El regreso de Bonnie & Clyde

La pareja de criminales más famosa de los años 30 vuelve. Se trata de los míticos Bonnie & Clyde, cuya historia de amor y delincuencia fue recreada en formato mini serie y puede verse hoy lunes a las 21 en History Channel.

Aquí una interesante entrevista a dos de los actores (publicada en Página 12)

“Las dimensiones de este mito siguen resultando atractivas”

La nueva versión sobre el mito de los amantes y delincuentes será emitida como miniserie por History Channel, mañana y el lunes a las 21. “No intenta ser fiel a los hechos históricos sino más bien una ficción basada en algo que pasó”, dicen sus protagonistas.

Si fuera posible reducir cada una de las actuales ficciones televisivas a sus conceptos más básicos, el amor, el odio, la locura, la vida y la muerte serían –algunos más, algunos menos– los factores comunes que atraviesan la pantalla. Con la obligación de exhibir calidad y buenos números desde el comienzo, uno de los caminos más transitados por los realizadores es el de adaptar historias ya conocidas, suponer precuelas o secuelas, idear remakes o, sin más, volver a contar la misma historia, pero con otros elementos. Con varias de estas anotaciones en carpeta, History Channel estrena mañana y el lunes 3 a las 21 (en formato miniserie o telefilm largo) una nueva versión de Bonnie & Clyde, que supone una actualización del mito de la pareja de delincuentes que se hizo de fama, notoriedad y admiración popular en plena Depresión de los años ’30. Pero, ¿cómo lograr que una historia que fue escrita hace ochenta años resulte interesante a los ojos actuales? Las caras bonitas y talentosas de Emile Hirsh (Clyde Barrow) y de Holliday Grainger (Bonnie Parker) resultan magnéticas, y se complementan a la perfección con el oficio y solvencia de Holly Hunter y William Hurt, ambos en papeles secundarios, pero fundamentales. El combo se agranda y gusta cuando la sangre parece sangre, los Ford son reales y no maquetas, y esos componentes abstractos ya mencionados están presentes en cada minuto.

“El gran problema de las películas es que uno no puede olerlas”, reflexiona Hurt, mientras intenta adaptarse al cablerío enredado que presupone una charla conjunta entre él (desde su casa de Portland), Grainger (desde México) y Página/12 (desde Buenos Aires). Hurt, varias veces nominado y una vez ganador de un premio Oscar, se refiere a la excesiva perfección del producto final, que parece incomodarlo un poco, al igual que la conferencia telefónica. “No hay transpiración, mugre bajo las uñas, barbas a medio crecer y caminos imperfectos –explica—, y eso lo vuelve un tanto surrealista, pero aun así todo forma parte del estilo, y el estilo es lo más importante que tiene una realización”, cierra, con oficio y diplomacia. En el otro vértice del triángulo, la joven actriz británica (ya curtida en esto de las ficciones históricas, en Los Borgia y Anna Karenina) suena más relajada y conforme con el aspecto realista de la miniserie, y recuerda lo divertido que fue disparar armas de verdad, aunque con cierta culpa: “En mi vida real soy antiarmas”, dice.

–La historia de Bonnie & Clyde es casi una tradición en Estados Unidos, pero usted es británica. ¿Ya la conocía desde antes?

Holliday Grainger: –Crecí escuchando versiones sobre Bonnie & Clyde, como si fueran dos personajes icónicos, tipo Romeo y Julieta. Conocía la historia, pero no tanto la leyenda que hay por detrás; y una vez que empecé a investigar, recién ahí estuve al tanto de lo que realmente pasó.

–Hurt, en su caso, ¿qué tan de cerca la conoce?

William Hurt: –Bueno, nunca le disparé a nadie, ni robé un banco, pero mi madre vivió durante la Gran Depresión y, aun así, fue romántica, idealista, corajuda y supo enfrentar los problemas que tuvo; así que sé algo sobre el dolor y sé entender a esas personas que encuentran el amor y tienen que afrontar presiones y situaciones. Puedo entender los conceptos básicos del drama de Bonnie & Clyde. Todos queremos amor y todos tenemos que lidiar con injusticias, y ahí es donde reside el interés de esta historia: en la simpatía que tenemos con la gente que siente un amor verdadero que es arruinado por circunstancias externas.

–Ambos saben que hay muchas versiones sobre la misma historia. ¿Hubo algo que los haya sorprendido o que no era como lo conocían?

H. G.: –Creo que no sabía realmente quién era Bonnie hasta que leí el guión, porque fue entonces cuando me di cuenta de que ella era el personaje fuerte de la pareja; un tanto descarada, egoísta y con una determinada manera de pensar. A eso le agregué algunas investigaciones y la biografía que escribió su madre, y pude darme cuenta de que también era una chica con cierta inocencia, mucho más vulnerable de lo que muestra el guión, así que pude tener una visión bastante amplia, a mitad de camino entre la vulnerabilidad y el atrevimiento.

W. H.: –Está todo basado en una historia real, pero que es más que eso, porque es un mito, y las dimensiones de ese mito son atractivas para cualquier cultura en las que el romance y las injusticias tengan un lugar. Siempre hay sorpresas, porque los estilos, las culturas y las tecnologías cambian, y eso influye mucho en la manera en que un hecho es mostrado.

