Conocí a Josefina Pouso cuando compartimos panel hace tres años en el fallido Duro de almorzar. Tuvimos buena onda de escorpiana a escorpiana. Pero a los tres meses se terminó el programa (Canal 13 lo levantó, bah) y dejamos de vernos todos los días. Sin embargo, seguimos en contacto. Por mensaje, Facebook, Twitter y esas cosas. En marzo, supe que había cortado con su novio Javier por los medios. Después supe que estaba triste porque me lo dijo ella misma.
Hace varias semanas comencé a ver que sus tweets tenían mucho mejor humor. “¿Estás de novia?”, le pregunté. “¡Síííííííí!”, me respondió. Con muchas íes.
Epa. Ese “sí” viene con todo, pensé.
“Se llama Diego y lo conocí en el gimnasio, estoy enamoradísima, como nunca antes. Con él me la juego toda.”
Diego tiene 36 años, un hijo de 9 y una distribuidora de productos de cosmética para el cabello. Josefina tiene su foto en el chat del teléfono. Pero no quiso que la publique para cuidarlo, porque es un hombre que no tiene nada que ver con la farándula. Yo les puedo asegurar que es muy buen mozo (¿dije buen mozo? ¡qué antigüedad!).
Josefina sigue con su programa de radio en FM Delta (Link, de 13 a 14), por las tardes es panelista de Este es el show y, además, tiene una productora de fotografía, Pata de cabra. Por las noches se dedica a su nuevo novio, que está instaladísimo en su departamento de Villa Urquiza.
Por lo rápido que viene todo, pronostico pronto embarazo… miren que soy bruja.