“Asumo que he decidido vivir, por estos tiempos, como contrabandista. Es, como se sabe, una actividad subrepticia, no declarada, que se hace fuera del alcance de ojos ajenos, y que nunca debe ser evidente, a riesgo de perder el misterio de su propia esencia. No me propongo hacer una música con aromas definidos, ni regionales ni genéricos; tampoco espero que alguien descubra el contrabando, más bien desearía que no ocurriera, para dejar al oyente en la sospecha.” Marcelo Delgado, en el recién publicado Nuevas poéticas en la música contemporánea argentina. Escritos de compositores.
¿Siga el baile?
No me gusta bailar. El baile, sobre todo el masculino, me resulta intolerable. Y, sin embargo, desde chico me acosó el imperativo del baile, la diversión obligatoria del bailar: “No puede ser que no bailes, sos un amargo”. No es que no me gusta bailar porque no sé bailar; más bien es lo inverso: nunca aprendí a bailar porque no me gusta bailar.
Quién es Pablo Palacio
Les pregunté a dos poetas argentinos, muy lectores ambos de poesía latinoamericana. A un poeta colombiano y a un fino editor español. Ninguno lo había leído; tampoco conocían el nombre. La Universidad Alfredo Pérez Guerrero publicó hace unos meses un precioso volumen con la Obras completas del ecuatoriano Pablo Palacio (había una edición anterior en la Colección Archivos). Es un libro raro, con sus tapas abultadas apenas por un puñado de cuentos, una novela breve (Débora), cinco poemas, algunos artículos de entonación filosófica y la traducción de los fragmentos de Heráclito.
Paraíso de la crítica
“Dice Tamburi que el crítico honrado tiene que contentarse con encontrar muy poca obra contemporánea digna de atención seria, pero estar dispuesto a reconocer ese poco y relegar obras del pasado cuando alguna nueva las supera. Le dije que me parecía una responsabilidad excesiva y que las reacciones inmediatas son traicioneras. Él contestó que una buena manera de recuperar la distancia y mantener el juicio era inventarse obras contemporáneas, lo más acabadamente posible, y argumentar por qué nos parecían dignas o indignas de atención. Ya me habían dicho que se está volviendo loco”.
Noventas
Alguien, un pianista, dijo una vez que el jazz sufrÃa cada diez años un cambio decisivo. Lo mismo pasa con la poesÃa argentina. El flamante número de el interpretador recupera un artÃculo, “Boceto Nº 2 para un… de la poesÃa argentina actual“, en el que MartÃn Prieto y Daniel GarcÃa Helder examinan la poesÃa de los 90 en plenos 90, más precisamente en 1997, el año en que se formó la Alianza. Â
Contra Ellos
No tengo para decir
…y lo estoy diciendo: lee Fogwill
Belleza y necesidad
“Comparada con la obra de sus contemporáneos, la música de Stockhausen muestra una profundidad y una integridad racional que resulta abrumadora. No existe un solo aspecto o grado de la indeterminación que no haya investigado y asimilado. Tiene una coherencia incomparable. Descubrió y refinó todo un sistema de notación musical.
Reducción del campo de batalla
La presentación en Buenos Aires de Michel Houellebecq fue una especie de contra-performance. Al inicio de la conferencia, Alan Pauls pronosticó: “Todo puede pasar”. Y la verdad es que no pasó nada. En lugar del malditismo rancio que podía preverse, los entusiastas que se agolparon en la puerta como si se tratara de la Feria de las Naciones se encontraron con un señor apocado, tan simpático como banal.
La lección del maestro
A cuento de nada, la pregunta inyectó un sabor amargo, ligeramente tóxico, en la ensalada de salmón: “¿Cómo se forma un crítico musical?” Además del comensal curioso, había en el almuerzo un crítico de música, un compositor y un escritor.