Cubitos de hielo y pastillas de mentol para el sexo oral

Quizá el sexo sea lo último que querríamos hacer en estos días tórridos que padece el Hemisferio Sur, pero cierto es que la temperatura alta siempre es buena excusa para ampliar el repertorio lúdico y probar cositas nuevas en la cama, ejemplo, los cubitos de hielo y las célebres pastillas mentoladas que antes úsabamos para sacarnos el aliento a cigarrillo, o a cebolla.

Estas golosinas parecen estar de “última moda” en cuestiones de sexo oral. Lo recordé días atrás cuando un vendedor ambulante subió al colectivo ofreciendo el clásico paquete negro con letras plateadas, ignorando que se han convertido en un “tesoro.” Su poder refrescante, mas que la menta, genera un efecto placebo capaz de aumentar la sensibilidad de los genitales, al ser estimulados oralmente, claro. Primero hay que chupar la pastilla, y luego darse a la práctica… 

sudor frio...sunshinecafe 

Así es que a comprar las Halls y a llenar las cubeteras del freezer. Al contacto con el frío helado la piel se pone tensa enseguida y el efecto se potencia en las zonas erógenas tanto femeninas como masculinas que, bien tratadas, responden sin pensar.

Con ambos recursos habrá que tomar ciertas precauciones. En el caso del hielo lo ideal es tener a mano un recipiente lleno y antes elegir bien dónde se usará, para no mojar la cama ni pescarse una bronquitis bajo el aire acondicionado, y mucho menos se debe introducir el hielo en los orificios del cuerpo. Con la pastilla, lo mejor es no tenerla en la boca mientras se hace uso pues se corre el riesgo de morir asfixiados, ya por el azúcar o se desliza fácil. Otra idea útil es guardar los juguetes en el freezer, y de paso el frío mata todos los gérmenes (siempre y cuando el chiche sea de un material noble, como la silicona medicinal o metal, nunca plástico pues congelado se parte y puede lastimar).

Revisando estos menesteres encontré que existen joyas heladas diseñadas por una alemana llamada Katharina Ludwig. El invento es sencillo de hacer en casa, basta meter anillos, collares y aros con base metálica en cubeteras con formas eróticas. Tarea para el hogar!

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El calor y la fantasia del sexo en el agua

No estaba yo tan preocupada por el cambio climático y sus efectos sobre el planeta hasta los dos últimos veranos, cuando en estas regiones padecimos temperaturas infernales, literalmente. En Buenos Aires entramos en alerta naranja por primera vez en años, lo que se percibe desalentador para los planes eróticos de aquellos individuos sexualmente activos, pese a que la ciencia insiste que esta época nos predispone biológicamente, querramos o no.

La influencia de la luz solar incrementa los niveles de testosterona y de estrógenos, también aumenta la producción de serotonina, el neurotransmisor vinculado al placer y la excitación (ver post anteriores). “En verano el calor suele propiciar los encuentros sexuales debido a que producimos más oxitocina y endorfinas relacionadas con el deseo sexual, haciendo que aumente el deseo, aunque éste puede variar a lo largo de nuestra vida y estar influido por otros factores, que no son los climatológicos. Es decir, el calor no es una causa directa de los niveles de deseo” apuntan los sexólogos.

eviten pisar el jabón 

Cuestión es que las hormonas revolucionadas reavivan la fantasía más común de la temporada estival, la del sexo en el agua, el peor lubricante de todospor eso mismo es momento de reciclar esos lugares comunes y darle cabida a espacios y fetiches nuevos.

Ejemplo, si están de vacaciones en la montaña o el campo siempre habrá un rincón oscuro entre los árboles donde tender la manta y hacer pic nic, o si están en la ciudad las baldosas frescas de la cocina, y el balcón cuando corre la brisa nocturna son escenarios perfectos para la horizontalidad (o verticalidad). El hielo suele ser un gran juguete, como los helados y otros alimentos frescos. Y eso sí, tratándose de un ejercicio aeróbico antes hay que hidratarse bien y también cuidarse de no patinar o caer justo sobre un hormiguero. Si la fantasia del agua es mas fuerte, la ducha parece ser el menos peor de los escenarios, aunque el látex del profiláctico se deteriora con el cloro.