–¿Encontraron algún tipo de inspiración extra para interpretar a sus personajes?

W. H.: –Leí bastante sobre la historia personal de Frank Hamer, pero mi trabajo es hacer lo mejor sólo con el guión. A veces uno se decepciona cuando un guión no es justo con los hechos históricos, pero éste se sostiene por sí mismo. Igualmente creo que ninguna de las versiones de Bonnie & Clyde intenta ser fiel a los hechos históricos sino más bien una ficción basada en algo que pasó.

H. G.: –Cuando era más chica, vi la versión que interpretó Faye Dunaway, pero me resultó primordial intentar mantenerme limpia e interpretar lo que el guión decía, y no intentar emular alguna otra versión.

–¿Y le gustó cómo quedó ese retrato final?

H. G.: –Sí, definitivamente. Aun habiendo leído todo lo que leí, traté de respetar esa visión de mujer fuerte y determinada que marcaba el guión. Después de todo era la protagonista, y no siempre una puede obtener ese tipo de papeles, porque suelen estar destinados a un hombre fuerte que tiene a una mujer como apéndice.

–¿Y Frank Hamer es un héroe o un villano?

W. H.: –Bueno… creo que fue un hombre confundido con un héroe, porque estuvo en una situación bastante difícil. El nunca quiso estar por encima de nadie, aunque eso no se nota demasiado en el producto final. El programa lo muestra como un juez, y él fue tan justo como pudo. Hamer parecía un tipo genial, que no disfrutaba matar y nunca lo hizo estando enojado sino por su afán de capturar criminales. Hay una gran diferencia entre las personas que disfrutan la violencia y las que no les queda más remedio que usarla.

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Más sobre esta mítica pareja:

Cartas de amor de Bonnie & Clyde

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Cinco años sin Luciano Arruga

Hoy se cumplen cinco años de la última vez que Luciano Arruga fue visto con vida. Tenía 16 años cuando salió de su casa de Lomas del Mirador, partido de La Matanza, cerca de las 21 del 31 de enero de 2009, con 1,50 pesos en el bolsillo. Nunca regresó.

Desde entonces su familia comenzó una lucha incansable para hallarlo y para lograr justicia. Ellos denuncian que Luciano fue asesinado por la policía por haberse negado a robar para ellos.

La siguiente carta fue leída por Mónica Raquel Alegre, su madre, el 25 de enero en la Jornada Cultural por los Derechos Humanos a 5 años de la desaparición de Luciano Arruga, realizada en Lomas del Mirador.

Luciano, un trébol de cuatro hojas

Por: Mónica Raquel Alegre

En todos los festivales que se han hecho para pedir justicia y recordar a mi hijo he agradecido a la gente que nos acompaña. Esta vez quiero hablarle a Luciano.

Negro, hoy quiero darte las gracias por haberme enseñado a luchar, por haberme dado fortaleza, y por haber puesto en mi camino personas que estuvieron en el momento justo e indicado para posibilitar que lleguemos hasta acá. Vos me hiciste otra persona. Me enseñaste a no permitir que me pisoteen y a hacer valer mis derechos. Vos, con 16 años y siendo mi hijo, me enseñaste a mí, tu madre de 45, a seguir en pie, a levantar la cabeza.

A mis hijos siempre les enseñé el respeto. Les enseñé a tener sueños, ilusiones, esperanzas. A vos te decía “tenés que tener principios”. “¿Y qué son los principios?”, me preguntabas. Y yo te respondía que son las cosas en las que crees en la vida, son tus valores, lo que te guiará cuando estés grande. Un día me dijiste, “¿te acordás toda esa sanata que me dijiste vos? Hoy se quién soy, soy Luciano Nahuel Arruga, un pibito que vive en una villa, estoy orgulloso de ser nieto de Martha y hermano de Vanesa”. Vos me decías que estabas orgulloso de tus raíces, de tu esencia. Eso me marcó. Sobre todo porque sé que careciste de muchas cosas, de un pedazo de pan. Eso es muy fuerte para mí. Vos, negro, eras muy sabio. Cuando me caigo, cierro los ojos y te recuerdo. Me acuerdo del sacrificio que hacías por ser alguien, por aprender un poquito más, por tener mejor aspecto.

La vida no te fue fácil. Todo te costó mucho.

¿Sabes, Lu?, quiero estudiar. Nunca me voy a olvidar que un día, frustrado por mi desconocimiento de algunas cosas que te parecían importantes, me dijiste “ma, vos no entendés nada, vos siempre lo mismo”, “ma, siempre igual, no sabés”. Quiero que sepas que ahora mi anhelo es crecer, es cambiar y que vos reconozcas en mí otra persona. Ya sé que el estudio no hace mejor a nadie, pero también es cierto que es una buena llave. Es verdad que lo que vale es la esencia de cada cual, y yo soy ésta, Mónica, la que toma mate en casa y que desde hace cinco años te espera. Pero ahora quiero que la educación me pula un poco, que ayude a que no me pasen por arriba. Vos sabes que no pulirse en la vida es quedarse dormido en la ignorancia. Quizás me di cuenta tarde, pero me di cuenta.

En este último año he tomado consciencia que durante mucho tiempo me limité a esperarte.

