Peligro
Otro descubrimiento de Piro.
Phil el oscuro
En pocos días, Sudamericana distribuirá la traducción al español de Jill, una de las dos novelas (la otra es A Girl in Winter) del poeta y crítico de jazz Philip Larkin. Mientras tanto, hace unos días, el Times lo eligió como el escritor británico más relevante de la segunda mitad del siglo XX. Aquí, los otros 49 de la lista (de los cinco primeros, tres son irreprochables).
Inhumano
Después de varias postergaciones y reticencias, escuché hace unas semanas la versión de las Variaciones Goldberg, de J.S. Bach, grabada por Glenn Gould en 1955, pero sin Gould y, para decirlo brutalmente, sin pianista en absoluto.
Música para bloggers
El compositor Luis Menacho estrenó su blog. En una de las entradas, la última hasta hoy, proyecta lúcidamente sobre John Cage la idea de “estilo tardío”, que usó Adorno para el último período de Beethoven:
Oficio del siglo XX
La muerte, hace unos días, de Willy Sommerfeld, pianista experto en acompañar películas de cine mudo en los años 20, me recordó una de las novelas tardías, y menos favorecidas por la fama, de Anthony Burgess: The Pianoplayers (1986).
Alsop
La directora Marin Alsop es la primera mujer que está al frente de una de las grandes orquestas de Estados Unidos, la Baltimore Symphony. Aquí,Alex Ross da más detalles.
Elección
Estos son los discos y libros editados en 2007 que más me gustaron y que más escuché y leí. Desde ya, la elección es parcial y caprichosa. Espero que se note.
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Barbara
Hacia noviembre de este año, en el Ciclo de Música Contemporánea que organiza el Teatro San Martín, Joan La Barbara va a cantar Three Voices, de Morton Feldman, una obra en la que dos muertos (Philip Guston y Frank O´Hara) hablan con una viva.
El llanto y su precursor
La primera persona domina las que, probablemente, hayan sido las novelas más notables de 2007 (todas aparecieron durante el último tercio del año): Historia del llanto, de Alan Pauls, Era el cielo, de Sergio Bizzio, Derrumbe, de Daniel Guebel. Notablemente, por detrás de la ilusión autobiográfica, hay en cada una de esas novelas una teoría del llanto, como imposibilidad o padecimiento. De algún modo, con inflexiones enteramente idiosincrásicas, todos rinden tributo a El llanto (1992) de César Aira.