Puede un artista poner una ciudad en el mapa? Sí. Si se llama Jeronimus Bosch con 48 pinturas y dibujos atribuidos a su autoría distribuidos en10 países, 18 ciudades y 20 colecciones en todo el mundo. Poca producciòn como el gran Vermeer. A 500 años de la muerte de El Bosco la ciudad natal del misterioso alquimista del arte decidió celebrarlo con una muestra increíble, multimedia, sonora, paisajistica, virtual,. Cerca de cinco años de preparación, una inversiòn de 10 millones de euros y la pequeña villa de aires medievales se convirtió en un centro turístico de alto vuelo. El arte y los museos, dicho y repetido hasta el cansancio, son hoy el principal motor del turismo. Jeronimus van Aken nació circa 1450 en Hertogenbosch, de donde sacó su nombre que lo llevó a la fama global por su principal obra El jardín de las delicias, eje de la muestra del Museo del Prado (hasta el 11 de septiembre), que no prestó el magnífico tríptico para la muestra holandesa, esa gloriosa celebración en Hertogenbosh, cercana de Maastricht, sede de la más exquistiva y exclusiva feria de arte del mundo TEFAF. En Visiones de un genio se exhibieron 25 paneles del artista y 25 dibujos con un montaje digno de admiración, luz tenue, paredes borravino y un recorrido didáctico fuera de serie. Llevar la obra de Bosch a su propio entorno además de un esfuerzo económico resultó la oportunidad para revivir escenas que inspiraron sus pinturas, señalamientos de la ciudad de los lugares por donde pasó el maestro y detalles de ese paisaje singular del sur de Holanda. Allí la imaginación voluptuosa de Bosch imaginó un mundo poblado de seres fantásticos, ¿salidos de una mente, alucinada? “El Bosco vivió en dos mundos diferentes; el real que lo rodeaba y el universo de su imaginación”. Así comienza el libro-catálogo editado para esta fiesta del arte. Cuando el maestro murió en 1516 se convirtió en el artista de culto imitado hasta el cansancio. En la obra de Brueghel circulan modos, estéticas y escenas “bosquianas”. Su patern trasunta una manera de ver el mundo, por momentos surrealista, onírica, audaz, que no suscribe a ningún género salvo el propio universo donde se observan detalles, escenas, acciones de la vida cotidiana de Hertogenbosch. La vida cotidiana atravesada por una imaginación sin límites y una paleta personalísima. El Museo Bosch fue restaurado y puesto a todo con las últimas exigencias de montaje, Rabobank contribuyó en la puesta a punto que incluye una recorrida audiovisual extraordnaria. Como la obra de El Bosco. Montar una muestra de excelencia sin contar con la joya de su producción que es el Jardin de las delicias, patrimonio del Museo del Prado, fue una hazaña singular de los curadores que lograron recrear el clima en las magníficas salas. Parte del programa es hacer un recorrido, almuerzo incluido, camimando y en bote, por esa pequeña villa medieval atravesada por canales. Es la oportunidad para asomarse al mundo mágico desde el agua y conducido por un sabio cicerone.
Recorrer en bote con un guía sabio la ciudad desde los canales. Una experiencia “bosquiana” fuera de serie.
El Museo Jeronimus Bosch puesto a punto para la celebración de los 500 años de su muerte. Una muestra multidisplinaria con 25 paneles de su obra y 25 dibujos
La ciudad natal, las costumbres, la vida cotidiana, Brueghel estuvo mirando esta escena pintada por Jeronimus Bosch, más conocido como El Bosco