Amo a mis otros hijos, pero mi mundo, mi casa, yo, nos vinimos abajo. Yo estaba pero no estaba. Veía que todo se caía y que no podía hacer nada para detenerlo. Sabía que todo se hacía mil pedazos. La copa se caía, no podía hacer nada para atajarla, y decía “es mi copa, mi copa más querida”. Ahora solo recojo y trato de juntar pedazo por pedazo. Hay que hacer un trabajo muy fino para reconstruir esa copa rota y capaz me lleve toda la vida. Hoy mis hijos son grandes. Mario tiene 18 y Mauro tiene 16. Cuando Vanesa, mi otra hija, me pedía a gritos, y decía “por favor mamá, no puedo más”. Me preguntaba por qué se hacía tanto problema. Yo pensaba que vos ibas a volver. Yo te esperaba. No tomé consciencia y dejé que mi hija se cayera. Durante dos años de mi vida dañé sin quererlo. Yo perdí a unhijo. Ellos perdieron a un hermano y perdieron a su madre. Perdieron su familia. Quizás fui egoísta en mi desesperación. Quizás les hice daño, a ellos que son lo que más quiero.

Resta reparar ese daño. Recuerdo que una vez te di a leer El Principito y vos me dijiste “ese libro que vos me diste, ¡me dio una bronca!, ¡no lo entendí! Que el pibe se quiere comer un elefante, que está enamorado de una rosa…” Te pedí que lo leyeras de vuelta, con la ilusión y la picardía de un niño. Un mes después me dijiste “tenías razón, ma. Lo leí como vos dijiste y hasta yo me convertí en un Principito. Estoy enamorado de la rosa”. A veces creo que no debí enseñarte a soñar y a confiar en la gente.

¿Cómo llamar a los que te hicieron daño? No sé qué palabra, que adjetivo usar. No los odio.

Son personas que no merecen ni siquiera mi odio. Sí mi pena. Por ese hijo que van a abrazar, por esa madre que van a besar, por esa mujer cuyo cuerpo tienen al lado. Esos brazos fueron los que mataron un niño de 16 años. Les tengo pena. Que la vida me libre de que alguien tenga hacia mí un sentimiento tan terrible como ese. Es el sentimiento más feo que un ser humano le puede tener a otro. A una cucaracha le tengo fobia. A un gusano le tengo asco. A los ocho policías que le hicieron daño a mi hijo, les tengo pena. Hace 5 años que aprendí que ese sentimiento es el peor.

Hace dos años, en un festival pasado, dije “no te voy a llorar más frente a la gente. Te voy a llorar todos los días de mi vida pero sola. No me verán bajar los brazos”. Los que me quisieron despedazar y destrozaron tu vida me verán de pie. No van a tener que pelear solo con tu recuerdo, también conmigo. Les voy a dar la pelea y si sienten un aire en la espalda, no es el viento, soy yo que les está respirando desde atrás. Hoy recuerdo todo y a todo le doy un significado. Cada charla que tuvimos, tu desaparición, la búsqueda de justicia, la lucha. Más allá del dolor, eres un trébol de cuatro hojas. Siempre tengo la certeza de que no estoy sola. Por vos he viajado, he aprendido, he conocido el mar, tal como vos querías.

Te doy gracias también por haberme enseñado a no ser tan egoísta. Por ayudarme a poner mis ojos en los semejantes. Por llevarme a tantos lugares en donde descubrí que hay muchos Lucianos, muchas Mónicas, muchas Vanesas que a veces no llegan a tener el alcance que tuvo tu voz. Te voy a recordar todos los días de mi vida. Pero no me van a ver llorar. Nadie se va a regocijar con mi dolor. Eso lo he aprendido con el tiempo. Estoy orgullosa de ser Mónica Raquel Alegre, madre de Luciano Nahuel Arruga. Parí un argentino y negro que no quiso robar y estoy orgullosa de eso. 

Fuente: Cels

 

 

 

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Un recorrido fotográfico por la cárcel del fin del mundo

Temida por las duras condiciones climáticas, la cárcel de Ushuaia alojó a presos políticos e históricos criminales entre 1904 y 1947. Entre sus reclusos más conocidos estuvo Cayetano Santos Godino, el famoso “Petiso Orejudo“. También estuvo preso allí Mateo Banks, que asesinó a toda su familia.

El escritor argentino Ricardo Rojas también fue alojado en la cárcel del fin del mundo, como preso político.

Hoy el penal es un museo. Su interior conserva el misterio y el aspecto tenebroso de aquel lugar inhóspito que fue clausurado justamente por las inhumanas condiciones que debían soportar los presos.

Aquí, un recorrido fotográfico de cómo se conserva hoy el penal más austral.

 

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Concurso literario para el Festival Azabache 2014

El momento más esperado del año para todos los fanáticos de la literatura y el periodismo policial llegará en mayo. Del 16 al 19 se llevará a cabo en Mar del Plata la 4ta edición del Festival Azabache. Por eso, ya se lanzó el concurso literario del que pueden participar autores de cualquier nacionalidad con novelas originales e inéditas, escritas en castellano que no hayan sido premiadas anteriormente.