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Las apps de citas facilitan el sexo en el gimnasio

Llegan los días de calor e inexorablemente siento culpa. El resto del mundo empieza a sacarse las capas de ropa y a exhibir los músculos que endureció sacrificadamente durante el año, y entonces yo quisiera quisiera huir al hemisferio norte y no volver hasta el otoño. Pero como la vida “empieza” cada lunes, y nada es definitivo, he pensado anotarme en el gimnasio del barrio. Además de que te regalan la primera clase y dejan entrar con tu mascota, siempre que sea pequeña, dicen que el instructor de zumba es espléndido.

Ya ven, soy una chica de manual. Pero, pensándolo bien, de no ser por las mujeres ¿qué sería de los gimnasios en esta era de apps y redes sociales de las que cada día surge algún nuevo gurú de la tonicidad y la vida sana, capaz de ayudarte a araviolar el vientre y levantar glúteos sin moverte de casa? Al gimnasio siempre se fue a levantar, y no pesas precisamente. Cuando en los años 80 se pusieron de moda estos antros sudados, el casualwear femenino no era muy deportivo ni confortable que digamos, al contrario, recuerden aquellas calzas con malla cola less arriba, polainas, vincha y el infaltable maquillaje al mejor estilo vedette. Hoy ese look es considerado un disfraz de carnaval o peor, de Haloween.

hacemos abdominales? pinterest via icanbestfitspo

 Según la antropóloga Kate Fox, directora del Social Issues Research Center, el gimasio como el aeropuerto y el destino de vacaciones son ámbitos ideales para socializar sexualmente, eso significa tener encuentros casuales sin ningún compromiso emocional. En una encuesta realizada el año pasado por un portal de juguetes para adultos en Gran Bretaña al menos la mitad de los consultados dijo haberse apuntado con la intención de “conocer” gente, más que para fortalecer las carnes o estar en estado. El 25% consiguió al menos un compañero sexual en el gimnasio, mientras que el 20 % tuvo sexo con su entrenador personal, objeto de deseo del 70% de las mujeres consultadas, que suelen además recurrir a él para aliviar las penas del divorcio o la falta de cariño en general.

La encuesta del portal Ann Summers realizada entre 2000 usuarios indicaba entonces que el 47% de las mujeres confesó hacer tenido encuentros eróticos dentro del gym, algo que se hizo mucho más fácil desde que existen las apps de citas: el 80% de los consultados dijo haber utilizado una aplicación en el gimnasio para encontrar a alguien que les gustaba.

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La fantasía del argentino es hacer un trío

Me han ofrecido hacer un trío. Alguien me recordó que yo misma lo había mencionado entre las máximas eróticas para 2016, y bueno, llegó la primera invitación del año!

Claro, que me encantaría participar de un lindo menage a trois…. pero si algo tengo claro es que eso nunca sucedería con otra chica sino que, como a la mayoría de las mujeres, de ser un sueño, el sueño sería compartir la velada con dos espléndidos efebos, pues, para pedir… pidamos todo! Pero lamentablemente a la mayoría de los hombres no les gusta ese tipo de competencia. En fin, a veces la gente me sobreestima por el simple hecho de escribir sobre sexo, como si eso significase que me va todo, desde el bondage japonés hasta la pose del ornitorrinco, así es que cuando digo que no siento curiosidad por esa clase de acompañamiento femenino, sobreviene la decepción. Por supuesto siempre es un halago que alguien quiera incluirte en sus programas de esparcimiento. Yo al menos lo tomo así.  

