Caminando por la calle (cada tanto me toca) me encontré con un cartel de Movistar promocionando el Motosmart Flip, la respuesta de Motorola a los que creen que los teléfonos con tapita son algo del milenio pasado.

Es un equipo inusual, que toma el ilustre linaje de los A1200 y A1600 de Motorola, que hace no tantos años tuvieron buena recepción en el país, y que combinaban un pseudo-smartphone con una pantalla táctil (resistiva) y una tapa transparente.

Más cercano en el tiempo (y en prestaciones) está el BlackBerry Style 9670, que RIM anunció en 2010 y que nunca llegó a estas costas.

Pero el que está aquí y ahora, y con Movistar a $ 849 con un plan de 199 pesos es el Motosmart Flip XT611, que ofrece Android 2.3, 512 MB de RAM y un chip a 800 MHz, una pantalla táctil (capacitiva) de 3,2″ y 320 x 480 pixeles, además de 3G, 2G cuatribanda, Wi-Fi, GPS, cámara de 5 megapixeles (que graba video en resolución VGA) y cámara frontal para videollamadas. También tiene ranura para tarjetas microSD, algo crucial si -como notaron en GSMArena.com- la memoria interna es de solo 150 MB. Y la tapa, por supuesto, que es transparente  permite ver la pantalla del móvil aun si está cerrada (desconozco de qué material está hecha)

La batería de 1540 mAh permite tener 9 horas de llamadas o 500 horas de espera, según el fabricante. Las dimensiones son de 110 x 58,5 x 13,9 mm (cerrado, supongo).

En la página de Movistar figura que tiene radio FM pero hasta donde pude ver -en la página oficial de Motorola, por ejemplo- esto es incorrecto.

No es precisamente un avión, pero sería difícil que lo fuera con ese precio. No soy muy amante de los equipos con tapa, y menos después las pantallas táctiles, pero seguro hay gente a la que le resulta la alternativa ideal, y está bueno que Motorola (y otros fabricantes) miren cómo desviarse del formato de los smartphones modernos y darle una vuelta a un concepto clásico, y a esa acción tan analógica, tan instintiva, de terminar una conversación o una tarea poniéndole la tapa a la herramienta.