El jurado estará integrado por Guillermo Martínez, Fernanda García Lao y Mariano Quiroz (ganador del Concurso Azabache de Novela 2013), quienes recibirán las novelas seleccionadas por el Prejurado dirigido por Mauro De Ángelis y Jorge Chiesa.
El plazo de admisión de originales finalizará el día 21 de marzo y el material debe ser enviado a “Biblioteca Marechal”, Catamarca y 25 de mayo, (7600) Mar del Plata, Argentina, o entregado en la misma de lunes a viernes de 9 a 21 y sábados de 10 a 16. En el sobre deberá figurar: “PREMIO DE NOVELA FESTIVAL AZABACHE 2014”.
La obra ganadora será publicada por la Editorial EDUVIM, bajo las condiciones y plazos que dicha editorial determine. El jurado se reserva el derecho de sugerir una segunda novela para su publicación.

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¿Se pueden resolver crímenes por el reflejo de la pupila de la víctima?

Este interesante post fue sugerido por el amigo y colega Gauyo. Resulta que un estudio publicado recientemente, según cuenta el sitio laughingsquid.com, demostró que se puede identificar a personas del reflejo de las pupilas en las fotos. Esta técnica podría ayudar a resolver algunos crímenes.

El estudio fue presentado por Dr Rob Jenkins, de la Universidad de York y Christie Kerr, de la Universidad de Glasgow, quienes le presentaron a los participantes imágenes de baja resolución mejoradas, obtenidas del reflejo de los ojos en las fotos. Los participantes que no estaban familiarizados con los rostros en las fotografías pudieron identificarlos correctamente en el 71 por ciento de los casos, mientras los que sí estaban familiarizados con los rostros de los transeúntes pudieron identificarlos en el 84 por ciento de los casos.

Con técnicas similares, dice el sitio, investigadores podrían identificar a los criminales que fotografían a sus víctimas e incluso obtener pistas del lugar donde fue tomada la fotografía. ¿Realidad o algo digno de CSI? El futuro dirá…

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Diez hechos policiales que marcaron el año 2013

Hubo, lamentablemente, muchos casos más, pero estos son algunos de los hechos policiales que marcaron este año.

Maltratos en el Jardín Tribilín

El hecho se dio a conocer en febrero, cuando Diego Hernayes, padre de una de las nenas que asistía el Jardín Tribilín , en O’Higgins al 500, San Isidro, puso un iPod escondido en la mochila de la menor para poder grabar todo lo que pasaba en el lugar. Así quedó registrada una secuencia escalofriante de gritos, llantos y hasta golpes. Las denuncias recayeron en Yanina Gogonza y Noelia Gallardo, dos de las maestras y otras tres personas que trabajaban en la institución.

“Cállate Catalina, cállate, guay que vayas a decir cualquier huevada a tu casa” y “¡No me hagas enojar porque vas a terminar mal, abrí la boca!”, son algunos de los gritos de las maestras a los nenes que quedaron registrados en la grabación. “Ponete a guardar enfermo mental”, es otra de las frases que se escuchan.

Siete meses después, los padres de los nenes contaron a LA NACION lo difícil que fue la recuperación, tanto para los chicos como para los adultos. Algunos decidieron que sus hijos no fueran más a guarderías. La mayoría tuvo que pasar por tratamientos psicológicos. En tanto, la investigación sigue su proceso.

El caso de las gemelas de Pico Truncado

El 14 de febrero de este año, Edith Casas contrajo matrimonio con Víctor Cingolani en Pico Truncado. Hubiera sido una pareja más que eligió para casarse el Día de los Enamorados, de no ser por la historia detrás de este romance. Es que Cingolani estaba preso, acusado de matar a Johana, la hermana gemela de Edith.

Johana Casas fue asesinada en 2010 con dos tiros en el pecho en un descampado de Pico Truncado. Por el hecho fueron detenidos Víctor Cingolani y Marcos Díaz.

Tras el asesinato, hubo algunas movilizaciones para reclamar el esclarecimiento, de las que participaba Edith Casas, hermana gemela de la víctima. Al mismo tiempo, visitaba a Cingolani en la cárcel y mantenía encuentros íntimos. Hasta que decidieron casarse .

El 5 de diciembre, Cingolani fue absuelto .

Ángeles Rawson

La adolescente, de 16 años, desapareció el 10 de junio cuando volvía a su casa tras una clase de educación física en Colegiales. El cuerpo fue hallado al día siguiente en un predio del Ceamse en José León Suárez. Poco después, fue detenido el portero del edificio de Ravignani 2360, donde la víctima vivía con su familia. Se trata de Jorge Mangeri, quien fue acusado del homicidio de Ángeles y está detenido en Ezeiza. Contra él pesan, entre otras pruebas, unas muestras de ADN que fueron halladas en el cuerpo de la víctima. Tras varias juntas médicas, expertos concluyeron que Ángeles fue víctima de un intento de abuso antes de ser asesinada. El caso tuvo una impactante repercusión mediática. Hasta ahora, el único acusado y detenido por el crimen es Mangeri.

Araceli Ramos

Araceli Ramos fue vista por última vez el 30 de septiembre, cuando salió de su casa situada en Loma Hermosa para acudir a una supuesta entrevista laboral en Puán 3754, en Caseros.

Su cuerpo fue hallado en el cruce de la avenida General Paz y Crovara,en la zona de Villa Madero, partido de La Matanza, el viernes 11 de octubre.