 fantasear, como soñar, no cuesta nada...Herb Ritts

El party es la gran fantasía erótica de la raza humana, sino la más recurrente.  Recuerdo haber leído que según un informe elaborado en mayo de 2015 por la agencia de marketing Becom1 sobre las preferencias de los argentinos a la hora de pensar en el sexo y el erotismo, tomando por datos 675.000 menciones en blogs, Twitter y Facebook, el trío fue la palabra más mencionada del diccionario popular. Tanto hombres como mujeres de estas pampas comparten la curiosidad por incluir a un tercero en su cama (el 27% de ellas y el 47% de ellos). También se supo que el voyeurismo (mirar como lo hacen los demás) es la segunda fantasía del 22% de las mujeres, mientras que al 25% de los hombres habla de los disfraces.

Oh sorpresa, al 19% de ellas le gustaría acostarse con una mujer, y otro dato revelador es que los hombres jóvenes fantasean muy seguido con las maduras, al menos el 68% tendrían sexo con ellas, pero solo el 14% de las chicas elegirían a un señor mayor para concretarlas. Pero, como estiman muchos otros ensayos y sondeos, ilusiones como éstas son el combustible de las relaciones que tenemos cuando podemos: cerca del 70% de los argentinos confesó tener sexo “una vez por semana seguro”. 

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Consejos útiles para practicar sexo en el agua

En los días fogosos no se me ocurre otra cosa que recordar las rosadas playas de Bahamas y fantasear con una piscina de aguas prístinas y frescas, llena de efebos estilo Vogue nadando de aquí para allá… y yo a cococho del más morocho. Sin dudas el calor (causa delirios, ya ven) liquida todo tipo de pulsión erótica, pues por mucho efebo y hapnn que se practique al final termina imponiéndose la quietud, a lo sumo, el autoplacer. Tampoco es cuestión de acabar deshidratados por algo que se evapora tan pronto como llega….

No quiero pincharles el globo pero hablando de los fluidos y la actividad física estival, por estos días sobran las recomendaciones dirigidas a quienes se exponen al sol, y a las que yo agregaría algunos consejos por si el plan incluye sexo en escenarios como la pileta, la playa y cualquier otro medio líquido, pues no me canso de repetir (advertir) cada verano que el agua es el peor lubricante de todos, e incluso barre con los lubricantes naturales de las regiones erógenas. Revolcarse en la playa supone pegarse arena en los genitales, cuya piel delicada puede lastimarse a la menor fricción, además de que el agua salada no es saludable para los órganos femeninos, así que mejor será tirar una toalla o buscar el pastito (con repelente puesto). En el caso de la pileta, el cloro irrita y cuando le echan mucho favorece la aparición de hongos, de modo que la alternativa menos urticante será el sexo oral al borde o bien usar lubricantes de silicona que, al no ser solubles en agua, resisten un poco más.

probemos con otro deporte? jayalvarrez

Lo más importante en cualquier caso es el uso del preservativo, inevitable, pero que en el agua se desliza y puede romperse por el exceso de fricción causada por la falta de lubricación, por lo que habrán de colocarlo y sacarlo fuera del medio líquido (y tratando de que no te vean). Lo que no se sabe aún es qué efectos químicos provoca en el látex el contacto con altas dosis de hipoclorito y de sal marina, la verdad sea dicha.

En fin, son muy estimulantes y contagiosas las postales de la gente queriéndose en el agua, pero son solo postales, una ficción como muchas que nos pintan para darle intensidad y esplendor a algo que en rigor puede resultar insalubre. En el liquido se reproducen infinidad de bacterias, sea el mar, rio, estanque, lago etc, algunos las toleran y a otros trae infecciones. Si la idea es probar algo nuevo de todos modos, diría que empiecen por la ducha. Es la posibilidad más segura, siempre que haya alguna manija para sostenerse y alfombrita antideslizante para evitar “caer” en la página de los policiales.

 

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Apps para tener sexo en el avión

Hace un mes supimos que una azafata de una aerolínea árabe cobraba 2000 euros por tener sexo en el baño con los pasajeros y que habría facturado cerca de un millón en solo un año gracias a que aprovechaba los tramos largos (desde el Golfo Pérsico hasta EEUU) para hacerse varias changas.

