El 27 de junio, La Nación publicó una nota sobre las cirugías esteticas de los famosos. Para eso, consultó al médico Cristian Pérez Latorre que contó detalles de las intervenciones que se habían hecho varias celebridades. Entre ellas estaba Charlotte Caniggia, la hija de Mariana Nannis y Claudio Paul que se volvió bastante famosa este año en la Argentina por ser una de las participantes de Bailando por un sueño.
Se hizo conocida cuando ganó el reality Soñando por bailar, en el verano de 2011. Allí, en el comienzo, ya arrancó con un engaño: traicionó a su novio con otro integrante del programa, Hernán Cabanas. La relación se hizo pública y hasta apareció la novia chilena del muchacho, una especie de Luciana Salazar de segunda selección llamada Luli Love. El escándalo fue internacional y, ayudada por la producción de Ideas del Sur, la chica creció tanto a fuerza de mentiras que ganó el concurso. Así llegó al Bailando 2011, donde tuvo una performance buenísima y llegó a ser una de las diez finalistas.
Este año, trabaja como notera de Este es el show, el programa satélite de Showmatch que va todas las tardes por Canal 13. Los que la frecuentan aconsejan desconfiar de ella. “Es fabuladora”, dicen. De hecho, hace algunas semanas, Marcelo Polino la acusó de intentar vender notas con la familia Caniggia a un canal de televisión de España, a escondidas de Marcelo Tinelli. Y en la pelea con el periodista, la chica quedó en evidencia varias veces por las mentiras que decía.
Ahora se supo que dejará por un fin de semana la obra Despedida de soltero, que protagoniza desde el verano junto a Nazarena Vélez, Paula Chaves y Pedro Alfonso. La reemplazará Sabrina Rojas. “Van a inventar que la suspendieron, pero la verdad es que le salió un curro”, me dijo un amigo, que la conoce bastante.
Eugenia Lemos es ficción. Por eso le va bien en la tele, donde todos mienten, aunque sea un poco.
Hace dos años, Sofía Pachano empezó a recibir comentarios en Twitter de un fan que la trataba de “pura” y “bella” pero también de otras cosas más soeces. Al principio no le dio mucha bolilla y lo bloqueó enseguida. Pero, claro, el chico abrió otra cuenta y siguió acosándola. Varias veces Sofía lo bloqueó y él siguió abriendo nuevas cuentas. Cansada y asustada, la hija de Aníbal fue a una Fiscalía a denunciarlo, pero no le dieron mucha importancia.
El problema es que además de molestarla a ella y sus conocidos, en las redes sociales, el muchacho ya se le apareció un par de veces en el teatro, donde ella protagonizaba Smile, junto a su papá. Eso es lo que más la preocupa. Sin embargo, está resignada a que sea un problema sin solución. Ya se negó a ir a todos los programas de televisión de donde la llamaron para hablar del tema. “Total, no va a pasar nada”, les dice Sofía a los productores que la llaman.
Por eso, el que habló públicamente del acosador fue su papá, en Intrusos. Sin sutilezas, Aníbal contó lo que le estaba pasando a su hija y amenazó: “Si me lo llego a cruzar, le arranco todos los pelos”.
El romance entre Fito Páez y Julia Mengolini sigue a full. El flechazo comenzó en enero, cuando se conocieron por una entrevista que ella le hizo para Ni a palos, el suplemento joven del diario Miradas al sur. Julia era fanática de Fito y lo dejó claro en la nota. El no la conocía, pero le gustó tanto que comenzó a mandarle mensajes de texto, al mismo tiempo que cortaba su relación con Romina Ricci, la mamá de su hija Margarita.
Julia dudó mucho en aceptar sus invitaciones. Casi cuatro meses insistió Fito. Ahora está muerta de amor. El ya conoció a su familia, que vive en Bariloche. El mes pasado, la periodista pidió una semana de vacaciones en Duro de domar y se fue a visitar a sus padres. Fito la siguió y se alojó en un hotel al lado de la casa.
Muy discreta, la chica casi no habla del romance con sus compañeros de trabajo. Pero ellos aprovechan cada momento para gastarla. Imitan la voz de Páez o le ponen el tema Dar es dar. Sin embargo, hace unos días, se le escapó un secreto: “Fito me compuso un tema”, contó un ratito antes de salir al aire. Y no agregó más datos. Sus compañeros, lejos de emocionarse, siguieron con los chistes: “A Cecilia Roth le dedicó un disco entero, ¡saliste perdiendo!”
Hace algunos días, Claudia Fernández publicó en su cuenta de Twitter que tenía una noticia… Enseguida aclaró que era laboral, seguramente para que los periodistas no le enchufen un embarazo. Como no volvió a escribir nada del asunto, la llamé para preguntarle.
Pobre Claudia, estaba durmiendo la siesta, con su hija Mía con laringitis… Igual me contó. Resulta que el programa infantil que hace en Uruguay, La magia de Claudia, se vendió a un canal latino de Los Angeles. Las gestiones las hizo Canal 10 de Uruguay, por donde se ve el ciclo, todos los sábados. Pero ella lo siente como un logro propio, obvio, porque es la protagonista.
La presentación se hará en Los Angeles, en febrero, pero Claudia no podrá viajar porque ya arregló para hacer temporada teatral en el verano.
