Algunas noticias recientes nos permiten una idea de lo que (probablemente) veremos de Nokia en el próximo año. Primero, será una compañía más chica (en la última purga se van 800 trabajadores, y nada hace creer que ahí termine la cosa) y más modesta en sus aspiraciones; aunque obviamente seguirán muy interesados en ser los más grandes del mundo en lo suyo, los sucesivos baldazos de agua fría que les tiró la industria móvil en los últimos dos o tres años habrán, espero, hecho recapacitar a más de uno.
No tanto como para pasarse a Android (como casi le pidió Andy Rubin, el capo de Google a cargo de este sistema operativo, en la conferencia Dive Into Mobile) o sacar una línea de equipos con Windows Phone 7 (como sugiere Eldar Murtazin, un periodista ruso conocido tanto por tener muy buena información sobre Nokia -y otras compañías- como por difundir cosas que después quedan en el camino; acá hay un buen análisis en inglés, de los también rusos de UnwiredView), cambios que dudo que alguna vez sucedan, pero se ve que en la compañía están intentando por todos los medios tener números más positivos.
En lo que a los teléfonos refiere (que es lo que nos interesa, caramba) no creo que pierda su posición dominante global en los segmentos bajo y medio (si la recepción general del C3 sirve de guía, van por buen camino) aunque están siendo golpeados en algunos mercados clave (India, por ejemplo, donde surgieron varias compañías locales con equipos muy económicos). Seguir leyendo