El polvo más caro de tu vida, salvo que seas rico. Por menos, qué digo, por nada, hoy cualquiera puede acceder a una experiencia área igual de excitante pues, al fin y al cabo…¿quién no fantasea con ese pasajero trajeado y pulcro que ni come los maníes del refrigerio? Pocas veces tuve la suerte de volar con un bombón en el asiento vecino, y cuando la tuve estaba tan resfriada que preferí hacerme la dormida a que el sujeto viera mi nariz paspada. Veníamos de Bahamas y él subió en Miami después de pasar unas vacaciones en moto con un amigo que trabajaba en una cerealera. Eran de Lomas de Zamora (digo en voz alta, por si me estás leyendo). Aquellos eran tiempos jurásicos porque aún no existían las apps de citas, menos para resolver las “urgencias” eróticas que surgen en el cielo, que ya no tiene límite, sin duda.

Wingman es una aplicación que permite conectar gracias a la tarjeta de embarque a los pasajeros del mismo vuelo y planear así un encuentro durante el trayecto. También supongo que sirve para el aeropuerto, por si tocan escalas largas. El interesado debe crear un perfil con fotos, edad y ocupación que luego le permitirá acceder al perfil de los demás viajeros que hayan bajado dicha app. Wingman rastrea si hay gente con idénticos intereses, y si es así te llega un aviso y…. nos encontramos bajo la manta. Es increíble, la tarifa vale lo que cuesta si además suma la posibilidad de vivir una emoción más intensa que la turbulencia (va video tutorial para maniobrar en la altura).

te espero en el water…Foto Gza docuniverse.blogspot 

Pero no todo queda en el aire: si la experiencia fue grata We Met On A Plane es otra app que con los datos del vuelo se encargará de ubicar a ese partenaire inolvidable. Y también hay para aquellos con pánico a volar, pues antes de enpeparse en el avión pueden “relajarse” en el mismo aeropuerto con solo bajar Meet At The Airport, una plataforma a medio camino entre una página de citas y una red social pero que permite conocer gente dentro del mismo aeropuerto. …

Un datito extra si vas a viajar por Estados Unidos: la aerolínea Virgin America cuenta desde 2013 con el sistema Seat-to-Seat, que permite conectar desde la pantalla del asiento con ese vecino de otra fila que te mira de reojo y enviarle mensajitos….

Viajeros frecuentes, están anoticiados…

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El sexo puede curar el miedo a volar

Yo tenía pánico de subir a un avión y volar, presurizada, adentro de eso que alguna vez García Márquez calificó como un “sepulcro con alas”. Le perdí el miedo cuando, después de cruzar el océano aterrada y dormitando de ratos, con hilito baba chorreando hasta el hombro, y el cuello duro gracias al Rivotril que me había dado mi amiga Paula y que me dejó alelada, bajé en París. Ahí entendí que aunque no es natural del ser humano andar por el aire, bien vale la absurda ilusión si luego vas a bajar en tremendo paraíso.

Ahora subo entregada, como cuando entrás al quirófano. El médico y el piloto son las únicas personas en las que uno deposita su vida, quiera o no. A lo que voy en rigor es a que se ha probado hace poco que el sexo cura el miedo a volar, y lo asegura Tom Bunn, un terapeuta que además fue piloto en aerolíneas comerciales y en la fuerza aérea de Estados Unidos. Luego de la experiencia empírica (valga el oxímoron, y eso de que probó el remedio es cosecha mía) registró entre sus pacientes varios casos en los que, después de una noche de sexo intenso, al dia siguente olvidaron la ansiedad del viaje.

embarcando....via sunshinecafe

Bunn declaró en un artículo del Daily Mail, que un estudio reciente acerca del estrés crónico y post traumático podría apoyar la teoría de que las relaciones sexuales ayudan a bajar el síntoma antes de subir al avión, y destaca el caso de un paciente suyó que luchó por controlar el temor durante siete años, hasta que en un viaje de negocios antes de salir para el aeropuerto tuvo una noche completa de sexo, sin dormir. En esa ocasión voló sin ningún problema. Y como no, debe haber quedado planchado! Según algunos descubrimientos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, una turbulencia intensa de ésas en las que uno empieza mentalmente a despedirse de todos, basta para que uno desarrolle más miedo a volar.

