Me enteré la semana pasada, vía Twitter, que falleció John Karlin, cuya existencia ignoraba. Su obituario en el New York Times, sin embargo, demuestra que era un tipo sumamente interesante.
Karlin (nacido en Sudáfrica, y que emigró de grande a Estados Unidos) era un psicólogo industrial que trabajaba en Bell Labs (una usina de maravillas tecnológicas a mediados del siglo pasado, parte de AT&T, hoy Alcatel-Lucent). Se lo considera un pionero en tratar de adaptar la tecnología -y su interfaz, su modo de uso- a la conveniencia de los usuarios, y no al revés, como era la costumbre de la época. Y entender -como dijo en una conferencia- que si los usuarios no se quejan no necesariamente es porque estén conformes o usando la configuración óptima de una herramienta. Seguir leyendo