Por el hecho fue detenido Walter Vinader, ex cabo de la Prefectura, que cuenta con ocho procesos penales en su contra, dos condenas y un posible vínculo con una red de trata.

Según los investigadores, el hombre habría contactado a la víctima por Facebook y le habría ofrecido un trabajo de $4000. En tanto, continúa desaparecida Aída Amoroso, una mujer de 80 años, dueña de la casa de Puán 3754 donde Araceli fue a una supuesta entrevista laboral.

Jorge Martínez Poch

Este hombre se hizo conocido en los medios cuando se difundió que Vanesa Rial, una abogada de 38 años, fue secuestrada y abusada por él durante varios días .

Vanesa fue rescatada a fines de septiembre de un departamento de La Plata, donde Martínez Poch la mantenía cautiva desde hacía varios días. La víctima relató luego que durante todo ese tiempo el hombre la drogó, la golpeó y abusó sexualmente de ella.

Martínez Poch, un disc jockey de 49 años, fue detenido y se negó a declarar . Se lo acusa del delito de privación ilegal de la libertad doblemente agravada, en concurso real con corrupción de menores agravada, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal calificado.

Fuga de 13 presos

13 presos se fugaron del Complejo I de Ezeiza

El 20 de agosto, 13 presos del Complejo I de Ezeiza realizaronuna fuga cinematográfica . Para escapar tuvieron que cavar un túnel en una celda y romper cuatro cercos perimetrales. Para hacer el túnel, que comunicó la celda con un patio interno, los reclusos tuvieron que romper casi 30 centímetros de hormigón.

 El hecho generó un gran escándalo y provocó la renuncia del entonces director nacional del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel. Hortel aseguró que hubo complicidad interna porque consideró que de otra manera la fuga hubiera sido imposible.Hasta el momento, han sido recapturados 8 de los prófugos, mientras que se desconoce el paradero de 5 de ellos.Toma de rehenes en TortuguitasEl 14 de noviembre, Marcelo Leonardo Ameijeira Ríos, un hombre que escapó de prisión en varias oportunidades, tomó de rehén a una familia durante seis horas , en una casa de Puerto Rico al 700, en Tortuguitas.El violento episodio comenzó minutos después de las 14, cuando el sospechoso y un cómplice irrumpieron en el terreno, sorprendieron al dueño de casa y, a punta de pistola, lo obligaron a entrar en la vivienda, donde estaban su esposa y la hija del matrimonio. El hecho fue advertido por otras personas que avisaron al 911. Rodeados, los ladrones tomaron de rehén a la familia. Le pidieron al negociador del Grupo Halcón de la policía bonaerense que trajera a la jueza y a una fiscal. También exigieron la presencia de las cámaras de televisión para garantizar su integridad física.Durante la negociación con el efectivo del Grupo Halcón, Ameijeira Ríos amenazó con matar a la familia. Dijo que tenía tres cómplices y que estaban armados con escopetas y granadas.

La toma terminó minutos después de las 20, cuando Amaijeira liberó a todos los rehenes y se entregó.

Toma de rehenes San Martín

El 24 de noviembre ocurrió una nueva toma de rehenes, esta vez con un final trágico . El hecho comenzó alrededor de las 13.30 en una vivienda ubicada en la esquina de las calles Sarmiento y Moreno, en San Martín. Un hombre, identificado como Pablo Peralta, ex pareja de la dueña de la vivienda, baleó al novio de la hija de la mujer y luego se atrincheró en la casa con ellas. Durante varias horas, fingió tener de rehenes a las mujeres. Hacia la noche, la policía decidió entrar a la vivienda y se encontró con el peor panorama: ambas estaban muertas.

Las víctimas fueron identificadas como Silvana Eiriz, de 49 años, maestra de una escuela de la zona, y su hija, Valeria Gioffre. La autopsia confirmó que Eiriz fue ahorcada, mientras que Gioffi fue asesinada de un balazo. Luego se supo que cuando Peralta comenzó la supuesta toma de rehenes, en realidad las mujeres ya estaban muertas.

Ola de saqueos en todo el país

El 2 de diciembre, la policía de Córdoba inició una protesta que luego se repetiría en todas las provincias . Ese mismo día, ante la ausencia de policías en las calles, hubo algunos saqueos aislados. Pero durante el 3 y 4 de diciembre la situación empeoró. En total hubo al menos 1000 negocios saqueados y un muerto. El acuartelamiento policial, en reclamo de un aumento salarial, se propagó hacia gran parte del país. El conflicto duró una semana y se cobró la vida de al menos 13 personas, además de dejar pérdidas millonarias por los destrozos causados en negocios de todo tipo. Además de Córdoba, las zonas más afectadas fueron Tucumán, Concordia, Chaco y Santa Fe.

Narcos “VIP” y un suicidio

El 27 de noviembre, la Policía Federal llevó a cabo una serie de allanamientos en el marco de una investigación sobre venta de drogas. Uno de los operativos se realizó en un departamento piso del 11 de un edificio situado en Olleros 1850, en Las Cañitas. Cuando Alejandro Chávez, quien vivía en el lugar, supo que la policía estaba en la puerta, se suicidó. Para los investigadores, este hombre era de droga de una banda que tenía como clientes a conocidos personajes de la farándula y personas de alto poder adquisitivo.