El sexo, que todo lo cura, eleva los niveles de oxitocina, una hormona que actúa como neurotransmisor y que bombea la amigdala, una parte pequeña del cerebro que gobierna el miedo. Uno debería entonces programar mejor la previa de cada viaje, después de armar la valija y asegurarse los documentos y la reserva del vuelo, procurarse una cita bien ajetreada, el ansiolítico más natural de todos….ahora que lo pienso, ¿hará el mismo efecto tener sexo pero arriba del avión?

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Practicando un poco de sexo telefónico

Yo era virgen de contactos a distancia hasta que alguien lejano empezó a escribirme subido de tono por chat. No sé como sucedió, pues aunque no puede decirse que sea sexo virtual, ¿cómo llamarle a eso que empezó como un juego de palabras y al rato acabó generando cierta “inquietud”? Más extraño cuando nunca viste a esa persona y no tenés recuerdos eróticos a los que volver, por lo que me pregunto qué imágenes debería uno usar uno para inspirarse. En ese caso creo que el telefóno contribuye mejor a la causa del sexo a distancia. Muy distinto es leer a escuchar una voz sugestiva, no porque sí prosperaron las líneas hot.

“El trabajo se basa en que dos personas están de acuerdo en participar en una ilusión juntos” explicaba el fotógrafo británico Phillip Toledano al Huffingthon Post, a propósito de su libro Phonesex (Twin Palms Publishers) en el que retrató la vida cotidiana de un grupo de operadores de call centers eróticos, en 2008, un mundo de susurros y gemidos a centavos el minuto. “Existe una especie de acuerdo entre los teleoperadores de sexo telefónico y las personas que llaman basado en el autoengaño. La persona que llama finge que él (o ella) está hablando con un joven o una chica hermosa, y el telefonista desempeña perfectamente ese papel” agrega el autor de este trabajo que tiene sorprendentes imágenes. Sorprendentes porque el que está del otro lado nunca es como uno lo imagina….

intenso placer chatear con vos…emily ratajkowski

Mi amiga Mun tenía una amiga que cuando estuvo un tiempo desempleada se dedico a atender un 0800 hot. Ganaba muy bien y sin salir de casa. Mientras regaba las macetas del balcón o revolvía un café ella con su divina voz iba calentándoles la cabeza a hombres y mujeres de todas partes del mundo. Era bilingüe y hacia de sumisa, de dominatriz, de lo que le pidieran. Y hasta había resuelto los efectos sonoros para situaciones puntales: si el cliente quería latigazos buscaba la correa del perro y le daba al piso; o simulaba moverse en la cama agitando la mesa de la cocina.

El libro (ni idea si se consigue acá) incluye textos que describen la impresiones de los operadores sobre el oficio, y como siempre hay un roto para un descocido, la variedad de la demanda está bien cubierta. “Soy una persona inmadura y sumisa, y el tono de voz que uso me ayuda a demostrar esas cualidades”, comenta una entrevistada. “Me siento como si les enseñase a complacerse a sí mismos, diciéndoles dónde poner sus manos y de qué forma tocarse”, confiesa otra.

