Una faceta poco conocida de Eva Perón fue recordada semanas atrás en una conferencia magistral a beneficio de FADAM (Federación de Amigos de Museos) a cargo de Miguel Santarelli, integrante de una dinastía de joyeros. Erudito c0mo pocos en la materia, trazó un perfil de 4 grandes de la joyería internacional: Cartier, Van Cleef, Verdura y el contemporáneo JAR. Al hablar de Van Cleef, recordó que Evita fue una de sus más conspicuas clientas a partir de la relación que estableció con el joyero por intermedio de Alberto Dodero, fundador del imperio naviero.” La relación de Eva Perón con las joyas -explicó Santarelli- fue, como su propia vida, una evolución”. Abajo, en las fotos seleccionadas por Santarelli para su exposición, se ve a Evita con Fangio luciendo el prendedor Capillaire, de Van Cleef & Arpels, uno de sus preferidos. En la otra imagen, está en Roma, con imponente sombrero y una pulsera de Van Cleef diseño Ludo.




Cuando proyectaba la Gira Arco Iris , Evita preparó minuciosamente su ajuar, que incluía modelos diseñados en Buenos Aires por Henriette y madame Paula Naletoff , y joyas encargadas y/o inspiradas por Van Cleef. Entre ellas, el famoso Collar Babero, realizado por Ghisso (arriba), según diseño de Van Cleef. Tenía 150 kilates de brillantes y estaba inspirado en el diseño usado por la primera mujer del Sha de Irán para su boda, en 1930. Una de las piezas más conocidas, de una colección cuyo destino final sigue siendo una incógnita para muchos, se cuenta el prendedor Bandera Argentina, rematado años atrás por Christie’s. Según trascendió entonces, lo quiso comprar Susana Giménez, pero quedó en manos de una clienta de identidad reservada que pagó 1 millón de dólares. En la foto de abajo, Evita, en companía de Juan Perón y el coronel Domingo Mercante, luce el broche Bandera sobre el vestido negro.

