Vacaciones sexuales a bordo de un crucero de lujo

No se me ocurre mejor plan para alguien que ha terminado, o tiene una relación que tambalea, que tomarse unas vacaciones sexuales, sea en alguna playa alejada como las de Tailandia, en un divino hamman de Estambul o arriba de un crucero, de esos estilo all inclusive para jubilados pero lleno de solos y solas en pie de guerra. Una gran cama flotante con proa a cualquier parte, aunque si esa parte fuera la costa Dálmata, pues… tengo listo el bolso!

Una conocida que vive en NY acaba de comprar su boleto para zarpar en el Desire Cruise, el primer crucero sexual pensado para el goce de gente con espíritu aventurero, con ganas de “llevar su sexualidad a otro nivel”, como augura el sitio de la empresa organizadora, dedicada a eventos de temática erótica.

   A descansar, para barajar de nuevo sunshine

Así de refinada está hoy la industria del entretenimiento para adultos… y así de volátil es el deseo humano, pues últimamente son cada vez más notorias las excusas que nos buscamos para activarlo, para no dejarlo morir. Este lujurioso paquebote de 180 metros de eslora partirá de Venecia el próximo mes de septiembre para recorrer durante 8 dias el Mediterráneo y los puertos más bellos de Croacia y Eslovenia. En el ínterin, mientras la nave surca las aguas azules rumbo al próximo destino, la idea es que los pasajeros se entreguen a los placeres de la carne.

A mí me huele a fiesta swinger de alta gama, aunque a mi conocida le han jurado que el programa incluye actividades recreativas para todos los gustos y estados civiles. Si estás sola, habrá solas y solos. Si vas en pareja, también habrá parejas bien dispuestas, en síntesis, un dulce montón de gente queriendo disfrutando al máximo su vida.

 De todo a bordo 

Personalmente creo que esta clase de festines luego resultan un bumerán. Hay que tener un deseo muy alto o bien tomarse unas cuantas sustancias para soportar, en este caso, 8 días dedicados a filtrear con desconocido, tratando de agradarles, y en el peor de los casos, sosteniendo la pose de insaciables.

Las instalaciones del barco alcanzan cómodamente para 700 personas y cuenta con bares, casinos, sex shops, restaurantes, salones eróticos y zonas 100% nudistas, por si los pasajeros deciden andar en cueros. Como todo medio de transporte, y como todo en este mundo, hay un vip y una clase turista. El ticket más barato no baja de 2700 euros. Por otro lado, el tour tiene sus reglas: no se podrán sacar fotos ni grabar, ni acostarse con la tripulación y al restaurante si o si se irá vestidos. Y la premisa básica del swingeo: no quiere decir no.

Imagino el plan y aunque es tentador, no dejo de pensar en la contaminación de los mares, aunque no sé si los profilácticos son tan nocivos para la naturaleza como las bolsitas del supermercado…

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Una maratón de sexo en el último Festival Swingfields

Cuando quieren los ingleses pueden caer en curiosas contradicciones. Pueden, por ejemplo, cerrarle la puerta en la nariz a la Unión Europea so pretexto de salvaguardar su cultura anglosajona, y al mismo tiempo hacer un festival al mejor estilo Creamfields, pero de sexo. Si. Hace unos meses se realizó en el Reino Unido la tercera edición del  Festival Swingfield, un encuentro que congrega a los miembros de la comunidad swinger del reino, y que este año según la organización sumó cerca de 700 participantes. Una multitud. El primer Swingfields fue en 2013 en Worcestershire y entonces asistieron apenas 250 personas. Pero la colectividad empezó a sumar miembros, por lo que según las crónicas, el escenario de este año lució como “una enorme película porno.” Los convidados (que pagaron cerca de 500 dólares) se entregaron sin pausa durante dos días todas las actividades y entretenimientos eróticos planeados, además del intercambio de parejas, porque a eso se dedican concretamente los parroquianos de este club.

La palabra swinger viene del verbo inglés to swing que significa labancearse, oscilar, columpio. Se sabe que los esquimales, por ejemplo, suelen jugar a “la lámpara apagada” un divertimento que consiste en mezclarse en la oscuridad, respetuosamente y de forma consentida. Primero cenan todas las parejas juntas, después bailan y cuando ya están a punto se apaga la luz…. y agarráte Catallina.

Para mantener la privacidad y evitar filtraciones a la prensa los invitados al Swingfield se enteraron a último momento el lugar de la cita, que fue en un bucólico pueblito de 2800 habitantes ubicados al sur de Gales, en la localidad de Monmouthshire. Es de imaginar la sorpresa que se habrán llevado los vecinos cuando de la noche a mañana apareció en el patio de atrás el dichoso campamento. Las postales muestran gente desnuda circulando entre una miríada de carpas blancas y tinas de baño colectivas, espacios donde supongo habrán sucedido los hechos principales.

 

De party...theclassyissue

Personalmente creo que el intercambio es una práctica de lo más común y natural. Algunos se espantan ante la idea pero cierto es que tu marido o tu esposa puede estar acostándose con la esposa de tu amigo y viceversa, la diferencia con los swingers es que lo comparten con su pareja, no lo hace cada uno por su lado sottovoce. Es una forma de infidelidad consentida, para explicarlo mejor. Sucede en las mejores familias y acá existe incluso un club privado donde se reúnen también quienes no tienen grupos de amigos, es decir, las parejas que quieren probar de qué se trata pero no saben con quién compartir su inquietud. Se da bastante, según me contaron algunos organizadores cuando escribí mi libro, que incluye un capítulo dedicado al tema, en los countries y barrios cerrados donde hay buena onda entre los vecinos.

En fin, si los nudistas tienen playas propias porque los swinger no podrían tener su festival!

