Esta semana estuve leyendo Brideshead Revisited (Retorno a Brideshead), del escritor inglés Evelyn Waugh. Antes que nada quisiera aclarar que voy a contar partes muy importantes del argumento de su novela, así que si alguien está interesado en leerla y no quiere que saber nada de antemano, salga del artículo.
Fuente: http://www.clivejames.com/books/shadows/waugh
Retorno a Brideshead es una novela narrada por un agnóstico, Charles Ryder, que se hace amigo de Sebastian Flyte, un alcohólico en ciernes, en la universidad de Oxford, y conoce a su familia. Los Flyte, nobles católicos, son una familia disfuncional: dos hermanos muy practicantes (Cordelia y Brideshead, el heredero) y dos aparentemente libertinos (Sebastian y Julia), una madre muy devota y un padre ausente, que se separó de su mujer y se fue a vivir con su amante a Italia.
Durante la época universitaria, Charles empieza a frecuentar la mansión de la familia, Brideshead, mientras Sebastian va aislándose cada vez más de la familia, escapando y gastando toda su plata en la bebida. Su hermana Julia empieza a salir con Rex Mottram, un hombre de grandes ambiciones políticas y sociales, que busca una esposa como otro paso más en su ascenso social. Mottram quiere primero casarse por la Iglesia católica, y se hace catecúmeno para bautizarse. Al descubrirse que ya estuvo casado anteriormente, y que por lo tanto no puede casarse por la Iglesia, termina volviendo a la Iglesia Anglicana y se terminan casando así.
La madre, ya muy enferma, se muere, Sebastian se escapa a África después de varios intentos de rehabilitación, haciéndose amigo de soldados de la Legión Extranjera, y la familia pierde el contacto con él.
Ante la pérdida de contacto con su amigo, Charles deja de ver a los Flyte. Se casa con una amiga de Julia, una mujer hermosa pero frívola, que promueve su obra como manera de promoverse a si misma y le es infiel. Cansado de su matrimonio, vuelve a retomar el contacto con Julia en un crucero, e inician una relación.
Ambos planean divorciarse de sus parejas y casarse otra vez. Con el clima internacional enrarecido, Lord Marchmain, el padre de los Flyte, regresa a Inglaterra y cambia su testamento para dejarle la mansión a Julia. Cordelia regresa de España (había sido enfermera durante la Guerra Civil Española) y trae noticias de Sebastian: después de mucho vagabundear apareció en la puerta de un convento en Túnez pidiendo ser ordenado sacerdote. Flaco y envejecido, es rechazado por los religiosos, pero en los lapsos de razón que tiene entre borrachera y borrachera vuelve al convento pidiendo una y otra vez que lo dejen irse a misionar con ellos a algún lugar remoto de África. Finalmente lo dejan ser el portero del convento.
Marchmain enferma gravemente, y busca estar siempre acompañado y con luz en su habitación. El miedo a la muerte lo aterroriza, y echa al sacerdote que le llevan sus hijos más devotos para darle la extremaunción. Charles se opone con fuerza a esa acción, viéndola como un chantaje o una manera de calmar las consciencias de sus hijos. Ambos le explican que el sacramento necesita de la voluntad del que lo recibe, de un acto de arrepentimiento del mal que causó la persona y de un acto de contrición (proponerse no volver a hacerlo), pero Charles sigue sin convencerse.
Cuando Marchmain ya está moribundo, y Charles ve como Julia quiere también que su padre acepte el sacramento, empieza a rezar aunque sea para que los hijos queden consolados. El sacerdote le aplica el crisma al anciano, recita las palabras y todos ven como, aunque al principio parezca que se lleva la mano a la frente para lavarse el crisma, en realidad comenzó a hacerse la señal de la cruz.
Conmovidos por la escena, Julia y Charles deciden no casarse y cometer el mismo error que el padre de ella, y deciden separarse a pesar de amarse profundamente.
Un par de años después, con la Segunda Guerra Mundial ya comenzada, Charles es asignado como oficial a un puesto militar en la campiña inglesa. El lugar resulta ser la mansión de los Brideshead, requisada por el ejército, y la capilla, que había sido clausurada después de la muerte de Lady Marchmain, fue abierta de nuevo para uso de los soldados del regimiento. Charles piensa que el esfuerzo de las personas que construyeron la mansión, si bien por muchos años parecía que había sido en vano, valió la pena.
Para esta entrada dejo al final esta frase para reflexionar. La frase pertenece originalmente a un cuento de Chesterton del Padre Brown, pero Waugh lo aplica a la gracia, el regalo de Dios de la fe:
“”I caught him, with an unseen hook and an invisible line which is long enough to let him wander to the ends of the world, and still to bring him back with a twitch upon the thread”.
“Lo tengo agarrado con un gancho y un hilo invisibles, tan largos que puede irse hasta el fin del mundo, y de todas maneras traerlo de vuelta con un pequeño tirón.”