamos a realizar una búsqueda en la web para obtener datos públicos sobre ambos funcionarios y su empresa. Esta última, en su sitio web informaba sobre la realización de actividades y eventos en el interior del predio y para esa subsecretaría. Mediante escribano, procedimos a la captura de las pantallas más relevantes para el artículo.
En paralelo, y con el objetivo de conseguir el documento público de la contratación, ingresamos un pedido de acceso a la información pública para solicitar el listado de las empresas proveedoras de algún servicio en el ámbito del stand o que hayan participado en la construcción del mismo. Se presentaron dos solicitudes similares, firmadas por periodistas distintos, pidiendo de modo diferente la misma información. Ambas fueron respondidas de igual modo.
Se comunicó que no se había contratado a ninguna empresa, puesto que esta subsecretraría firmó un convenio con dos universidades para que se encargaran de todo lo relacionado con Tecnópolis.
Cuando comenzamos a revisar los papeles enviados, detectamos que la persona firmante como responsable suplente por la subsecretaría era Claudia Risolía, funcionaria del ministerio de Planificación y una de las dueñas de Multideas S.A.
El siguiente paso, consistió en intentar encontrar el vínculo entre los dos. De este modo, decidimos pedir las declaraciones juradas patrimoniales de ambos funcionarios en la Oficina Anticorrupción. En ese momento, por la normativa vigente, las personas obligadas a entregarlas tenían que declarar a sus cónyuges y/o convivientes.
Por su cargo, Claudia Risolía no debía presentar este documento pero Ariel Santamaría, sí. En los papeles públicos, Santamaría informaba que Risolía era su conviviente y que ambos tenían participación en la empresa Multideas S.A.
Además, al ser consultado en los papeles sobre si su empresa tenía contratos con los organismo en el que se desempeñaba, el funcionario lo negó.
En definitiva, lo que sucedió en este caso fue que quién firmó el convenio con la universidad para transferir los fondos, los recibió luego como accionista de la empresa contratada.
La nota fue publicada el 5 de junio de 2013 e incluyó un embebido con el convenio de la universidad, donde se destacó el nombre de la funcionaria implica y el monto del contrato. Además, se publicaron pantallas del sitio, un video y la última declaración jurada de Ariel Santamaría con la información de la empresa y la participación de su mujer.
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La empresa con domicilio fantasma
Luego de la investigación anterior, seguimos buscando contrataciones relacionada con Tecnópolis y la Subsecretaría de Vivienda en el sitio web de la Oficina Nacional de Contrataciones. Allí detectamos que en 2012, el organismo adjudicó a la empresa SAI Servicio Asesoramiento Iluminación SRL la construcción de la estructura del stand por más de 13 millones de pesos.
Luego de chequear algunos datos sobre esta empresa, se verificó personalmente la inexistencia del domicilio que se declaraba en el Boletín Oficial.
Esta vez, para realizar las actividades relacionadas con el predio, la Subsecretaría de Vivienda firmó otro convenio, pero con la Universidad Nacional de la Matanza y por unos 15 millones de pesos.
La nota fue publicada el 6 de junio de 2013 e incluyó la copia del documento del convenio, el cual fue obtenido a partir del pedido de acceso a la información al que se hizo referencia en la nota anterior. Además, se acompañó el texto de un video del stand.
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La dueña de la empresa millonaria
En esta nota seguimos investigando un poco más sobre la empresa hasta indagar acerca de su constitución. De este modo, y a través de una búsqueda en los Boletines Oficiales de 2012. detectamos la realización de un cambio en la composición societaria poco después de la adjudicación de aquellos 13 millones de pesos que fueron a parar a SAI Asesoramiento Iluminación.
Se llamó a la dueña actual y se generó un encuentro con ella. La mujer, cuya identidad preferimos preservar en la nota, tenía 22 años y vivía en una zona muy carenciada. Al ser consultada sobre si conocía a una de las accionistas anteriores, informó que se reunía con ella periódicamente y ésta le daba dinero y le prometía trabajo.
La nota contando esta historia se publicó el 10 de junio de 2013 e incluyó una copia del convenio de la Subsecretaría de Vivienda con el la Universidad Nacional de San Martín, imágenes del stand y documentación de la adjudicación de la contratación a SAI Asesoramiento Iluminación.
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