Desde que lo conocí, cuando trabajé con él en El referí del matrimonio, me dí cuenta de que Gabriel Corrado es un hombre hiperactivo. Siempre tiene mil proyectos, siempre está por irse de viaje, siempre hay algo que lo mantiene ocupado. No es de esos actores que se quedan en su casa esperando que suene el teléfono y lo convoquen para una novela. Corrado tiene su propia productora, se mueve por cuenta propia y vende ficciones para el exterior. Está todo el tiempo en contacto con la industria, presente en festivales y ferias. Ayer me enteré de que hace tres años está escribiendo una novela juvenil que finalmente se publicará este año. El título es El secreto Aladina, un amor inmortal y, con el sello de Editorial Atlántida, se presentará en abril en la Feria del Libro de Buenos Aires. Pero antes, Corrado lo mostrará en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia, que se hace desde el 25 hasta el 28 de marzo.