Durante los procedimientos fueron detenidos diez sospechosos, entre los que se encuentran, según informaron fuentes con acceso al expediente, Rodolfo Bomparola, hermano de la reconocida diseñadora de ropa Evangelina Bomparola, y la modelo publicitaria de nacionalidad dominicana Zahina Rojas. Zahina fue liberada poco después.

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Polémica privatización de cárceles en Brasil

www.cnj.jus.br

Brasil está entre los países con mayor población carcelaria del mundo (548.000 presos se amontonan en 340.000 plazas). Muchas de sus prisiones están colapsadas. La situación condujo a algunos Estados a buscar la solución en el traspaso de los penales a manos privadas.

Según informa un artículo publicado en el diario El País, el próximo que entrará en la lista de Estados con cárceles particulares será São Paulo. En ese contexto, se están  buscando tres terrenos en el interior del Estado para que se construyan las prisiones particulares para acoger 10.500 presos en los regímenes cerrado y semi-abierto.

“Pero la entrega del servicio de guardia y custodia de detenidos es polémica en Brasil y ya fue cuestionada varias veces”, indica el diario español.

Los números que implica el modelo privatizador de las cárceles (datos de El País): Un preso cuesta cerca de 1.300 reales mensuales (unos 550 dólares) a los cofres públicos. En los contratos ya firmados (como en Minas Gerais) o en los que aún están por firmar (por ejemplo, en São Paulo) el valor estimado que debe entregarse a la empresa que va a gestionar el sistema es de 2.700 reales mensuales por detenido (1.133 dólares). Es decir, en un presidio con 10.500 detenidos, el Estado va a entregar a una única empresa (o consorcio) cerca de 28,3 millones de reales por mes (casi 12 millones de dólares).

Quienes cuestionan la privatización, ponen énfasis sobre todo en el hecho de que el preso pase a ser tratado como mercancía. También entra en juego otro tema: los derechos humanos de los detenidos. Porque, si el Estado se desentiende de los detenidos ¿quién responderá y cómo se canalizará y se hará un monitoreo sobre el trato digno a los presos?

Para enterarte un poco más sobre la privatización de cárceles en Brasil, hace click acá y leé el artículo original del diario El País: El capitalismo llega a las cárceles brasileñas. 

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Las cárceles, también con cortes de luz

Es tal vez la situación que menos se visibilizó, pero lo cierto es que algunas cárceles también sufrieron los cortes de luz ocurridos durante esta semana. Algunos internos de penales federales contaron que la falta de suministro eléctrico complicó mucho su alimentación y ocasionó problemas también con el agua.

Ante esto, la Procuración Penitenciaria de la Nación solicitó al Jefe de Gabinete medidas para asegurar la provisión de energía eléctrica en las cárceles 

“La Procuración Penitenciaria de la Nación solicitó al Sr. Jefe de Gabinete de Ministros, contador, Jorge Milton Capitanich, considerar la adopción de medidas para asegurar la normal prestación del servicio de energía eléctrica en los establecimientos destinados al alojamiento de personas privadas de su libertad”, informaron en un comunicado.

“La Procuración verificó que en algunos establecimientos, como el Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Buenos Aires, el servicio se había visto interrumpido, causando problemas para la iluminación, la refrigeración de espacios residenciales y la preservación de alimentos.

Dadas las limitadas opciones de la población detenida para satisfacer sus necesidades por vías alternativas, o recibir apoyo de amigos y familiares, la Procuración solicitó que, sin perjuicio de las responsabilidades de cada empresa prestadora, el estado asegure estándares de habitabilidad mínimos a las personas bajo su custodia directa”.

 

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Lectura recomendada: “Mi Sangre. Historias de narcos, espías y sicarios”

Se termina el año, se viene el verano y las vacaciones, momento ideal para ponerse a leer. En esta oportunidad, les voy a recomendar “Mi Sangre. Historias de narcos, espías y sicarios”, (Libros de Cerca), cuyo autor es Mauro Federico.

A continuación, una breve entrevista al autor que nos cuenta cómo fue la cocina de este libro.

¿Por qué elegiste a Mi Sangre para escribir?

Mauro Federico (MF): Es un personaje con una vida dramática y fascinante que atraviesa los acontecimientos más importantes de la historia de su país y del continente en los últimos 30 años. Y el relato de lo que le ocurrió tiene aditamentos que lo transforman casí en un thiller de narcos, espías y sicarios.

 ¿Por dónde se empieza una investigación tan compleja como es la del narcotráfico, los paramilitares, la guerrilla colombiana?

MF: En el 2011 yo presenté un libro más analítico sobre el crecimiento de la actividad narco en nuestro país durante la última década (PAIS NARCO, editado por RHM Mondadori). Eso me permitió tener una aproximación a personajes similares a Henry de Jesús López Londoño que también habían estado en la Argentina y que fueron asesinados o condenados por la justicia. Esa fue la base contextual de la investigación. El resto se disparó el día que lo detienen a Mi Sangre y Sergio Berni anuncia en conferencia de prensa que habían capturado al narco más importante desde Pablo Escobar Gaviria. Allí hay una historia para contar, pensé. Y fuimos detrás de su pista.

¿Cómo fue la investigación? ¿Cuál fue la parte más difícil? ¿Cuánto tiempo te llevó?

