Arriba la obra de la genial Yayoi Kusama última aliada de Louis Vuitton para la fórmula fashion & art. A la izquierda, la vidriera de Buenos Aires en Avenida Alvear. Viene bien exhibir la obra de Kusama, porque el único objeto de moda que ví en la vidriera fue una billetera de 4000 pesos. La artista nipona nació en 1929, vive en un psiquiátrico, ganó fama en los años 50 por su obra “redes infinitas”, en el ’59 se instaló en Nueva York y participó del universo de Andy Warhol y Donald Judd. Yayoi (retrato abajo) asegura que  su obra es producto de alucinaciones, piensa en forma  serial y en puntos llamados “polkas”. La instalación para Vuitton forma parte de sus “nervios con formas biomórficas”. Miren la fachada del local de Nueva York en el final de este post. La relación arte y moda del grupo LVMH, que preside Bernard Arnault, junto con Francois Pinault el mayor coleccionista de Francia,  se inició años atrás cuando Marc Jacobs, diseñador jefe de la firma fundada en 1854, convocó al artista japonés Murakami para que interviniera el tradicional monograma de LV en marrón y negro. La colección que está en la calle –no en Buenos Aires x cepo importador-tiene el sello  de Yayoi Kusama. Jacobs organizó una retrospectiva de su obra que se vio en el Museo Reina Sofía, de Madrid, en el Pompidou, de París, en la Tate de Londres y en el Whitney de Nueva York. Arte & moda, las buenas migas.