Qué días grises vive el tango. A las recientes desapariciones de Horacio Ferrer y de Leopoldo Federico se acaba de sumar la repentina muerte de Carlos Rodolfo Dinzelbacher, más conocido en el ambiente como Cacho Dinzel, maestro de bailarines, un decano en la enseñanza del tango danza. Por su famosa escuela del barrio de Boedo pasaron casi todos los grandes bailarines de los últimos 30 años, porque su tarea docente empezó incluso antes de que volviera la democracia a la Argentina y el baile porteño recuperara la importancia social que tuvo en el pasado.
No tomé clases en su academia pero conozco a grandes profesionales formados en su extraordinaria capacidad coreográfica. Entre sus aportes más notables como docente debemos mencionar el “Sistema Dinzel de notación coreográfica”, y también recordar que fue uno de los primeros en utilizar el baile como herramienta terapéutica en casos de personas no videntes, jóvenes con síndrome de Down y enfermos de Parkinson.
Cacho había empezado a bailar siendo muy chico y tuvo formación profesional. Fue egresado de de la Escuela Nacional de Danzas Folclóricas y arrancó su carrera como bailarín folclórico a los 16 años, cuando creó junto con su hermano el grupo “Coreoimaginación Argentino”. En 1968 se recibió de docente y desde entonces decidió dedicarse al tango exclusivamente, en especial a investigar la evolución de la danza, testimonio que nos dejó en varios libros de su autoría, entre ellos, “El Tango Una danza. Esa ansiosa búsqueda de la libertad”, y “El Tango. Una danza. La improvisación”.
En 1972 formó con Gloria Varo una pareja que trascendió como “Los Dinzel” y con la que formó parte de grandes espectáculos internacionales, incluso del legendario “Tango Argentino”. Dinzel fue profesor de honor de la Academia Nacional del Tango, declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires (2013) y actualmente era investigador y docente de la Carrera de Tango Danza del Centro Educativo del Tango de Buenos Aires (CETBA) de la que fue director.
En el muro de Facebook de Milena Plebs encontré este video que bien vale la pena compartir, fundamentalmente porque todos los argentinos (milongueros o no) deberían saber del esfuerzo y la dedicación que desde hace décadas vienen realizando muchos bailarines argentinos por difundir las raices de nuestra danza más popular.
Adiós, Maestro…