Supongo que esas líneas calientes han quedado en las cavernas desde que existe skype y aplicaciones como WhasApp que además permiten practicar sexting. En fin todo suma cuando hay un poco de imaginación, y en tal caso, como dicen unos amigos, la virtualidad tiene su ventaja: es sexo “limpito y seguro”…

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Cuándo tener sexo después de una ruptura

No creo que sea tan fácil pasar de un amor a otro, digo, salir de una relación y entrar en otra sin tomarse antes un recreo. Pero hay gente que puede. Son los expeditivos, aquellos a los que se les dá fácil el olvido, el desapego. Los psicólogos/as aconsejan que por más breve que haya sido una historia al menos un mini duelo conviene hacer, a veces, para rearmarnos emocionalmente y revisar lo que estuvo mal o lo que estuvo bien, y sobre todo, asimilar lo aprendido. Nadie pasa en vano por tu vida. Lo que no sé es si esto corre también para el sexo…. ¿un clavo saca a otro clavo? Tal vez no sea èsta una simplificación apropiada, menos si la relación no fue un tedio, sino lo contrario. Pero tomemos como válida la metáfora para el caso que nos ocupa, el rey puesto, sobre el rey muerto.

Teniendo en cuenta que no necesariamente una cosa va atada a la otra, deberíamos poder pasar de un amante a otro sin más trámite que sacarnos las medias a la mejor oportunidad. Bué, habría que ver también a qué llamamos “oportunidad”, como decimos en la milonga. Después de haber bailado LA tanda de la noche, mejor irse a dormir con el buen recuerdo en el cuerpo antes que estrellarse en los brazos de un tronco. Pero, claro, es imposible saber. 

fumando espero al nuevo via marveloustalckingmachine

Según un estudio las mujeres se toman, en promedio, hasta 3 semanas para tener sexo con alguien que recién conocen luego de una relación más o menos duradera, dice una encuesta realizada por una marca de juguetes para adultos a fin de saber en qué momento de la vida de sus clientes suben las ventas de cierto tipo de chiches. De las 3000 personas consultadas un 72% de hombres y mujeres coincidió en que “están dispuestos a besarse con una posible nueva media naranja en la primera cita” pero solo el 15% de las mujeres completaría con sexo en ese primer encuentro; contra el 26% de los hombres (humm). El 50% de esas chicas esperarían 2 ó 3 semanas para estrenarse a esa persona y el 32% dijo que recién a la quinta salida retomaría la actividad sexual.

Obvio que al hablar de tiempo nos referimos al tiempo de espera para intimar con alguien extraño, no para definir si el vínculo da para remar. En cualquier caso, el estado que figura en nuestro perfil en Facebook es clave para saber ésto último. Curiosamente, los hombres consultados estarían más dispuestos a cambiar su estado después de la octava cita, mientras que el 27% de las mujeres dice que no sería tan entusiasta en público. La conclusión es que somos naturalmente cautas, qué digo, re- cautas, incluso a la hora de considerar formalmente algún tipo de “compromiso”, al revés de lo que reza el mito popular. En buena hora.

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Muebles caseros para mejorar el sexo

Para elevar el nivel de la performance en la cama, más cuando han pasado muchos años y la rutina de pareja está comiéndonos las orejas de un bostezo, no está de más recurrir a los juguetes y revisar las aplicaciones y funcionalidades de esos viejos muebles que guardamos en casa y que no se usan más que para el estado de reposo. Una amiga querida me hace un precioso aporte con esta guía definitiva de muebles para el sexo pensada por una tienda de diseño que propone a los usuarios una interesante manera de reciclar y poner a nuestro entero servicio piezas clásicas de la escenografía doméstica.
Claro que existen desde hace mucho tiempo objetos especialmente fabricados para mejorar posiciones sexuales y aumentar el goce, ideales para personas gorditas e individuos muy exploradores, pero suelen ser diseños bastantes obvios que desentonan con la “deco” del ambiente. Esta Guía explora con inteligencia las posibilidades, por ejemplo, de esa vieja sillita de jardín que tenemos tirada en el balcón y que bien podría darnos una cuantas alegrías. También sugiere qué posición va mejor en cada artículo, y que rendimiento tiene, según los fines.


Miren bien las ilustraciones, revisen antes de tirar y pónganse a practicar, que ha llegado la primavera y hay que “hacerla rendir”

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