Este yin y yang felino es en realidad el abrazo cotidiano de Titi y Lola. “Son muy compañeros y los dos son muy traviesos. Titi tiene 7 años, pesa seis kilos y medio y es un gordo muy cariñoso. Lola tiene 11 meses y pesa un kilo. La encontramos en la pileta de un club abandonada y desnutrida. Nos agradece con mucho cariño el tenerla con nosotros. Ahora está bien alimentada. Titi ama comer, para él vivir es comer: a veces lo hace siete veces por día. En cambio, Lola come cinco veces por día”, cuenta y recuenta Noelia Balbo Mosetto.
(Publicado en la edición impresa de La Nación. Bestiario, Ultima Página del 20/10/2011).