Hace pocos días, la actriz Adriana Salonia fue asaltada en Palermo, por segunda vez en su propio auto, por un ladrón en moto. Iba por Salguero y Cabrera, a las siete de la tarde, cuando le rompieron el vidrio del acompañante. “Como ya me había pasado, yo estaba alerta -me contó Adriana, aún nerviosa y enojada-. Entonces tomé la cartera por la manija y los dos forcejeamos hasta que la moto arrancó y casi me saca el brazo. Supongo que por eso y por los vidrio rotos fue que mi mano terminó con veinte puntos.”

Así quedó.

Pero además de estar furiosa con la situación, Adriana está indignada con la empresa que le vendió un vidrio antivandalismo cuando fue a cambiar el que le habían roto en el anterior robo. “Es una mentira, son peores que los otros porque el vidrio se rompe entero y el ladrón puede meterse adentro de tu auto. En fin, me siento estafada por ellos y por los motochorros. Y encima tengo la cicatriz que me los recuerda y que no puedo dejar de ver en todo el día… Entiendo que fue una locura enfrentarlo, pero estoy cansada de laburar meses para que me roben en dos segundos. Ese día había cobrado y es la segunda vez en seis meses que tengo que hacer todos los documentos de nuevo.”

Adriana me dio un consejo antes de terminar la charla: “Dicen que lo mejor es llevar la cartera en el baúl y tener una falsa para que no te lastimen… En fin, por suerte me encontré con un policía que me contuvo, el Inspector Alejandro Morales, de la Comisaría 35, de Núñez. Me conoce de la continuidad de los robos y me ayuda con los trámites. Algo bueno entre tanto malo.”