CINESCALAS es un blog de cine (y algunas cosas más) que surgió, en primera medida, como una necesidad personal para poder plasmar mis críticas sobre determinadas películas dentro de un marco ameno. Por eso, más allá del guiño a Kubrick en el subtítulo, ese “cómo aprendí a dejar de preocuparme y amé el cine” se relaciona también con lo que yo quería para mi blog: no imponer mi voz o encarar la crítica de cine desde un lugar de superioridad. Si bien al comienzo los posts tenían algo de noticioso o informativo (como cuando discutimos los premios Oscars), eventualmente se produjo un cambio que alteró todo: apareció una comunidad. Así fue como las consignas (las que siempre adelanto en Facebook para que puedan ir “haciendo la tarea”) comenzaron a resultar imprescindibles para que esa comunidad pudiera hacer escuchar su voz respecto del cine, respecto de esas películas que veían en sus casas y sobre las cuales necesitaban un grupo para poder discutirlas.
El grupo se armó, el grupo se conoció, me fue a despedir a mi casa en Areco cuando me fui a vivir a Londres, me despidieron en el blog mismo y siempre está firme para adaptarse a los cambios del espacio. Mucho pasó en estos dos años de vida que tiene Cinescalas. Por el blog pasó mi padre, mi hermano, y todos los lunes escribe un espectador de cine que simplemente quiere verter su opinión sobre algo que despertó su inquietud. Preocupada por el hecho de que mi mudanza a Londres afectara la dirección del blog, decidí que lo atractivo era sumarle esa experiencia de una periodista en otro país. Por eso, en su momento, inauguré la sección London Day, donde se fueron acumulando dichas experiencias vividas en la ciudad, con entrevistas a bandas, cantantes, actores, pero nunca olvidando el dejar una consigna para que la comunidad no se sienta alienada. Sin dudas, con casi 500 posts en su haber (cabe aclarar que Cinescalas se actualiza todos los días), el blog se convirtió en un espacio donde no solo se habla de cine sino también un espacio donde se toma al cine como disparador para compartir anécdotas, situaciones con las que todos podemos vincularnos y siempre con el respeto en el intercambio, que no hace más que reforzar esa heterogénea comunidad. Ah, sí, y dos cosas más: el blog fue elegido como el mejor de lanacion.com dos veces consecutivas (2011-2012) en los premios La Nación Multimedia de Excelencia en Periodismo Digital y quien les escribe y quienes comentan estamos todos locos. Bienvenidos sean.
MILAGROS AMONDARAY