¿Cómo es el programa? Acá va un segmento. Vean y opinen.
Hace un mes y medio se enfrentaron mediáticamente estas dos personas: Noelia Ríos (en la foto de acá arriba) y Baby Echecopar (en la foto de acá abajo).
Todo fue por unas declaraciones de ella que a él no le gustaron. Parece que Noelia dijo que Baby pidió su teléfono… En fin, un conflicto insólito e inesperado por la distancia aparente entre los protagonistas. Pero aunque todo pareció una peleíta sin importancia, la cosa terminó en Tribunales, con amenazas en el medio y una demanda civil y penal por parte de Baby.
Noelia, que es modelo y se hizo conocida por haber pasado por la casa de Gran Hermano, se asustó y mandó a su abogado a terminar el tema. Aprovechó que el juicio entró en receso y firmó un pacto de no agresión y silencio. O sea, ninguno de los dos habla del otro, al menos públicamente. Es más: Noelia tiene planeado irse del país para alejarse de todo. La chica está entrenando para participar en octubre de El círculo, un reality show mexicano donde debe practicar deportes extremos. Aunque un poco menos extremos que enfrentarse con Baby, je.
Voy a hacer una excepción en el blog porque hoy… esto sí es Hollywood. Todo gracias a Roberto Piazza que viajó a California a preparar un desfile que hará en el distrito de Chatsworth el sábado, auspiciado por nuestro Consulado y la Asociación Argentina de Los Angeles. El diseñador llevó a una modelo argentina, llamada Loreley Portas. Con ella se fue de recorrida por los lugares clásicos de Beverly Hills, como el Beverly Wilshire, el hotel donde se filmó Mujer bonita.
Y, obvio, también por el Paseo de la Fama de Hollywood, donde Piazza se sacó una foto con la estrella de su ídola, Aretha Franklin.
Como remate, en el hotel de Julia Roberts le ofreceron una vidriera para mostrar sus prendas, vestidos pintados y bordados. Imagínense la alegría de Piazza. ¡Estaba como laaaaaaaca! Y eso sin contar que al día siguiente del desfile se cumplen justo 50 años de la muerte de Marilyn Monroe y podrá aprovechar para ver cuanto homenaje se le haga. ¡Bingo!
La crisis entre Sabrina Rojas y Luciano Castro ya es más que eso: a esta altura se la puede llamar separación. Ella se mudó sola en un departamento y, aunque mantienen buena relación, el proyecto de pareja se terminó.
En abril les conté sobre el lindo viaje en crucero que habían hecho durante un mes, donde Sabrina acompañó a Luciano que filmó a bordo la película Amor a mares. De allí es esta es la última imagen, donde se los ve felices juntos.
También fue la última vez que Sabrina pudo vivir el dolce far niente, porque ahora que está separada tiene que volver a trabajar duro. Como primera medida, aceptó ser parte de la polémica agencia de modelos de Leandro Rud, con la esperanza de que le consiga alguna campaña publicitaria. Pero lo que más quiere, en realidad, es hacer teatro. Actuar en alguna comedia divertida que la aleje de los recuerdos tristes de las últimas semanas. Porque Sabrina no sólo sufrió por terminar su relación con Luciano, también padeció muchísimo la muerte de su papá, hace dos meses. Como todavía se está recuperando, lo que más quiere es estar ocupada.
Por eso aceptó -ayer- ser panelista invitada en AM. Aunque no sea el rol de opinóloga el que más le guste.
Por algo se empieza.
Estaba escuchando el sábado el programa que Marcela Tauro y Marcelo Polino tienen en Radio 10. Entrevistaban a Flavio Mendoza por una insólita pelea con Gladys Florimonte. Entre agresiones varias, ella parece que dijo “Flavio necesita un novio”. El se rió de esta declaración y le dijo a Tauro y a Polino: “Estoy muy bien atendido”.
¡Guau!
Me quedé pensando, ¿quién será el novio de Flavio Mendoza?
Fui a Google. Saltaron varias notas de febrero que decían que Flavio se había enamorado de un técnico de Stravaganza, la obra que fue suceso este verano en Carlos Paz y que ahora se repite en Buenos Aires.
Finalmente lo llamé. Lo felicité por el éxito y por esa persona que lo estaba atendiendo tan bien. ¿Es el mismo del verano?, pregunté.
Me sorprendió su respuesta: “Naaaaaah, ¡ese chico no tiene nada que ver!“.
Resulta que el novio de Flavio Mendoza es un árabe millonario que conoció en un viaje que hizo a Dubai, para ver a un amigo que actuaba en el Cirque du Soleil. Allí comenzó la relación y ahora sigue a la distancia, con viajes en el medio.
“Funciona porque nos vemos poco“, me contó Flavio, divertido. “Pero no quiero decir mucho de él porque su familia desconoce por completo este romance.”
Mientras en Buenos Aires su ex compañero de trabajo, el pelado Guillermo López, entrevista a Matías Alé en su programa de América, Amalia Granata pasea por Los Angeles y se saca fotos con Mickey y Minnie. ¿Lo que sucede conviene? Parece que sí, porque después de que la obligaran a renunciar a Antes que sea tarde, ella se subió a un avión y se fue con su hija Uma a tomar sol y a gastar en dólares. Y por lo que se ve, no está nada triste…