MF: Todo proceso investigativo tiene varias etapas. Primero hicimos mucho territorio, conversamos con gente que lo conoce muy bien, tomamos contacto con sus familares. En segundo lugar y valiéndome de la inestimable colaboración de dos periodistas colombianos (María Alejandra Páez y Nelson Matta Colorado), pude reconstruir buena parte de su pasado violento en Medellín, recorrer su barrio, obtener el testimonio de sus antiguos vecinos. En tercer lugar efectué una lectura pormenorizada de todas las causas judiciales en las que está mencionado. Y por último lo entrevisté en tres oportunidades cara a cara y otras tantas por teléfono desde su lugar de detención en el penal de Ezeiza. Lo más difícil de todo fue cotejar las versiones periodísticas y judiciales (la mayor parte de las veces las primeras basadas en las segundas) con la realidad y darme cuenta que mucho de lo que se dijo y escribió sobre Mi Sangre es falso o está distorsionado. Todo este proceso llevo aproximadamente nueve meses.

Muchos de los personajes que nombrás en el libro, además de Mi Sangre, son personas vinculadas al crimen organizado que terminan refugiándose en la Argentina. ¿Qué sensación te dejó comprobar el hecho de que nuestro país sea el lugar elegido por criminales internacionales? ¿Cómo ves el escenario argentino en relación al narcotráfico?

MF: Desgraciadamente desde hace ya más de dos décadas, la Argentina es un país demasiado amable para aquellos que pretenden escapar de los procesos judiciales que se les sustancian en otras partes del planeta. Aquí personajes como Mi Sangre o Gran Hermano (el otro gran protagonista de este libro, un financista de los carteles colombianos llamado Ignacio Alvarez Meyendorff, detenido en Buenos Aires y extraditado a los Estados Unidos) ingresan sin inconvenientes, se instalan en lujosas casas que compran o alquilan con dineros sobre cuyo origen nadie los indaga y llevan adelante una vida de placeres y negocios que ninguna autoridad controla debidamente. No necesariamente vienen a seguir con su derrotero delictivo, muchos vienen a refugiarse, a protegerse de la mano de la justicia o de la de los sicarios, que a veces los alcanzan y los matan en las calles de nuestras ciudades.

¿Qué fue lo que más te sorprendió de lo que averiguaste durante tu investigación?

MF: El vínculo que existió (y existe) entre las organizaciones paramilitares y los funcionarios públicos, un entramado de corrupción y muerte atravesado por las multimillonarias ganancias del narcotráfico. Algo que en Colombia llaman narcoparapolítica. El propio Mi Sangre me confiesa que él era el responsable de pagar los sobresueldos a los policías y contactar a los congresistas a los que se sobornaba para que aprobaran leyes acordes a los requerimientos de los grupos paramilitares.

Cuando detuvieron a “Mi Sangre”, se dijo que era uno de los narcos más buscados del mundo. Pero en tu libro contás que López Londoño en realidad está involucrado en un circuito mucho más complejo. ¿Pensás que esto pasa con muchos de los detenidos anunciados como grandes narcos?

MF: Sí. En Colombia ya no existen los grandes capos narco que reinaban en los noventa. Todos estos personajes son emergentes de una guerra sangrienta que dejó miles de muertos y que dividió el territorio colombiano y a su población. Acá llegaron las segundas o terceras líneas de aquellos Barones de la cocaína, en su gran mayoría integrantes de las denominadas Bandas Criminales (Bacrim) que siguen operando en las principales ciudades colombianas. Estos muchachos manejan otros códigos, son mucho más violentos y están dispuestos a cualquier cosa con tal de salvar sus vidas.

En una parte del libro contás que accediste a una información que llevó a que Mi Sangre te hiciera una advertencia de sus posibles consecuencias. ¿Tuviste miedo, sentiste que tu vida corría peligro en algún momento de la investigación?

MF: Cuando nosotros logramos desentrañar los motivos que llevaron a López Londoño a regresar a su país luego de que se le negara el asilo político en Argentina, nos topamos con una información muy sensible y que podía tener repercusiones de diferente índole. Entonces resolvimos cotejarla con la versión de Mi Sangre. Y en la última entrevista que mantuve con él, lo interrogué directamente sobre este asunto. Cuándo él se percata de lo que nosotros habíamos averiguado, me mira y me pregunta. “¿Tu no pensarás publicar ésto que te estoy contando, no?”. A lo que yo le respondí que estaba escribiendo su historia y que esto formaba parte fundamental de la misma. Entonces me dijo: “Si lo haces, estarás firmando la sentencia de muerte para mi familia en Colombia, y no tengo que explicarte lo que eso significa para tí”. Se me heló la sangre. Realmente sentí miedo. Ahí tomé conciencia de quién tenía en frente.

¿Tuviste contacto con Mi Sangre después de publicar? ¿Leyó el libro?

MF: No lo volví a ver. Pero le hice llegar un ejemplar a través de su abogado, el doctor Carlos Broitman. Todavía no tuve una devolución de su parte.

¿De dónde surgió el apodo “Mi Sangre”?

MF: Remite a una forma habitual que tienen en Medellín de llamar a la gente de mucha confianza, alguien a quien se valora como a un hermano, alguien de tu propia sangre.

