Con Olga en el renovado Café Martinez de Av. De Mayo al 600
Las herencias no se pierden, dice Olga Martínez Salas, hija única de Justa y Atilano Martínez, creador de la marca en el país a quienes recuerda con permanente amor.
Eran adelantados para sus tiempos. De ellos recibí lo más importante: el culto a la familia, a la amistad y a la generosidad. No se puede ser del todo feliz si el otro, cercano a nosotros, no lo es.
Olga tiene 86 años y una bella historia activa, siempre cercana a las mujeeres en el tema de la femineidad. En la actualidad, acompaña a colegas a través de la corrección de escritos que se los leen por teléfono (tiene disminuida la visión).
Disfruta de la vida, de sus 6 hijos, 12 nietos, 8 bisnietos, toma el cafecito en el histórico primer café, de la calle Talcahuano al 900 en cuyo umbral solía jugar de pequeña. Estudió psicología, se casó con el doctor Eduardo José Salas, uno de los grandes psicoanalistas de niños del país, se doctoró y selló su carrera como psicoanalista en la APA, sin dejar de estar presente, en el emprendimiento del café.
Los comienzos
En 1928, los Martínez llegaron desde Asturias presintiendo tiempos difíciles en España. Recorrieron las avenidas, los bares y observaron cómo el café conectaba las conversaciones, le daba placer al encuentro y hasta se transformaba en un espacio esencial para las emociones. Don Atilano, comenzó a ofrecer café como vendedor, convenciendo a sus clientes, casi todos españoles, de las bondades de su café. Levantaba los pedidos (sin tener el producto), lo compraba, lo entregaba y así aseguraba la venta. Puro marketing.
Claudia, su hija arquitecta, responsable de la imagen y desarrollo de productos dice: Aspiramos a que todos se integren a una familia, que sea como una escuela de vida, que los podamos acompañar, que tomen una franquicia.
Ampliamos con otros sabores: Tortas, sandwiches, galletitas, los mejores chocolates.
Hoy
● 8 locales propios
● 170 franquicias
● 23 provincias (un café en cada una)
● Miami – Madrid – Uruguay y en otros continentes
MI RECETA: Brownies glaseados para acompañar el café
Del Libro: Pasión por el Chocolate – Editorial Atlántida –
20 unidades
Masa
● 150 g de chocolate para taza
● 150 g de manteca
● 4 huevos
● 200 g de azúcar
● 80 g de harina
● 1 cda de polvo para hornear
● 150 g de nueces picadas
Glasé de dulce de leche
● 1 clara grande
● 1 taza de azúcar impalpable
● 2 cdas de dulce de leche
● 1 cdta de gelatina sin sabor
● 75 g de chocolate para taza, derretido
Para hacer los brownies:
1) Derretir el chocolate con la manteca a baño de María.
Agregar los huevos de a uno por vez, batiendo bien después de cada adición.
2) Incorporar el azúcar, la harina tamizada con el polvo para hornear y las nueces picadas. Mezclar bien y echar en un molde de 35 x 25 cm, enmantecado y enharinado. Hornear 20 minutos aproximadamente, a temperatura moderada. Retirar y dejar enfriar.
Para hacer el glasé:
1) Mezclar la clara con el azúcar impalpable hasta obtener una preparación cremosa. Por otro lado, calentar el dulce de leche con la gelatina hasta que se integre.
Sacar del fuego y agregar a la mezcla anterior. Incorporar el chocolate derretido y unir.
2) Echar el glasé sobre la masa de brownies y mover el molde hacia los lados, para que el glasé corra en forma pareja. Dejar enfriar unos 20 minutos en la heladera y cortar en cuadrados.
3) Colocar el chocolate derretido en un cartucho de papel manteca y decorar los brownies haciendo espirales sobre el glaseado.
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