No sé qué misterios encerrará mi psiquis pero hoy me desperté pensando en Camila Velasco y su novio de Qatar, Nasser Al Attiyah. ¿Se acuerdan? El había ganado el rally Dakar y, en el festejo posterior, conoció a la chica y se la llevó para tener un encuentro cercano. Después, le propuso un romance a distancia que Camila aceptó pero del que ahora reniega.
Camila y Al Attiyah en una foto casera durante el verano, cuando se conocieron.
¿Cómo lo sé?
Porque acabo de hablar con ella. La llamé para preguntarle si el príncipe había venido a la Argentina este mes, como había prometido. Y me sorprendió la mayoría de sus respuestas.
“Al final no vino en abril, quizás venga en mayo porque hay un rally que se corre en Córdoba, pero no sé si quiero verlo porque me asfixió y decidí tomar distancia.”
Me perdí, Camila.
“Mirá, él viaja mucho y empezó a llamarme a cualquier hora, por ejemplo a las seis de la mañana. Y como yo no lo atendía porque estaba durmiendo, se enojaba. También me atosigaba con mensajes de texto y otra vez se enojaba si no le respondía inmediatamente. Esas cosas no me gustaron, por eso no sé si quiero seguir con esto. Además, él quiere que viaje a Córdoba para estar con él en la casa que compró en Carlos Paz y yo no puedo, tengo que estudiar.”
¿Estudiar? Otra vez estoy perdida totalmente.
“Estoy en cuarto año de la carrera de Ingenería Industrial en la UTN. Curso todos los días, me anoté en ocho materias. No soy como las demás chicas que están todo el día al pepe y van de evento en evento. Me cuesta la facu y encima tengo que cuidarme de no engordar mucho porque si quiero seguir trabajando como actriz no puedo irme de mambo con el peso. Voy a lo de Cormillot, hago gimnasia y estudio. No me sobra el tiempo.”
Entonces no serás nuestra princesa.
“Ahora estoy sola, no tengo novio. Quedé re amiga de Diego Tuñón, con el que tuve una relación informal en el verano. Y si el príncipe me respeta y me banca con los tiempos quizás lo vea. Si me trata como a un objeto al que se lo lleva de acá para allá, no. El tendrá su vida, pero yo también tengo la mía.”
¡Tomá!