Autores y libros policiales recomendadas por Mauro Federico:

Soy fanático de Edgar Allan Poe, para mi gusto uno de los más grandes escritores de la humanidad. Los crímenes de la Rue Morgue o cualquiera de la saga del detective Augusto Dupin, son relatos fabulosos. También recomiendo leer Variaciones en rojo, un gran libro no demasiado conocido de la etapa literaria de Rodolfo Walsh.

Y por último, creo que un libro meridional que desnuda la trama oculta del funcionamiento de las policías en nuestro país, es La Bonaerense, magistralmente investigado y escrito por Carlos Dutil y Ricardo Ragendorfer.

Sobre el autor: 

Mauro Federico es periodista. Nació en Buenos Aires en 1967 y estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata. Trabajó en el diario Crítica de la Argentina y en las revistas Humor y El Guardián. Dirigió el mensuario El Médico y colaboró con otros medios gráficos, radiales y televisivos. Hoy conduce el programa Traigan la tarde, es columnista del ciclo Perros de la Calle y panelista de Duro de Domar. Es autor del libro País Narco (Sudamericana).

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El autogobierno policial y la ciudadanía librada a su suerte

Los médicos hacen el juramento hipocrático, que consiste fundamentalmente en prometer responsabilidad y conciencia al ejercer su profesión, en la que está en juego la vida de las personas. A los policías, cuando se les entrega el uniforme y un arma, también se les está poniendo en las manos la responsabilidad de proteger la vida de las personas, también hacen un compromiso con la sociedad.

Sin embargo, en los últimos quince días, esa responsabilidad que como sociedad le adjudicamos a nuestras fuerzas fue usada en nuestra contra. Un reclamo salarial –justo, en la mayoría de los casos- se convirtió en un mecanismo extorsivo que puso en vilo a todos los ciudadanos y generó una guerra de todos contra todos. En medio del caos, en el que también salió a la luz que hay mucho más civiles armados de lo que uno se imagina, la mayoría de los dirigentes políticos se dedicaron a pasarse facturas, a señalar culpables, a hacer de todo menos proteger a la ciudadanía. Nos dejaron solos.

Lo cierto es que la corrupción y el hecho de que la policía es “la dueña de la calle” no es algo nuevo, y es una situación que se fue gestando a sabiendas y con el apoyo del poder político. Tal como explica Ricardo Ragendorfer, periodista especializado en temas policiales, en un artículo publicado en el diario El País, el problema, más que los sueldos, que sí eran muy bajos, es la gestión de los recursos.

“El dinero que el Estado invierte en las fuerzas de seguridad apenas llega para cubrir los sueldos. Las comisarías se pagan desde la revisión de los coches hasta la última resma de papel que usan. Y lo hacen gracias a las recaudaciones ilegales. Al Estado le viene bien que estos cuerpos se autofinancien. Pero una fuerza que se autofinancia también se autogobierna”, dice Ragendorfer.

Nadie puede mostrarse sorprendido de esta situación. Que la policía se autofinancia con mecanismos ilegales de recaudación no es una novedad. Es algo que todos sabemos y casi hemos incorporado como natural, como si no pudiera ser de otra forma.

El artículo de El País que cité fue escrito por Francisco Peregil, que da cuenta de esta naturalización de la corrupción policial.“ Al peatón le echan el coche encima, al del coche le echan el autobús y a la sociedad le echan una policía corrupta y brutal. Tan brutal como para encerrarse en sus cuarteles y observar impasibles cómo los saqueadores invaden las calles, se expande el caos y mueren 12 personas”.

Los argentinos nos hemos acostumbrado a que el policía pida coima. Y eso en el mejor de los casos. Hay panoramas mucho peores: la policía de San Pedro, Jujuy –que también se sumó a la protesta salarial- tiene decenas de denuncias por abuso de la fuerza, por usar a los pibes de “mulas” para traer droga de los países limítrofes, por armar causas.

Las policías de Córdoba y de Santa Fe fueron denunciadas en el último tiempo por vínculos con el narcotráfico. El año pasado se difundió un video que mostraba cómo policías de Salta torturaban a un detenido. Y así se puede seguir con cada una de las fuerzas policiales.

Esto no significa que el reclamo de un sueldo digno no sea justo. Pero el método que usaron para exigirlo es repudiable y hace que nos preguntemos ¿en manos de quién estamos?

Y ahora viene otra parte del proceso: ¿Cómo se reconstruye la confianza en la policía? Estamos hablando de personas que se habían comprometido a protegernos y que de pronto dejaron las calles liberadas y observaron con mucha pasividad como el país se convertía en un infierno. En algunos casos incluso hay denuncias de que los mismos policías incitaron o participaron de los saqueos.

“La policía no combate el delito, lo administra”, dice Luis Vicat, ex director de Asuntos Internos de la Bonaerense, en la nota de El País.

Si uno tan sólo pudiera confiar en que, con el aumento de sueldo, se terminó el problema. Pero tal como señala el artículo de El País, el conflicto de fondo es político, y lo que hace falta para que haya un cambio verdadero es un compromiso de nuestros dirigentes a purificar las fuerzas, a ponerle fin al autofinanciamiento mediante vías ilegales, a terminar con la corrupción policial.

Para leer la nota completa de El País, hace click acá: Los amos de la calle en Argentina

 

 

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