Los cuadros de Alfred Taubman (foto derecha) será rematados por Sotheby’s el mes próximo, en lo que promete ser una histórica subasta. Tiene su lógica. Alfred Taubman fue el personaje central del boom de Sotheby’s en los años ochenta, compró la rematadora para expandirla y lo hizo. Fue chairman de la casa de York Avenue en la era de del supermercado,cuando los yens japoneses llevaron las cotizaciones de los impresionistas a las nubes. Le tocó el mal trago de haber acordado el cobro de comisiones secretamente con la archicompetidora Christie’s, acto castigado severamente en los Estados Unidos, por violar una enmienda de la constitución que protege intereses de los consumidores. Ese faux pas le costó el cargo a su mano derecha, Dedé Brooks, directora de la firma, muy conocida por los compradores de arte de Buenos Aires porque sus visitas eran frecuentes. Su último viaje fue para poner en marcha las ventas on line. El negocio no anduvo por una cuestión de timing. Dedé se adelantó 10 años. No en vano era una buena corredora de larga distancia.
Alfred Taubman murió en abril a los 91 años. Ganó su primer millón con una inversión de 5000 dólares, prestados por su tío, en el negocio de los shoppings malls. En este territorio se convirtió en el número 1. Fue tapa de Business Week en 1971 y, en la cima de su fama y prestigio, compró Sothebys, lo que le sumó prestigio social, fama y una linda mujer rubia. Filántropo, benefactor del Smithsonian y del Whitney, animador conspicuo de las páginas mundanas del WWD.
Compró cuadros espléndidos, obras maestras que serán subastadas el 4 de noviembre en York Avenue y la 72,Manhattan. Entre ellos, el retrato de Modigliani, las bailarinas de Degas, varios Picasso (arriba Mujer con guitarra), y un De Kooning fuera de serie. No tenía Taubman una pintura de la dimensión de las Mujeres de Argel, de Picasso, hoy el cuadro más caro del mundo, pero si 500 buenas telas y esculturas que pueden hacer el total más histórico más alto para la venta de una colección privada. Bajo el mandato de Taubman se subastaron las joyas de la duquesa de Windsor y las colecciones de Andy Warhol y Jackie Kennedy.