En algunas ocasiones nuestras mascotas sufren enfermedades de curso crónico que podemos prevenir fácilmente.
Un ejemplo de lo dicho son las parasitósis internas, que son trasmitidos desde la lactancia y que se contagian de otras maneras durante toda la vida de nuestra mascota, produciendo diferentes síntomas.
La mayoría de los helmintos y algunos protozoarios se localizan en el tracto gastrointestinal, por lo cual el examen parasicológico de materia fecal permitirá identificarlos y así poder tomar medidas profilácticas y terapéuticas en el animal.
Es importante que la toma de muestra sea realizada en forma correcta siguiendo las recomendaciones del médico veterinario y en envase hermético, limpio y con la solución apropiada para su conservación.
Las muestras deben ser tomadas frescas y solo una pequeña cantidad de cada deposición durante 4 días seguidos. Es importante destacar que los huevos de los parásitos sufren cambios rápidos y algunos protozoarios cambios en su movilidad disminuyendo la probabilidad de su observación.
Se deben poner en el frasco conservador los datos del animal, propietario, fecha de las tomas de las muestras, tratamiento y cualquier otra información importante como la presencia de sangre en la materia fecal, moco o parásitos observados.
En el caso de que el animal esté enfermo, hay que aclarar los síntomas y medicaciones administradas, así como el tiempo de convalecencia.
Recordemos que algunas parasitosis son enfermedades zoonoticas, las pueden trasmitir los animales al hombre, por lo cual debemos tener especial cuidado para realizarlo y saber qué tipo de especie de parásito afecta nuestra mascota e indicarle el antiparasitario preciso para esa determinada especie.
Existen muchas formulaciones de productos antiparasitarios en forma de pastillas, pastillas palatables (con sabor), pipetas y pasta con gusto, estas dos ultimas son preferibles en el caso de gatos o mascotas que no traguen fácilmente las pastillas.
Dr. Piaggio, Claudio
M.P.9329
M.N. 7303