Google ahora permite instalar, en cualquier teléfono con Android 4 o superior, el teclado estándar de Android. Parece una contradicción, pero no: cada fabricante puede instalar el teclado que se le antoje y eliminar el de Google; tanto Samsung como HTC, Sony, LG y Motorola, si no recuerdo mal, hacen su propia interpretación de qué es un teclado de Android.
Ahora el usuario puede usar esos, el de Google o -mi recomendación- probar con Swype o Swiftkey, aunque estos dos son pagos. Pero valen la pena.
Con esta y otras aplicaciones en teoría clave (el cliente de Gmail, del Calendario, Chrome) Google logra que ciertas partes del sistema operativo queden independientes del fabricante y dependan de su creador (es decir, Google), y logran así una vinculación más directa entre la compañía y sus usuarios.
Nokia, con un camino inverso, también está encontrando la manera de ser Nokia: una actualización para algunos de sus teléfonos Lumia (los que tengan pantalla OLED) recuperará una idea brillante, que no entiendo como los demás competidores no implementaron, pero que Nokia ofrece hace años en Symbian e incluyó en el N9: el mostrar información con la pantalla apagada: la hora, la batería, llamadas perdidas, mensajes, etcétera. Lo más cercano es una función del Galaxy S4 que enciende la pantalla con un gesto sobre uno de sus sensores o (como apuntan varios en los comentarios, y como yo comenté -y olvidé-, está NoLED para tener algo similar en Android).
Brillante la idea de Nokia, porque no hay que activar la pantalla para saber si “pasó algó”. Y es clave el uso de OLED (o AMOLED, claro) porque la pantalla en negro consume muy muy poca batería, y esta función, como pueden atestiguar los usuarios históricos de Nokia, casi no tiene impacto en la batería.
Y también vuelve el doble toque para desbloquear el teléfono, como ofrece el N9 (y el móvil de Jolla). Llegará como una actualización para el 920 (conocida como Amber), ya está disponible en el 925 (aunque con menos notificaciones disponibles, al parecer) y es uno de los caminos que Nokia eligió para diferenciarse del resto de sus competidores en Windows Phone 8 (y eventualmente en el resto del mercado).