Esta semana comenzó, en Estados Unidos y parte de Europa y Asia, la distribución del Apple Watch, con lo que las redes sociales y los sitios de tecnología se llenaron, una vez más, de unboxings, guías para el usuario primerizo, etcétera. Reacciones hay de todo tipo -muchas, cercanas a la evaluación cauta de las reseñas profesionales, aunque con la lógica emoción del chiche nuevo-.
Mientras, Google aprovechó para anunciar una próxima versión de Android Wear que, entre otras cosas, permitirá el uso del Wi-Fi para recibir notificaciones en el smartwatch aún si el teléfono -que es el que hasta ahora le envía los datos vía Bluetooth- está lejos. Genial para andar por la casa sin llevar el teléfono encima. Sony y Motorola ya confirmaron que estará disponible para sus relojes en breve.
La otra noticia de Google es que se transformó, en Estados Unidos, en una operadora virtual: ofrece un abono de datos sin costo extra por roaming -aunque con menos ancho de banda si vas a los 120 países, incluyendo la Argentina, donde tiene cobertura- y, como otras, te devuelve los datos no usados en forma de crédito. No es barato, pero no tiene contrato de permanencia. Las reacciones son variopintas; acusaciones de que viola la neutralidad de la red (por ahora sólo se puede usar con un Nexus 6), creer que es el peor error que cometierion las telefónicas que participan, etc. Aunque comparto el concepto de que lo que logra Google es ser un intermediario entre las operadoras (que ya no importan, porque son sólo proveedoras de servicio) y el usuario. El problema, como dice Jan Dawson en este análisis brillante previo al anuncio (pero 100% relevante a posteriori) es que las telefónicas siguen ganando de una u otra forma, y siempre pueden romper esto; si lo aprueban, es porque la apuesta de Google es suficientemente acotada compara no ser peligrosa.
Durante la semana Sony presentó un Xperia Z4 para el mercado japonés, con la expectativa de que mostrará en breve una segunda variante para el mercado internacional. El teléfono mantiene las líneas del Z3 (que, a propósito, será presentado en la Argentina en mayo próximo) y actualiza el hardware -pantalla Full HD de 5,2 pulgadas, chip Snapdragon 810, cámara de 20,7 megapixeles- sin demasiadas sorpresas, salvo el inesperado estabilizador óptico de imágenes para la cámara frontal de 5 megapixeles.
Otra compañía que hizo ruido fue Nokia: toma fuerza un rumor -que hace ya un tiempo viene dando vueltas- de que la compañía presentará un smartphone a principios del año próximo, con el mismo esquema que la tableta N1: hacer el diseño y dejar que Foxconn se encargue de la apuesta monetaria fuerte (fabricación, distribución y venta). La tableta N1 tenía buen diseño y un launcher propio; para el smartphone Nokia debería, quizás, hacer algo más, porque smartphones Android con buen diseño hay muchos. La compañía respondió oficialmente diciendo que no planea fabricar ni vender teléfonos, pero el brevísimo texto no desmienta de que hagan algo como con la tableta N1 (Reuters).
Mientras la Secretaría de Comunicaciones informó que sancionará a Movistar por los cambios en los planes de datos de 1,7 millones de usuarios; Whatsapp habilitó las llamadas de voz para usuarios de iPhone; y la (para mí) ignota compañía australiana Guvera presentó su servicio de streaming de música en el país (33 pesos por mes o un sinfín aleatorio de música). Seguir leyendo →