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Fiestas exclusivas para intimar en grupo

Siempre recuerdo aquella tarde, hace unos años, en la que por azar caímos con mi amiga Mercedes en una reunión de swingers. Gente encantadora, discreta. La anécdota sirvió de inspiración para uno de los capìtulos de mi libro, sin embargo, habiendo investigado bastante el tema, nunca me cerró la idea del sexo grupal.

No sé, tal vez imagino que la cosa en grupo es como meterse en una gran pileta pública, y yo soy fóbica: la gente se tira al agua sin haberse duchado antes, hay quienes tienen hongos en los pies o acaban de almorzar y se tiran de cabeza. En fin, son riesgos que algunos no deseamos correr. Otra amiga me aclara que la tendencia, o el swingeo de verdad, hoy se practica en lugares como los countries, y entre prolijas parejas de amigos, en forma privadísima. Así, bueno, quizá… pero hay que tener suerte: además tienen que gustarte tus vecinos.

 Probando el disfraz Foto via Themarveloustalkingmachine 

En fin que viendo las dificultades y los tiquismiquis de los curiosos sin coraje, han proliferado en todo el mundo clubes que organizan fiestas exclusivas para quienes quieren cumplir la fantasía, ejemplo es la empresa suiza Castelevents, que hace dudosas fiestas en escenarios mágicos del viejo continente, y solo para gente espléndida y pudiente capaz de pagar, por ejemplo, 800 euros la entrada. Parece que el precio lo vale: hay camas redondas, champagne de verdad (francés), bandas de música, rico morfi y todo en un ambiente vipo. Parte del dress code (ellos de smoking, ellas de largo) es el antifaz o la máscara veneciana para taparse, ya que podría uno cruzarse con un político o una celebridad, o tu tía.

En la Web ya postearon el calendario fiestero. Paro los interesados, el evento más pròximo será el 15 de marzo en Ginebra en un castillo con vista al Mont Blanc, y en julio el “Eye Wide Shut Party”, en Barcelona. Les comparto un video de promoción que subieron a YouTube, un poco cursi, con perdón de los feligreses…

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Y un día volvieron los swingers…

A Merchu le volvieron los swingers….¿se acuerdan? hace dos años ya (yes, este blog va para dos años de existencia) mi amiga, que alquila habitaciones a turistas en su destartalada casona de San Telmo, recibió el llamado de una pareja de canadienses que, tras hacer la reserva, le aclaró, como si nada, que eran de practicar el intercambio de pareja.

Aquella visita fue un desastre. Los swingers eran muy simpáticos, pero se tomaron el atrevimiento de armar un party con sus pares en el jardín de Merchu, que se desayunó del evento apenas entró a su casa y vió una masa de individuos semidesnudos flirteando alrededor de la piscina.

sunshinepeople

revueltos… pero no juntos via sunshinepeople via bigfun

Cuestión es que este año volvieron 3 de las parejas, pero la cosa se puso fulera: una de las esposas se puso “de novia” con el marido de otra. Eso rompe completamente los códigos y principios de esta costumbre sexual tan extendida (valga la redundancia) en todo el mundo.

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Los swingers en américa

¿Te gusta el sexo en grupo? Si la respuesta es sí, éste libro te puede interesar. El intercambio de pareja es una práctica mal llamada orgía que existe desde tiempos remotos, y que algunos miembros del club prefieren mantener en privado, mientras que otros suelen ventilarlo con la mayor naturalidad. La fotógrafa Naomi Harris perdió hace poco su puesto de trabajo en una conocida editorial luego de que en su país se reeditara American swings, un verdadero registro antropo-fotográfico publicado por Taschen el año pasado y en el que Harris revela detalles reveladores (valga la redundancia) sobre la vida sexual de los swingers de los Estados Unidos.

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Los swingers salen del placard

A Martita le vino una curiosidad repentina por la cultura swinger. Mejor dicho, anda con la imaginación a 220 desde que hace unos domingos haciendo zaping pescó en National Geographic un especial sobre la práctica contemporánea del sexo grupal. La prima de mi amiga Marilú buscaba el canal de venta directa para comprar un extractor de jugos, y dice que terminó cachonda de solo ver las escenas y escuchar la descripción de los beneficios de pertenecer a este club que, desde tiempos remotos, no deja de crecer en número de socios.

Me refiero a que el sexo de a muchos no es cosa nueva, aunque ahora se hable del tema.

Anton Solomoukha via www.artmajeur.com, y via ponyexpress

En todo caso, la noticia es que el movimiento de intercambio de parejas se ha organizado en los últimos años. En sus orígenes (griegos, romanos- hay que ver los frescos de Pompeya- y más atrás todavía) no había códigos ni orden ni etiquetas para participar en un evento del tipo. A una orgía podía caer cualquiera, como cuando yo aterricé por “default” en casa de Merchu.

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Cumbre de swingers

Estoy helada: acaban de invitarme a una fiesta swinger. La participación vino a mi nombre, vía mail, y por más que pienso sigo sin entender cómo, a quién se le ocurrió mandármela, y porqué razón…

La cuestión es que el 25 de julio próximo se realizará en Santiago de Chile el primer encuentro nacional de swingers y resulta que esperan “contar” con mi bella presencia. La multitudinaria reunión será en una mansión alquilada a tales fines en la ciudad trasandina, y habrá charlas, proyección de películas, stands de juguetes eróticos, habitaciones para “compartir” y una gran fiesta denominada Sexy Party, con música de los años 80.


Anton Solomoukha /Flickr.com via ponyxpres

Llamé a mi amiga Merchu para corroborar mis sospechas. Si mal no recuerdo, fue en mayo cuando caímos sin querer en un confuso evento de intercambio de parejas …
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