Oda a las mujeres que pasaron los 45

 

Mi amigo Daniel M. posteó en su perfiL de FB un sentido texto publicado en una revista inglesa a propósito de una encuesta sobre el tipo de mujeres que prefieren los hombres. Para asombro de los editores, la mayoría de los lectores encuestados votó por las de 45 años para arriba, una grata sorpresa en este mundo que premia y festeja a muchas cabeza hueca con minifalda.

Las razones mejor fundadas (aunque sean un auténtico Arjona dixit, como opinan los lectores de este blog) las puso en palabras el escritor colombiano Santiago Gamboa, de 43 años, y que acá comparto para regocijo de las que están en la franja y para esos señores vampiros que buscan sangre fresca para no asumir que la madurez es un hecho inexorable….

Sharon Stone en su esplendor via movie classics

Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto.

Hoy tienen cuarenta y pico, incluso cincuenta y pico, y son bellas,
muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas,
y sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar
de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis
que capitanea sus muslos, pero que las hace tan humanas,
tan reales. Hermosamente reales.

Casi todas, hoy, están casadas o divorciadas, o divorciadas
y vueltas a casar, con la idea de no equivocarse en el segundo
intento, que a veces es un modo de acercarse al tercero,
y al cuarto intento. Qué importa…

Otras, aunque pocas, mantienen una pertinaz soltería
y la protegen como ciudad sitiada que, de cualquier modo,
cada tanto abre sus puertas a algún visitante.

Nacidas bajo la era de Acuario, con el influjo de la música
de Los Beatles, de Bob Dylan. Herederas de la “revolución sexual” de la década de los 60 y de las corrientes feministas que, sin embargo recibieron
pasadas por varios filtros. Ellas supieron combinar libertad
con coquetería, emancipación con pasión, reivindicación
con seducción. Jamás vieron en el hombre a un enemigo a pesar que le cantaron unas cuantas verdades, pues comprendieron que emanciparse era algo más que poner al hombre a trapear el baño o a cambiar el rollo de papel higiénico cuando éste, trágicamente, se acaba, y decidieron pactar para vivir en pareja.

endiabladamente seductoras… Davidup via Movie classics

Son maravillosas y tienen estilo, aún cuando nos hacen sufrir,
cuando nos engañan o nos dejan. Usaron faldas hindúes
a los 18 años, se cubrieron con suéter de lana y perdieron
su parecido con María, la virgen, en una noche loca de viernes
o sábado después de bailar.

Hablaron con pasión de política y quisieron cambiar el mundo.
Aquí hay algunas razones de por qué una mujer de más de 45
nunca te va a despertar en la mitad de la noche para preguntarte…
“qué estás pensando?”: no le interesa lo que estás pensando.

Si una mujer de más de 45 no quiere mirar un partido de fútbol,
no da vueltas alrededor tuyo. Se pone a hacer algo que
ella quiere hacer y generalmente es algo mucho más interesante.
Una mujer de más de 45, se conoce lo suficiente, como para
estar segura de sí misma, de lo que quiere, y de con quién lo quiere.

Son muy pocas a las que les importa lo que tú pienses de lo que ella hace. Una mujer de más de 45, tiene cubierta su cuota de relaciones “importantes” y compromisos. Lo último que quiere en su vida es otro amante posesivo.

Las mujeres de más de 45 son generalmente generosas en alabanzas.
Saben lo que es no ser apreciadas lo suficiente. Tienen suficiente
seguridad en sí mismas como para presentarte a sus amigas.
Solo una mujer más joven e inmadura puede llegar a ignorar
a su mejor amiga.

Las mujeres se vuelven psíquicas a medida que pasa el tiempo.
No necesitas confesar tus pecados, ellas siempre lo saben.
Son honestas y directas. Te dicen directamente que eres
un imbécil si es lo que sienten sobre ti.

Tenemos muchas cosas buenas que decir de las mujeres
de más de 45 y por múltiples razones. Lamentablemente no es recíproco.
Por cada impactante mujer de más de 45, inteligente, divertida y sexy hay un hombre con casi o más de 50, pelado, gordo, barrigón y con pantalones arrugados haciéndose el gracioso con una chica de 20 años, haciendo el completo ridículo.

Señoras, ¡les pido perdón por ellos!