Daniel Barenboim debuta hoy en la Metropolitan Opera House con la dirección de Tristán e Isolda, de Richard Wagner. Anticipando su debut, el New York Times publicó hace unos cuantos días un muy buen artículo sobre el tema. Barenboim dará además un recital con obras para piano de Liszt y, lo que posiblemente sea lo más importante de todo, ofrecerá el estreno mundial, en el Carnegie Hall y con la Boston Symphony Orchestra dirigida por James Levine, de Interventions, obra para piano y orquesta de Elliott Carter, que el 11 de diciembre cumplirá 100 años. Y a propósito de esto último, que yo sepa, nadie en Buenos Aires, salvo Elena Bashkirova en su concierto para el Mozarteum Argentino, se interesó en tocar o programar música de Carter. Si soy injusto en el señalamiento de la injusticia, por favor avísenme.
Pensar con los dedos
En un número del Times Literary Supplement de hace unas semanas, que leí un poco tarde, en estos días, Charles Rosen comenta el libro After the Golde Age. Romantic pianism and modern performance, de Kenneth Hamilton, y empieza su nota con una observación notable: “La práctica de la ejecución es una rama admirablemente especulativa de la musicología con un costado eminentemente práctico: descubre cómo se tocó la música del pasado y nos ayuda a interpretarla hoy.” La frase es singularmente ajustada para el propio Rosen, que, en su doble condición de pianista y musicólogo, piensa en buena medida desde los dedos.
Encuentro
El último número de la revista Grammophone incluye un diálogo (o entrevista mutua) entre los pianistas y viejos conocidos Martha Argerich y Stephen Kovacevich. Esta es una muestra mínima de un texto interesantísimo: MARTHA ARGERICH: “Siempre que voy a un concierto, miro a la gente y pienso que ellos ya terminaron su trabajo y que están libres…” STEPHEN KOVACEVICH: “…¡para ir al cine!”. MA: “Sí, al cine. Y pienso: ´¡Yo también quiero!´. Siempre quiero ir al cine. No a mi concierto. Nunca pienso: ´Voy a tocar la sonata de Liszt, es extraordinaria, la toco maravillosamente y no puedo esperar para compartirla con el público´. Nunca
Letras inútiles
Los blogs de The Guardian están entre los mejores de los diarios del mundo. Personalmente, sigo los de música y, sobre todo, el de Tom Service, dedicado a la música clásica. Hoy sin embargo, me detuve en un post de John Fordham, que, a propósito de una actuación del Kurt Elling, se pregunta: “¿Cuán importantes son las letras de las canciones en el jazz?”
Otro conflicto en la ópera
Después de su conflictiva salida del cargo de intendente de la Staatsoper Unter den Linden, Mussbach abrió un nuevo frente de combate con esa institución de Berlín. Varios de los principales medios alemanes recogen la noticia de que Mussbach decidió retirar su nombre como autor del libreto de Hölderlin/Eine Expedition, ópera con música de Peter Ruzicka. Alega que se adulteraron “aspectos esenciales” de su texto, y culpa al régisseur.
Cierre
Después de muchas versiones incumplidas sobre posibles compradores, cerró, por lo menos momentánemente, la editorial Interzona. Hoy a la mañana, varios periodistas recibieron un mail, firmado por “Interzona Editora S. A.” (y no por su editor Damián Tabarovsky), que dice, entre otras cosas, lo siguiente: “Interzona ha vivido un proceso de crecimiento acelerado. La Interzona de su fundación en 2002 es muy diferente de la actual. Pero, al mismo tiempo que adquirió un prestigio y presencia, no alcanzó punto de equilibrio. Pese a los esfuerzos de todos los que participamos en el proyecto, Interzona no logró cubrir sus costos. Detener la producción editorial es una decisión difícil de tomar, pero lo hacemos con la intención de encontrar la plataforma cuya estructura de producción y distribución permita dar el crecimiento que Interzona demanda. Una plataforma que garantice la calidad editorial en los términos que Interzona recreó, con mucho trabajó y buenos deseos.”
Retiro
A propósito de su último concierto, el 18 de diciembre en Viena, Die Zeit publicó una larga e interesante entrevista con Alfred Brendel. Cuando le preguntan con qué gesto se retirará del escenario, el pianista responde: “Sin gestos. Siempre estuve en contra de la gestualidad. Y en contra de las falsas ceremonias. Me gustaría algo más discreto y decir: fue el último concierto, se acabó”.
Estilo tardío
Suele hablarse del estilo tardío y de la obra tardía de los compositores; también podría hablarse del estilo tardío de los pianistas o, más bien, del repertorio tardío de algunos pianistas. A principios de este año, la revista Clásica (España) publicó una entrevista en la que se le preguntaba a Maurizio Pollini justamente sobre esta cuestión. El pianista mencionaba allí a Chopin (que, en su caso, no es nada tardío) y a Mozart. Esta nota vuelve ahora sobre el estilo tardío, y su autor, Werner Theurich, llega a la siguiente conclusión: “Se podría felicitar a Pollini: realmente, su estilo tardío no consiste en flotar en las alturas de virtuosismo, pero está más cerca que nunca de la pura música desprovista de coquetería y vanidad”.
¿Vidas paralelas?
En un interesante artículo, Colm Tóibín compara las vidas del escritor James Baldwin y de Barack Obama. O, mejor dicho, compara no tanto sus vidas como la manera de contar sus vidas en las autobiografías Notes of a Native Son (1951) y Dreams from My Father (1995), de Baldwin y Obama, respectivamente. De hecho, ambos libros empiezan con la muerte de sus padres. Me pregunto cuál podría ser el símil literario de John McCain.
Aniversario olvidado
The Guardian se acordó del aniversario de Nikolai Rimksy-Korsakov, postergado por las luminarias de Messiaen y Vaughan Williams. Además de sus propias obras, se le deben a Rimsky-Korsakov una discutible y acaso genial reorquestación de la ópera Boris Godunov, de Mussorgsky, y, lisa y llanamente, una parte no menor de la primera época de Stravinsky.