El martes que viene, a las 21 hs, el violinista Irvine Arditti tocará, gratis, en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín con un programa de obras para violín solo de varios compositores (Ferneyhough, Sciarrino, Lavista, Valverde, entre otros). Arditti ya estuvo en Argentina otras veces (la última en 2007) con el cuarteto que lleva su nombre.
El Cuarteto Arditti se dedica al repertorio más estrictamente contemporáneo: tocaron y grabaron obras de György Ligeti, Helmut Lachenman, John Cage, Elliott Carter, entre muchísimos otros, que escribieron asimismo para ellos. También el famoso y extravagante Helikopter-Quartett de Karlheinz Stockhausen, del que aquí pueden verse dos fragmentos tomados de distintos registros.
Al margen de las consideraciones específicamente musicales que puedan hacerse, lo fascinante del pensamiento de Stockhausen es la idea de que el arte exige una subordinación sin reticencias: si una pieza de música lo reclamara, habría que movilizar helicópteros, aviones o un trasbordador espacial, en el caso de que el compositor lo juzgara necesario.

La tapa es ascética: declara lo imprescindible (que se trata de una edición facsimilar de Literal) pero tiende también al anonimato, como algunos de los artículos de la revista. Publicada entre 1973 y 1977, Literal fue posiblemente la revista de cultura más relevante de la década de 1970 y una de las más influyentes de cualquier época. Desde entonces, una parte de lo contenido entre sus páginas pasó ya a los libros de algunos de sus autores, y otros textos fueron recogidos por Héctor Libertella (colaborador de la revista) en un volumen que compiló en 2002 para la editorial Santiago Arcos. Ahora la Biblioteca Nacional completó esta tarea con este libro de tapa ascética y más de 500 páginas.
Leo Renacida. Diarios tempranos, 1947-1964 (Mondadori) de Susan Sontag. En una entrada del 28 de diciembre de 1949, Sontag cuenta algo que contaría luego más de una vez: su visita a Thomas Mann en Los Ángeles. Sin embargo, en esa anotación temprana la perspectiva es diferente. Así como en los artículos veíamos la visita desde los ojos de Sontag (su nerviosismo reverencial, la espera con un amigo mientras escuchaban en el auto la sonata Hammerklavier de Beethoven), aquí escuchamos solamente las palabras de Mann, textuales o glosadas. La conversación llega rápidamente a Doktor Faustus, la novela musical de Mann que se había publicado en alemán en 1947. “Es un libro nietzscheano”, observa el escritor. Sigue el relato, casi el apunte, la propia Sontag: “Colaboración en la parte musical con un alumno de Alban Berg, llamado Darnoldi –también vio y conversó mucho con Schönberg durante el período de escritura del libro– usó el Harmonielehre de Schönberg”.
Ahora mismo, a partir del 4 de junio, hay en Filadelfia un ciclo,
En una época en la que pesa sobre el papel una quizás inevitable sentencia de muerte, y en una época además (la misma) en que casi no hay revistas de música, acaba de publicarse el número 1 de
Bob Dylan cumple hoy 70 años. La verdad es que lo que tenía para decir sobre Dylan está escrito ya 
